Sensores de aparcamiento: lo que debes saber antes de comprar

El aparcamiento es una de las maniobras que más complicaciones puede causar a los conductores. La solución la encontramos en los sensores de aparcamiento, dispositivos de asistencia al estacionamiento que nos pueden solucionar mucho la vida. Los puedes incluir en el equipamiento de tu coche nuevo cuando haces el pedido a fábrica o también puedes adquirir un kit de sensores de aparcamiento e instalarlo en el vehículo.

¿Sabías que los asistentes de aparcamiento son los sistemas de ayuda a la conducción más demandados en España? Así concluye un estudio de Bosch, especializada en tecnología de automoción. También desde esta empresa nos dicen que los accidentes al aparcar y maniobrar representan el 40% de todos los accidentes con daños por colisión.

Es un dispositivo de asistencia a la conducción cuyo objetivo es avisar al conductor de la existencia de obstáculos o peatones próximos a la parte trasera o delantera del vehículo durante la maniobra de aparcamiento.

Hay modelos de coches que también ofrecen la posibilidad de equipar un sistema de aparcamiento más avanzado que te ayuda en la maniobra movimiento de forma automática el volante, actuando sobre el acelerador y freno e, incluso, aparcando totalmente solo. Pero en este artículo vamos a centrarnos solo en los sensores de aparcamiento para coches.

Gracias a los sensores de aparcamiento o sensores de parking el sistema es capaz de saber la distancia que hay desde la parte delantera o trasera del coche hasta el obstáculo. El sensor de aparcamiento trasera se activa al engranar la marcha atrás, mientras que el sensor delantero cuando se engrana la primera velocidad. Solo funcionan a muy baja velocidad.

Cuando los sensores de parking detectan peligro de colisión con el obstáculo alertan al conductor mediante avisos sonoros, visuales o combinando los dos. El aviso sonoro va subiendo de volumen y el visual aumenta la frecuencia según se aproxima el peligro.

¿Son efectivos los sensores de aparcamiento? Según un estudio del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) las ventajas son claras: su uso reduce en un 28% las colisiones. Si los sensores de aparcamiento se combinan con la cámara de marcha atrás y el sistema de frenado autónomo trasero, los siniestros se reducen un 78%, mientras que si solo se utilizan sensores de aparcamiento y cámara de marcha atrás, se evitan un 42% de los golpes.

Los sensores de aparcamiento no hay que confundirlos con el asistente de salida marcha atrás o de tráfico cruzado, un sistema de ayuda a la conducción (ADAS) cuya misión es advertir al conductor de la presencia de vehículos, personas u otros objetos que cruzan detrás de nuestro coche cuando nos disponemos a salir marcha atrás. Este asistente de salida marcha atrás es obligatorio en todos los coches que se homologan desde el 6 de julio de 2022. En este enlace te contamos todos los ADAS que son obligatorios.

Hasta hace unos años los sensores de aparcamiento estaban reservados a los vehículos de gamas altas, ahora esta tecnología ha evolucionado con precios más bajos y se ha extendido a modelos más pequeños y de gamas medias y bajas. Se pueden equipar de serie o en opción cuando lo compras nuevo en el concesionario. Pero, ¿puedo instalar un sensor de aparcamiento en mi coche que ya tiene unos años?

¡Buenas noticias! En el mercado de la posventa puedes encontrar una gran variedad de sensores de aparcamiento. ¿En qué consiste un kit de sensores de aparcamiento? ¿Cómo poner sensores de aparcamiento en mi coche?

Desde luego es una opción muy recomendable para conductores con poca destreza al aparcar o para personas con alguna discapacidad que les complique la maniobra o simplemente para evitar golpear tu coche al aparcar. Los kit de sensores de aparcamiento, por lo general, son sencillos de instalar y tienen un funcionamiento satisfactorio.

