Ford se mantiene fiel a los modelos compactos deportivos y, a la espera de la posible llegara de una versión RS con tracción a las cuatro ruedas, lanzará dos versiones ST, una de gasolina con 280 CV y otra diésel con 190 CV tanto en la carrocería berlina de cinco puertas como Sportbreak de tipo familiar. Estos modelos deportivos, de aspecto diferenciado, se lanzarán antes del verano y no estrarán en el Salón de Ginebra ya que la marca estará ausente.
Ford mantendrá la dualidad de la oferta gasolina/diésel en el ST con un motor de gasolina más potente que el disponible hasta ahora y un motor diésel que se mantiene casi sin cambios. El gasolina aprovecha el mismo bloque de 2,3 litros Ecoboost pero con 280 CV en lugar de 250 como hasta ahora (en este enlace encontraréis un video de la versión anterior contra el Hyundai i30 N, el Peugeot 308 GTI y el Volkswagen Golf GTI). Este incremento de potencia lleva a pensar que la futura versión RS, que mantendrá la tracción integral de su antecesor, no estará por debajo de los 350 CV de potencia.
Estéticamente, el nuevo ST tiene pequeños cambios en relación a los modelos Focus con acabado ST Line (video en este enlace de la presentación de la gama del nuevo Focus). Los parachoques son distintos, igual que los faldones latrerales mientras que el alerón trasero es más grande. Las llantas son de 18 pulgadas aunque opcionalmente pueden encargarse de 19 y en el interior lo más destacable son los asientos Recaro que proporcionan una excelente sujeción lateral. Algunos detalles en aluminio, como los pedales y el pomo del cambio completan la transformación de esta variante deportiva.
La principal novedad, no obstante, es el motor de gasolina de 280 CV que proporciona unas prestaciones mejoradas con una aceleración de 0 a 100 km/h. en 5,9 segundos. Este motor turbo ofrece 280 CV gracias a su turbocompresor de geometría variable. La versión diésel mantiene un dos litros de 190 CV del que Ford no ha comunicado las prestaciones ni el consumo medio.
El ST, que se ofrecerá en las dos versiones de carrocería habituales en este modelo (5 puertas y Sportbreak) tiene un chasis específico en el que, además de las llantas más grandes, destacan los frenos, con discos de 330 mm en el eje delantero y la monta de neumáticos, que se confía a unos Michelin Pilot Sport 4 S. La marca anuncia, además, una dirección más rápida.
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Por lo que respecta a la suspensión, el coche dispone de amortiguadores más firmes y, la versión de 5 puertas de gasolina, dispone de dos importantes pluses. El primero es una suspensión adaptativa que se endurece en los modos Sport y Track para incrementar la eficacia en conducción dinámica y el segundo un diferencial autoblocante delantero de gestión electrónica que sustituye al más sencillo sistema de vectorización de par con el que se conforma el diésel. Este elemento lo lleva también el gasolina Sportbreak que no recibe la suspensión adaptativa ya que tiene un eje trasero con unos amortiguadores adaptados a sus superior capacidad de carga.
Por lo que respecta al cambio, ambas versiones se ofrecerán de serie con una caja de cambios manual de 6 relaciones aunque las de gasolina podrán encargarse también con una nueva caja de cambios automática de coble embrague de siete velocidades. Este coche, que competiróa con el Renault Mégane RS (prueba con video en este enlace), el Hyundai i30 N o el Peugeot 308 GTI, estará a la venta antes del verano.
Demasiada caballería para los tiempos de cambio que corren.