La historia del BMW M5: más que una berlina deportiva

Desde su lanzamiento en 1984, el BMW M5 ha sido un coche de ensueño y un referente en el mundo de las berlinas de altas prestaciones, combinando la elegancia y funcionalidad de un sedán de lujo con el rendimiento propio de un coche deportivo. A lo largo de sus siete generaciones, el M5 ha evolucionado constantemente, adoptando motores más potentes y tecnologías avanzadas que han elevado sus capacidades en la pista y en la carretera. Estas mejoras se han ido implementando para adaptarse a los tiempos cambiantes del sector.

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Desde su origen con un motor de seis cilindros en línea hasta la incorporación de motores V8 biturbo, el M5 ha seguido superando los límites de lo que una berlina puede ofrecer. Ahora, con la introducción de la séptima generación en 2024, el BMW M5 abraza la electrificación con su sistema de propulsión M HYBRID, marcando el comienzo de la nueva era en la que el rendimiento y la sostenibilidad de BMW van de la mano, elevando la propuesta "Efficient Dynamics" de BMW a nuevas cotas.

El BMW M5 hizo su aparición en 1984, basado en el Serie 5 E28. Este modelo se destacó inmediatamente por su motor M88/3 de seis cilindros en línea con cuatro válvulas por cilindro y una cilindrada de 3,5 litros. Con 286 CV (213 kW) y un par máximo de 340 Nm, el E28S era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 245 km/h. Este rendimiento lo convirtió en la berlina de producción más rápida de su tiempo, estableciendo un estándar para las generaciones futuras.

La segunda generación del M5, lanzada en 1988, continuó la tradición de aumentar las prestaciones. Equipado inicialmente con un motor S38B36 de seis cilindros en línea y 3,6 litros, este M5 desarrollaba 315 CV (235 kW) y un par máximo de 360 Nm, permitiéndole alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h, limitada electrónicamente por primera vez en la historia del modelo. En 1992, BMW introdujo una actualización con el motor S38B38 de 3,8 litros, aumentando la potencia a 340 CV (254 kW) y el par máximo a 400 Nm. Este modelo también incluyó una versión Touring, haciendo del M5 una opción más versátil sin sacrificar el rendimiento.

La tercera generación del BMW M5, lanzada en 1998, introdujo un cambio significativo con la adopción de un motor V8. El motor S62 de 4,9 litros, con una potencia de 400 CV (299 kW) y un par máximo de 500 Nm, llevaba el rendimiento a un nuevo nivel. Este M5 podía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, con una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h. El E39S se destacó no solo por su motor, sino también por su refinada dinámica de conducción y su elegante diseño, consolidando al M5 como el referente en berlinas deportivas. Posiblemente la generación de BMW más adorada por los fans.

El M5 de cuarta generación, lanzado en 2005, fue revolucionario en varios aspectos. Equipado con un motor V10 S85 de 5,0 litros derivado de la Fórmula 1, este coche entregaba 507 CV (378 kW) y 520 Nm de par máximo. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y, con el paquete M Driver, alcanzaba una velocidad máxima de 305 km/h sin limitador. Este modelo también fue pionero en la introducción de la caja de cambios secuencial M (SMG) de siete velocidades y el sistema Launch Control. Además, BMW reintrodujo la versión Touring en 2007, ofreciendo una combinación única de espacio y prestaciones extremas.

En 2011, la quinta generación del M5 marcó un cambio de paradigma con la introducción de un motor V8 biturbo. El motor S63 de 4,4 litros producía 560 CV (412 kW) y 680 Nm de par máximo, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,3 segundos. La velocidad máxima, con el paquete M Driver, alcanzaba los 315 km/h. Este modelo también ofreció mejoras adicionales con el Paquete de competición, aumentando la potencia a 575 CV (423 kW), y en 2014, con la edición especial “30 Jahre M5” que generaba 600 CV (441 kW). Estas versiones elevaron aún más el listón de lo que una berlina deportiva podía lograr.

La sexta generación del BMW M5, presentada en 2017, introdujo por primera vez la tracción total M xDrive, combinada con un motor V8 biturbo de 4,4 litros. Este conjunto producía 600 CV (441 kW) y un par máximo de 750 Nm, permitiendo al F90 acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,4 segundos. Las versiones posteriores, como el M5 Competition y el M5 CS, llevaron la potencia a 625 CV (460 kW) y 635 CV (467 kW), respectivamente, con tiempos de aceleración mejorados y una velocidad máxima de hasta 305 km/h. Estos modelos representaron la máxima expresión de la filosofía M5, combinando un rendimiento excepcional con una usabilidad diaria incomparable.

Con el lanzamiento de la séptima generación en 2024, el BMW M5 entra en la era híbrida. Equipado con un sistema de propulsión M HYBRID que combina un motor V8 biturbo de 4,4 litros con un motor eléctrico, este M5 ofrece una potencia total de 727 CV (535 kW) y un par máximo de 1.000 Nm. Esta combinación permite una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 3 segundos. Además, por primera vez desde 2007, el M5 Touring regresará con la misma tecnología híbrida, ofreciendo una mezcla inigualable de rendimiento, eficiencia y practicidad.

A lo largo de sus siete generaciones, el BMW M5 ha evolucionado desde una berlina deportiva de altas prestaciones hasta un vehículo tecnológicamente avanzado que combina potencia con eficiencia híbrida. Cada generación ha cumplido su objetivo en la historia del BMW, adaptándose de igual forma a las curvas de las carreteras como a las necesidades de cada una de las normativas que BMW ha tenido que adaptar para cada uno de sus M5. Son sin duda, una de esas pocas berlinas que hacen que conducir un coche de tinte familiar sea divertido y aspiracional. ¿Estáis de acuerdo? ¿Cuál es vuestro M5 soñado? Contadnos en los comentarios.