Para ir a cazar zorros sin perder la compostura
Ya sabemos que los ingleses son muy suyos y que cuidan como nadie sus tradiciones. La caza y el golf forman parte de sus deportes favoritos y, en los años 60 y 70, algunas marcas británicas desarrollaron una serie de modelos de curiosas formas basados en cupés al uso pero con una parte trasera de tipo break.
La idea, más o menos afortunada, era la de no tener que renunciar a la elegancia de una carrocería deportiva en ningún momento, incluso en los de acercarse al club de golf o ir a cazar zorros. En un shooting brake se podían llevar las armas y el perro en la parte trasera sin necesidad de meterlo todo en el nada glamuroso Land Rover. Y quién dice las armas dice los palos de golf, por supuesto. Y triunfaron. Poquito, pero triunfaron.
Al rebufo de los ingleses, que generalmente encargaban las transformaciones a determinados carroceros prestos a realizar la conversión por un buen puñado de libras, otras marcas empezaron a plantearse versiones especiales de sus cupés deportivos y, en los años 70, floreció en toda Europa una generación de cupés con portón trasero derivados de otros con carrocería de tres volúmenes. Y triunfaron. Poquito, pero triunfaron.
Luego, la generalización de las carrocerías hatchback (lo que nosotros llamamos tres y cinco puertas) generalizó la practicidad del portón trasero, hasta entonces reservado en exclusiva a los breaks, fueran o no shooting, y estos últimos languidecieron hasta desaparecer.
Hoy, los cupés de tres puertas, ya sean derivados de berlinas de cinco o diseñados específicamente como cupés, son legión y eso de los shooting brake nos sonaba a inglés medieval hasta que Mercedes decidió recuperar el nombrecito para bautizar a la versión break del CLS. Si Mercedes lo dice, el CLS Shooting Brake será un shooting brake pero para ello deberemos admitir pulpo como animal de compañía, es decir, aceptar que el CLS, con sus cuatro puertas laterales, es un cupé.
¿Qué diablos es un shooting brake?
Si somos escrupulosos, un shooting brake es, exactamente, un coche deportivo de dos puertas laterales y trasera tipo break con la luneta más o menos vertical -más que menos- derivado de otro cupé con carrocería de tres volúmenes. Esa es la definición y vamos a ver algunos ejemplos de coches que sí, que efectivamente, a lo largo de la historia, cumplieron con esa premisa.
Esto de arriba es un Volvo P1800 ES. Se trata de un shooting brake académico basado en el P1800 de tres volúmenes, un deportivo fabricado por la marca sueca entre 1961 y 1973 y mundialmente famoso, al menos entre una generación que hoy ya peina canas, por ser el coche de servicio de Roger Moore en la serie televisiva "El Santo". Para que podáis ver la diferencia entre el ES y la versión cupé convencional, os pongo una foto de éste último aquí abajo.
De la versión ES, con su curioso portón de cristal, se fabricaron apenas 8.000 unidades sobre una producción total cercana a los 50.000. Lo dicho; triunfó, pero poquito.
El Volvo es perfecto para ilustrar qué es un shooting brake pero ejemplos de este tipo de coches los hay en todas las revistas de clásicos inglesas ya que, durante una larga década, la "Pérfida Albión" fue la madre de muchos de los shooting brakes que generalizaron tal denominación, la mayoría, insisto, carrozados por empresas ajenas a las marcas con más o menos implicación de éstas. ¿Ejemplos? Empecemos por los Aston Martin.
No escapó casi ni uno; DB5, DB6, DBS, V8, Virage, incluso el inclasificable Lagonda tuvo sus variantes Shooting Brake. Éste de abajo es un precioso DB6 transformado por FLM Panelcraft pero en este artículo sobre el Jet 2+2 de Bertone con base Rapide, podréis disfrutar de más ejemplos.
Otras marcas británicas se apuntaron a la moda de los cupés-break, en muchos casos no derivados de otros de tres volúmenes. Es el caso de Reliant, con el curioso Scimitar, Lotus y su Elite, una versión de tres puertas del Eclat y Jensen, con los GT e Interceptor, un coche que, además de su original carrocería con la primera luneta trasera panorámica practicable -algo que más tarde copiaría Renault en el Fuego primero y en el más mundano R11 después-, tenía otras dos características que le hacen merecedor de un lugar de honor en la historia del automóvil.
El Interceptor FF fue el primer turismo del mundo en montar un sistema de tracción total permanente a las cuatro ruedas -bastantes años antes que los AMC Eagle y los Audi Quattro- y en equipar un sistema anti-bloqueo de frenos -nada que ver con el ABS electrónico de Bosch, ya que era un sistema mecánico ideado por Ferguson-. ¿Que qué es un Interceptor? Esto de abajo.
¿Más en Gran Bretaña? Este otro, por ejemplo; el Lynx Eventer. Lynx se ganó la vida durante muchos años vendiendo réplicas del Jaguar D-Type de Le Mans de los años 60 y convirtiendo en un elegante shooting el no menos elegante XJ-S de la marca de Coventry. Aquí os lo dejo.
