La infraestructura vial es algo básico para la movilidad, por algo las carreteras son el cuarto pilar del estado del bienestar. De la infraestructura y del vehículo depende principalmente la seguridad vial, a los que acompañan otros factores como la educación, concienciación, cumplimiento de las normas…
España tiene una red vial valorada en 215.000 millones de euros, una de las mejores en Europa, pero la falta de conservación -sobre todo desde 2009- se agudiza año tras año, según acaba de alertar la Asociación Española de la Carretera (AEC) con la presentación de su informe ‘Necesidades de Inversión en Conservación 2019-2020’, un análisis que viene desarrollando desde el año 1985. Entre 2009 y 2019, los recursos destinados a conservación y seguridad vial de la Red Estatal, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se han visto mermados en un 76%.
Después de analizar 3.000 tramos de 100 metros, que se seleccionan de forma aleatoria, el informe concluye con un déficit en conservación de 7.463 millones de euros, unas necesidades de inversión que se han incrementado un 5,7% respecto a la última auditoria de 2017. “Se da al traste con un tercio de su valor patrimonial en poco menos de una década. Una factura de 71.000 millones de euros que los españoles también habrán de asumir, y que se añade al aumento de las emisiones y al incremento en los consumos de combustible, que diversos estudios cifran en 1.200 millones de euros”, explica su presidente Juan Francisco Lazcano, Presidente de la AEC.
Esta inversión mínima que necesita la red de carreteras se reparte entre la red estatal con una longitud de 25.000 kilómetros, y la red que administran los gobiernos autonómicos y forales, con 75.000 kilómetros. El déficit de la primera asciende a 2.376 millones de euros (+7,5%), mientras que el de la segunda aumenta a 5.087 millones de euros (+5%). En este enlace analizo cómo afectan los principales elementos de la carretera en la seguridad vial.
Estado de los firmes, cerca del ‘muy deficiente’
El pavimento o firme es un elemento esencial tanto para la seguridad como para la reducción de emisiones, en cambio, sufre un acusado empeoramiento, acumulando el 94% del total de la inversión estimada por la AEC en su estudio.
El estado del pavimento en las carreteras titularidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana baja su nota en un 7% con respecto a 2017. Las vías autonómicas, por su parte, empeoran un 3% frente a la calificación obtenida en la auditoría anterior. El resultado es una calificación media de ‘deficiente’ a escasos puntos del ‘muy deficiente’. unas necesidades de inversión en reposición y refuerzo de firmes cifradas en 7.008 millones de euros para el conjunto de las carreteras españolas (un 6,5% más que en 2017).
Señalización vertical, el 72% tiene el reflectante caducado
Hasta 340.000 señales de código habría que renovar según la AEC, de las cuales 270.000 están en las carreteras autonómicas y forales. El total de inversión necesario asciende a 93 millones de euros repartidos entre la red del Estado (34 millones de euros) y la red autonómica (59 millones). La investigación cifra en 195.000 (72%) las señales cuyo material retrorreflectante ha superado la fecha de uso recomendada por el fabricante, por lo que no se garantiza su visibilidad por la noche.
El informe concluye con una sensible mejora de 4,8 a 5 puntos en la señalización vertical de la red estatal (influenciada por la sustitución de señales de 100 por las de 90 km/h) y un leve empeoramiento de la red autonómica pasando de 4,6 a 4,4 puntos. No llega al aprobado.
Señalización horizontal, empeoramiento significativo
Tras cuatro años mejorando, en el nuevo informe se refleja un empeoramiento significativo en la señalización horizontal pasando del 5,9 al 5,4 de media, un aprobado raspado. El informe pone sobre la mesa la necesidad de repintar las marcas viales de 38.500 kilómetros de carreteras, de las cuales 34.000 están en la red autonómica. El coste total de esta actuación asciende a 76 millones de euros (9 millones por parte del Estado y 67 millones a cargo de las Comunidades Autónomas).
Barreras metálicas, suspenso con leve mejora
Tras analizar la barrera ya instalada, su estado vuelve a ser motivo de suspenso aunque con una leve mejora que pasa del 4,3 al 4,5 en la red del Estado con una necesidad de inversión de 109 millones de euros, y del 4,1 al 4,4 en las autonómicas y forales con un déficit de 177 millones de euros. En total a este elemento de seguridad se le atribuye un déficit de 286 millones de euros.
