El sistema de frenado automático de emergencia es, sin duda, una de las mejores ayudas a la conducción de este siglo porque es capaz de frenar el coche por completo cuando detecta un obstáculo. Su gran efectividad para reducir o evitar accidentes ha llevado a la Comisión Europea a convertirlo en una tecnología obligatoria en todos los vehículos a partir del 6 de julio de 2022. Es una buena noticia de la que han tomado nota muchos fabricantes incluyéndolo de serie en sus modelos incluso antes de que entre en vigor esta normativa.
En una primera fase la obligación se aplicará a todos los vehículos de nueva homologación y un año después, el 6 de julio de 2023, también tendrá que incluirse en el equipamiento de serie de todos los vehículos nuevos matriculados. Según la normativa europea el sistema tendrá que detectar la presencia de obstáculos y vehículos en movimiento delante del vehículo. A partir del 7 de julio de 2024 el reglamento añade como requisito para los turismos de nueva homologación la detección de peatones y ciclistas situados delante del vehículo (en julio de 2026 también para nuevas matriculaciones).
En este enlace puedes consultar todos los sistemas de ayuda a la conducción (ADAS) que serán obligatorios en Europa.
¿Qué es la frenada automática de emergencia?
Se conoce también como AEB (por sus siglas en inglés ‘Autonomous Emergency Brake’), como PEBS (‘Predictive Emergency Braking System’) o como SCBS (‘Smart City Brake Support’) cuando funciona solo en ciudad.
Es un sistema avanzado de ayuda a la conducción capaz de detectar el riesgo de colisión ante la presencia de obstáculos, peatones, ciclistas, animales… y reducir de forma automática la velocidad. Lo hace aumentando la presión en el sistema de frenado para evitar el accidente e incluso, si la velocidad de circulación no supera los 30 km/h, puede llegar a frenar el coche por completo de forma automática, ¡sin la intervención del conductor! Si circulamos más deprisa, el sistema tratará de minimizar las consecuencias de la colisión.
¿Cómo funciona el AEB?
El sistema AEB o frenado automático de emergencia se compone de varios elementos: cámaras (situadas en la zona superior del parabrisas); radares (en la parte frontal del vehículo); sensor de la posición del pedal del acelerador; sensor de la posición del pedal del freno o presión del circuito; ángulo de giro del volante; y centralita del control de estabilidad (ESP).
Gracias al trabajo de la cámara y del radar, el vehículo es capaz de analizar y comparar velocidades y distancias y llegar a detectar el riesgo. Cuando eso ocurre el AEB reducirá la velocidad de circulación dejando de acelerar y si esto no fuera suficiente para evitar la colisión, actuaría el sistema de frenos a través del control de estabilidad.
El sistema de frenado automático de emergencia que hoy por hoy incluyen ya muchos coches a la venta, incluso como equipamiento de serie, son los que actúan en ciudad, por debajo de los 50 km/h, pero también hay sistemas AEB interurbanos capaces de actuar a velocidades superiores.
En ciudad o en carretera
El AEB urbano evita o reduce las consecuencias de una colisión cuando la velocidad de circulación no supera los 50 km/h. Si existe riesgo de choque y el conductor no actúa, el sistema le alerta emitiendo un aviso luminoso en el cuadro de instrumentos y una señal sonora. Si el conductor tampoco reacciona, el vehículo tomará el control intentando actuar sobre los frenos.
Normalmente el sistema AEB urbano está programado para detectar la parte trasera de turismos, camiones y autobuses, no todos los sistemas funcionan con la detección de motocicletas. Los más avanzados también detectan peatones y ciclistas.
Según Cesvimap el AEB urbano puede reducir entre un 40 y 60% los siniestros por alcance en ciudad. Es de gran ayuda en caso de distracciones y para evitar alcances con la parte trasera de otros vehículos al acceder a una rotonda, en atascos, en un paso de peatones o en semáforos. En el caso de que los sensores y cámaras se ensuciaran por climatología adversa u otros motivos, el sistema no funcionaría correctamente. En este caso se encendería un aviso en el cuadro de instrumentos.
El AEB interurbano está diseñado para actuar a velocidades superiores a 50 km/h y suele estar integrado en el Control de Crucero Adaptativo (ACC o asistente de velocidad inteligente). El ACC regula tanto la velocidad máxima como la distancia al vehículo que nos precede. En este enlace te explico cómo funciona.
Si tu vehículo equipa el sistema de frenado automático de emergencia de carretera te será de gran ayuda en el caso de que te encuentres con una retención por sorpresa, un vehículo circulando a una velocidad extremadamente reducida o ante un despiste circulando a altas velocidades. Según datos de la DGT puede reducir entre un 50 y un 60% el número de siniestros por alcance en vías interurbanas.