Las ganas de copiar a los británicos se extendieron por toda Europa y fueron muchas las marcas que decidieron añadir un portón trasero a sus cupés para desarrollar una versión más práctica de los mismos. Os cito sólo algunos: El Opel Manta CC, por ejemplo, una versión con portón del Manta de segunda generación que no se vendió en España y que nunca tuvo el éxito de la versión de tres volúmenes... pero que inspiró a su sucesor, el Calibra, que contaba con portón trasero.
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Otro ejemplo; el Lancia Beta HPE, derivado del Beta Coupé tradicional y que se fabricó en un menor número de unidades pero del que llegamos a disfrutar en España a finales de los años 70, cuando Seat fabricó un puñado de aquellos preciosos Beta en Pamplona.
O el BMW 1602 Touring, la variante menos conocida del precursosr de la Serie 3. E incluso en Japón, donde Toyota decidió declinar todas las generaciones del Celica en dos variantes de carrocería, la de dos puertas y la Liftback, con portón trasero aunque eso sí, siempre muy inclinado. La imagen inferior corresponde al Beta HPE pero el resto, junto a otros curiosos shooting brake sobre la base de diferentes vehículos deportivos, de Porsche a Bentley, los encontraréis en la galería.
¿Vale con ser un cupé de tres puertas?
Para muchos, ser cupé -o dárselas de tal- y tener una parte trasera vertical ya equivale a denominarse "shooting brake". Yo creo que no, que un Alfa Romeo 145, un Volvo 480 ES, el recientemente desaparecido C30 o un Volkswagen Scirocco, por poner ejemplos conocidos, no pueden considerarse shooting. Son cupés de tres puertas tipo hatchback y punto porqué si no, alguién considerará que un Smart también es un shooting.
Con el BMW Z3 Coupé, en cambio, no tengo dudas. Para mi es un shooting por mucho que derive de un descapotable. Éste, en el fondo, es un tres volúmenes y el Coupé tiene una trasera completamente vertical con portón. Y el perro, como queda claro en la foto inferior, cabe.
Si ampliáramos el cupo sin miramientos, correríamos el riesgo de tener que considerar shooting brake no sólo a los cupés-hatchback sino también a los breaks de tres puertas que es algo que ahora nos suena a chino pero que los ha habido, y en cantidad a lo largo de la historia.
No, un Alfa Romeo Alfasud Giardinetta como el de la foto de abajo, tan majo él, no puede ser considerado un shooting. Ni un Opel Kadett o un Opel Rekord Caravan de tres puertas -en serio, los había- ni un Escort Break de tres puertas, ni ninguno de los "Estate" british de los 60 y 70 con dos puertas laterales, ni un Fiat 128, un venerable 500 Giardiniera o un Volvo 66 Estate (¿a que muchos no sabíais ni que hubiera existido algo así?).
¿Hay shootings en el mercado actual o reciente?
¿Se os ocurre alguno? ¿El Mercedes? Vale, OK, pero me sigue rechinando por aquello de las cuatro puertas, porqué, a ver, ¿podemos considerar cupé un coche de cuatro puertas sólo porqué sus puertas no tienen marco y atrás sólo caben dos personas? Un Impreza berlina tampoco tiene marcos y un Up! también es cuatro plazas y nadie osaría llamarles cupés. Yo, sinceramente creo que llamar cupé a coches de cuatro puertas es pervertir el término. Un CLS, un Panamera, un Serie 6 Gran Coupé, un Rapide, son berlinas deportivas de techo bajo y un X6 es un SUV. ¿Y un Renault Avantime? No me atrevo a responder a eso.
Pero hay, en la producción actual, un par de coches que yo sí considero fieles representantes de lo que en buena lid podemos llamar un shooting brake. El primero es este:
Efectivamente, el Mini Clubman es un shooting -correremos un tupido velo para tapar su portezuela lateral en el lado del acompañante- con una solución peculiar para el portón trasero, partido en dos mitades. Más largo que un Mini y con un maletero digno de ese nombre al que se accede desde la parte trasera mediante una puerta, doble en este caso. ¿Es deportivo? Sí. ¿Caben el spaniel y la escopeta? Caben. Shooting, pues.
Y el otro es este.
Sí, si hay un coche que a día de hoy interpreta de manera perfecta la esencia de los grandes shooting brake deportivos es el Ferrari FF. Su carrocería es de cupé deportivo con portón. ¿Que no hay un FF que no sea shooting? ¿Cómo que no? El F12 Berlinetta.
Conste que sobre este tema puede haber opiniones diversas y encontradas. Yo me he limitado a aportar la mía, basándola en una serie de ejemplos, pero si no estáis de acuerdo o queréis aportar algo, ahí están los comentarios para ello. ¿Quién empieza?
y la pregunta.. porque shooting brake y no shooting break?
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