Las marcas de automóviles pasan a fabricar respiradores

Como si en un estado de guerra nos encontrásemos, varias plantas de producción de automóviles en todo el mundo están adaptando sus cadenas de montaje para pasar a fabricar respiradores y equipos de protección individual. Tienen como principal aliado una tecnología que ha crecido mucho en los últimos años: la impresión 3D. La impresión 3D permite fabricar piezas con diferentes materiales de una forma rápida y relativamente barata, y esto en un momento como el actual, con la crisis del coronavirus encima, es crucial.

La crisis sanitaria que estamos padeciendo ha obligado a los constructores de automóviles a parar sus cadenas de montaje en todo el mundo. En España la medida nos afecta especialmente, ya que somos uno de los países europeos con mayores plantas de producción, ahora mismo detenidas. Pero algunos de estos constructores de automóviles han adaptado sus cadenas de montaje para la fabricar respiradores y mascarillas, tan necesarios para enfermos y personal sanitario. Esta es la iniciativa que han emprendido marcas como Renault, Seat o Iveco en España, y Ford y General Motors en EE.UU.

En España, una de las primeras en tomar la iniciativa ha sido Renault. Poco después de que la empresa detuviese su cadena de montaje, un grupo de empleados decidió fabricar en sus casas, con impresoras 3D, mascaras para hospitales y residencias de ancianos. La compañía rápidamente puso a disposición de estos empleados la veintena de impresoras 3D y sus consumibles que tiene en la planta de Valladolid. Hasta ayer mismo, 125 personas con un total de 154 impresoras 3D han llegado a producir más de 3.000 máscaras en sólo 10 días. Este grupo de personas, bajo el lema “Renault al rescate”, también colaboran en la fabricación de piezas para un prototipo de respirador que otro grupo a nivel nacional, Resistencia Team, está validando.

También Iveco contribuye en estos momentos en la lucha contra el Covid-19 a través de sus plantas de Madrid y Valladolid. Fabrican en estos momentos máscaras y mascarillas protectoras homologadas.

Otra empresa del sector, Carglass, también colabora con un grupo de voluntarios en red, Coronavirus Makers, cediendo 5 impresoras 3D para la fabricación de viseras antisalpicaduras.

Y en mayor escala, la última en anunciar iniciativas de este tipo ha sido Seat, que ha pasado de fabricar coches a producir respiradores asistidos con el motor adaptado de los limpiaparabrisas. Seat tiene 150 empleados en esta tarea, que desde hace una semana trabajan en un modelo final de respirador, después de haber construido 13 prototipos. Estos trabajadores ensamblan piezas allí donde antes se montaban partes del nuevo Seat León. Ahora mismo tienen un modelo de respirador sometido a un test de larga duración, obligatorio para su proceso de homologación.

También hay otros ejemplos fuera de nuestras fronteras. Especialmente en Estados Unidos, uno de los países del mundo con mayor afectación del Covid-19. Allí son Ford y General Motors los que han adaptado parte de sus cadenas de montaje para la fabricación de respiradores. Ford, por ejemplo, en colaboración GE Healthcare y otras empresas especializadas, trabaja a toda máquina para tener listo un nuevo respirador. Espera iniciar su producción el 20 de abril en la planta de Michigan, a un ritmo de 30.000 respiradores al mes.

Paralelamente, y también con la ayuda de la impresión 3D, la firma americana está produciendo pantallas de protección para el personal sanitario, a un ritmo aproximado de 100.000 unidades a la semana.

Lo mismo podemos decir de General Motors, que en colaboración con el fabricante de respiradores Ventec está adaptando a toda prisa sus instalaciones en Kokomo, Indiana, para fabricar unas 10.000 unidades al mes, en una fase inicial, con 1.000 empleados en plantilla. También tienen previsto fabricar mascarillas quirúrgicas de nivel 1, a un ritmo inicial de 50.000 unidades por día.