Los Porsche más potentes de producción durante su historia

Desde 1948, Porsche ha producido 21 modelos distintos que, en su momento, fueron los más potentes de la marca. Esta evolución no solo refleja los avances tecnológicos, sino también la manera de hacer de Porsche sobre su filosofía en el diseño de deportivos. Desde el Porsche 356, con 35 CV de potencia, hasta el Taycan Turbo GT con paquete Weissach y sus 1.108 CV, cada modelo ha marcado hitos en la historia de la automoción.

El primer modelo de la marca alemana, el Porsche 356 ‘Nr 1’, combinaba ligereza (585 kg) y aerodinámica para ofrecer unas prestaciones deportivas con apenas 35 CV. Este modelo fue mejorando constantemente con el paso de los años y en 1955 se presentó el 356 A 1500 GS Carrera, con sus 100 CV. Su evolución continuó hasta llegar a los 175 CV en 1965, siendo uno de los deportivos favoritos tanto en las carreteras como en las competiciones de motor.

Porsche superó los 200 CV en 1962 con el 718/8 W-RS Spyder, un modelo diseñado para la competición y homologado para la calle que logró 210 CV gracias a su motor 2.0 litros de 8 cilindros. Este vehículo triunfó en carreras como la Targa Florio o los 1.000 km de Nürburgring marcando el inicio de los modelos de alto rendimiento para la marca. Unos años antes, el 718 RS 60 Spyder fue durante unos meses el Porche más potente hasta la fecha, con 160 CV, disputándose el centro entre los 356 y los 718, con la única excepción del 55 A Spyder de 1956.

En la década de los '60, Porsche experimentó con motores derivados de la Fórmula 1, como el 8 cilindros que entregaba 240 CV. Este motor se utilizó en series limitadas de vehículos de competición homologados para la calle, como el 904 Carrera GTS de 1964, un modelo icónico por su diseño innovador y su rendimiento en pistas y carreteras.

Al mismo tiempo, la gama Porsche 911 comenzaba a ganar protagonismo, no solo como un éxito comercial en los concesionarios, sino también como un referente en las competiciones. Porsche Motorsport desarrolló versiones especiales del 911, como el 911 R, el 911 2.7 Carrera RS y el 911 3.0 Carrera RS, que se destacaron por su enfoque en las prestaciones y su legado en el automovilismo. Pero el verdadero hito llegó en 1974 con el lanzamiento del 911 3.0 Turbo (930), el primer modelo turboalimentado de la marca y el Porsche de calle más potente de su época.

Este vehículo redefinió los estándares de los deportivos, ofreciendo una potencia de 260 CV, una velocidad máxima de 251 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 5 segundos. Estas cifras, junto con su innovador sistema de sobrealimentación, marcaron un antes y un después en la industria automotriz, consolidando al 911 Turbo como un ícono.

Entre 1974 y 1986, Porsche creó dos modelos bajo encargo. El 911 Turbo RS de 1974, diseñado para el compositor Herbert von Karajan, ofrecía 360 CV gracias a su chasis de competición y motor turbo mejorado, siendo el Porsche de calle más potente durante casi una década.

En 1983, el 935 ‘Strassenversion’, encargado por Mansour Ojjeh de TAG, le sucedió. Con 380 CV y 550 modificaciones respecto al modelo de carreras, superó ampliamente a los deportivos de producción de la época. Fue la primera creación de Porsche Exclusive, marcando el inicio de la personalización extrema en la marca.

En 1986, Porsche lanzó el 959, un deportivo revolucionario inspirado en la categoría de Grupo B. Estaba equipado con un motor turbo de 515 CV en su versión S, tracción total y suspensión electrónica, superó la barrera de los 500 CV y fue el Porsche de producción más potente durante más de 10 años.

Además de su impacto técnico, el 959 demostró su versatilidad al ganar el París-Dakar y obtener un séptimo lugar en las 24 Horas de Le Mans en el mismo año.

En 1997, el 911 GT1 estableció un nuevo estándar entre los Porsche de calle con 544 CV, gracias a su motor turbo de 3.2 litros. Era una serie exclusiva de tan sólo 20 unidades para poder homologar el nuevo coche de carreras en la categoría GT1 de resistencia.

En 2003, Porsche presentó el Carrera GT, su primer "supercoche" con motor V10 atmosférico de 612 CV. Estaba basado en un concept pensado para competir en Le Mans, con su motor que estiraba hasta las 8.000 rpm. También fue el primer modelo de la marca construido en fibra de carbono.

Finalmente, en 2011, el 911 GT2 RS (997), con 620 CV, recuperó el título de ser el Porsche de calle más potente, reafirmando la constante evolución de la marca en prestaciones extremas.

La electrificación ha llevado a Porsche a nuevos niveles de rendimiento, convirtiendo esta tecnología en sinónimo de potencia y prestaciones. En 2015, el 918 Spyder, un híbrido enchufable, marcó el inicio de esta era. Tenía un motor V8 que producía 608 CV y dos motores eléctricos, con los que alcanzaba una potencia combinada de 887 CV, siendo el Porsche más potente hasta ese momento.

Posteriormente llegó el Taycan, 100 % eléctrico, que se convirtió en el líder de la era E-Performance. El Taycan Turbo debutó con 952 CV gracias al "boost" extra que añadía el Launch Control. Más tarde, las variantes Taycan Turbo GT y Taycan Turbo GT con paquete Weissach elevaron aún más el listón. Equipadas con un inversor de impulsos evolucionado, estas versiones ofrecen 789 CV de potencia (580 kW). Con el sistema Launch Control esta potencia aumenta hasta los 1.034 CV o 1.108 CV en la variante con Paquete Weissach, conviertiéndose en los primeros Porsche de producción en superar la barrera de los 1.000 CV. Repito, de producción, porque no han sido los primeros...

Este hito nos devuelve a 1973, al legendario Porsche 917/30 con el que Mark Donohue ganó la Can-Am. Aquél prototipo de competición fue el primer Porsche que superó los 1.000 CV gracias a un motor de 12 cilindros refrigerado por aire, con una cilindrada de 5,4 litros, que desarrollaba unos 1.100 CV, aunque se dice que en clasificación llegaban a los 1.580 CV aumentando la presión del turbo.