Eso sí, comprueba que están todos los elementos del kit antes de entrar en faena: sensores, cableado para cada uno de los sensores, centralita donde conectar los sensores y el cable que enlazará dicha centralita con el altavoz que emitirá la señal sonora. También se suele incluir la broca con el tamaño exacto del sensor cuando elijas los ultrasónicos. Hay kits que en lugar de cables tienen un emisor y receptor inalámbrico aunque puede dar problemas de interferencia con las señales. Los hay con indicadores visuales mediante barras, led de colores o gráficos que indican la distancia hacia el objeto, o indicadores sonoros (si puedes comprobar el nivel de ruido que emiten mejor, porque los hay muy estridentes). Además, los más sofisticados incluyen un sistema que te avisa de la distancia de detección (cuanto mejor funcione en cortas distancias, más práctico será).

Son los más populares y funcionan mediante ondas de ultrasonidos. En sensor envía ondas hacia el exterior del vehículo y cuando chocan con el obstáculo, rebotan y vuelven de nuevo al sensor. De esta manera puede calcular la distancia del coche hasta el obstáculo y alertar al conductor.

Los kits de sensores de parking pueden incluir entre cuatro (para el paragolpes trasero) y ocho sensores (si también quieres instalar sensores en el paragolpes delantero).

Instalación: hay que utilizar la taladradora para hacer los agujeros en los paragolpes donde irán instalados los sensores. La broca de corona suele incluirse en el kit ya que tiene el diámetro que se ajusta al sensor. Una vez tengas los agujeros hechos, tienes que insertar los sensores mediante presión. Los sensores se conectan mediante cables a una caja de control digital o centralita que se recomienda instalar en una zona más o menos central del coche. La corriente llega de la luz de marcha atrás.

Recomendaciones: Sigue las instrucciones para instalar los sensores a la altura correcta y que así pueda leer bien la distancia. Elige el kit de sensores del color más parecido al de tu paragolpes, también revisa que sean resistentes al agua y a las inclemencias meteorológicas.

Precios: Estos kits básicos tienen un precio que parte de los 20 o 30 euros según el fabricante y características. Hay kits más sofisticados que incluyen pantalla LED o pantalla digital. En este caso el precio puede superar los 200 euros.

Estos sensores emiten un campo electromagnético y son capaces de analizar la distancia hacia el obstáculo cuando detectan cualquier alteración en dicho campo electromagnético. Alertan al conductor a partir de 70 u 80 centímetros hasta el obstáculo, por tanto, solo funcionan a muy cortas distancias.

Instalación: su principal ventaja es que no hay que taladrar el paragolpes para instalar los sensores de aparcamiento. Estos sensores electromagnéticos funcionan con una antena que se coloca en la parte interna del paragolpes delantero o trasero. Este sensor de antena está fabricado en aluminio flexible por lo que lo puedes adaptar de forma sencilla a la forma del paragolpes y fijarlo con un adhesivo que lleva incorporado. Posiblemente queda menos vistoso. Ya es cuestión de gustos. Un inconveniente es que su funcionamiento es más sensible a la climatología adversa, sobre todo al agua, porque la antena puede desplazarse. Igualmente pueden fallar si hay presencia cercana de objetos de hierro, cobalto o níque.

Precio: puedes encontrar sensores de aparcamiento electromagnéticos por unos 100 euros.

CONCLUSIÓN: si vas a instalar un sensor de aparcamiento fíjate en el rango de distancia que mide y el tipo de señal que emite, si quieres que solo sea visual o también sonora, en este caso que sea progresiva, con un volumen aceptable y que no ponga en peligro la conducción porque te pegue un susto.

Ya sabes qué es un sensor de aparcamiento, cómo funcionan, los tipos de sensores de parking que puedes encontrar en el mercado de la posventa y cómo poner los sensores en tu coche. Si no eres un manita, no lo dudes y acude a un taller especializado donde te instalarán tu kit de sensores de aparcamiento con todas las garantías para un correcto funcionamiento.