Balizamiento, el mejor puntuado aunque empeora
A pesar de ser el elemento de la vía que mejor salud presentada en los últimos informes, en esta ocasión sufre un empeoramiento. Hitos de arista, captafaros, paneles direccionales y balizas de las carreteras autonómicas reciben una puntuación de 6,1 frente al 6,7 del informe de 2017. En la red del Estado, en cambio, mejora de 6,8 a 7,2 puntos.
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En el caso del balizamiento, la AEC no valora la necesidad de inversión por la dificultad en su estimación.
1 de cada 10 km presenta una situación muy deficiente
El informe analiza la situación de las carreteras por Comunidades Autónomas. Las que se presentan un mayor déficit son Castilla y León (1.270 millones de euros), seguida de Andalucía (954 millones), Castilla-La Mancha (934 millones) y Aragón (718 millones).
Sin inversión en carreteras, no tendremos carreteras seguras y mucho menos carreteras conectadas, un escenario en el que se debería de estar mucho más avanzado. El hecho es que a fecha de hoy, uno de cada diez kilómetros, presenta una situación muy deficiente, una situación incompatible con la seguridad vial y el medioambiente. Por culpa de carreteras mal mantenidas se han emitido al menos 25 millones de toneladas más de CO2 a la atmósfera en los últimos diez años. Se estima que el mal estado de las carreteras conlleva un consumo extra de combustible entre el 3% y 5%. Roderas, grietas en las rodadas, agrietamientos gruesos, desintegraciones, deformaciones y grietas erráticas son los daños más frecuentes.
“La Estrategia ‘Sistema Seguro’ –que se orienta a reducir a la mitad el número de fallecidos por accidente de tráfico en 2030-, la Ley de Movilidad y la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada son tres de los cuatro grandes desafíos que están en la hoja de ruta del actual Ejecutivo, pero que pueden verse amenazados si la situación de las infraestructuras viarias no da un giro de 360 grados. El cuarto, alcanzar la neutralidad climática en 2050 como meta fundamental del Pacto Verde Europeo, es, sencillamente, una quimera desde la óptica en la que las administraciones públicas españolas han instalado sus políticas de movilidad”, alertan desde la Asociación Española de la Carretera.
¿La solución? Un espacio de financiación propio
Como solución proponen definir un espacio de financiación propio, global y sostenible para el mantenimiento de las infraestructuras viales y que se nutriría de los Presupuestos Generales del Estado, CCAA y Comunidades Forales, de los Fondos Europeos y de Sistemas de pago directo. Según dice el presidente de la AEC, Juan Francisco Lazcano, “23 países europeos tienen tarifados el 100% de su red vial, mientras que en España sólo tenemos el 15%. Por eso pedimos una tasa por uso, algo que ya se aplica en algunos tramos”.
La AEC ve una oportunidad para cambiar las cosas en la nueva Ley de Movilidad y la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada, cuyo anteproyecto se está redactando con el objetivo de presentarlo a finales de año. Uno de los puntos de esta ley es la ‘Planificación y financiación de las infraestructuras de transporte’.
“La no inversión hoy no sale gratis. Por cada euro no invertido, implicará una inversión de 5 euros en 3-4 años y de 25 euros en 8-10 años”, concluye Jacobo Díaz, director general.
Sr.Pere Navarro Olivella, aquí está el resultado de sus gestiones como Director General de Tráfico desde julio de 2018, cargo que ya ocupó entre 2004 y 2012. Sin perspectiva alguna de futuro, le digo que sí, hoy su administración es más rica y todas sus decrecientes estadísticas de muerte a base de multas han funcionado, pero los que no nos queda más remedio que circular seguiremos pagando sus facturas por necesidad. Adapte las vías a las nuevas tecnologías, facilite, incentive el acceso a cursos de conducción, le recuerdo que la educación es la base de toda sociedad, premie la ausencia de accidentes con beneficios fiscales a la hora de declarar, al cambiar de vehículo o seguros más económicos. En lugar de haber creado un carnet para perder puntos, perdió la oportunidad de hacer uno para ganarlos, pero claro, su persona no estaba, ni está, a la altura de las perspectivas de futuro que necesita mí, su país.