¿Me pueden robar combustible del coche?

Robar combustible del coche se ha convertido en una práctica habitual. Con los precios de la gasolina y el diésel disparados, llenar el depósito se ha convertido en un gran gasto. Es por eso que el combustible ha pasado a ser un nuevo objeto de deseo para los amigos de lo ajeno.

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Aunque el hecho de que te vacíen el depósito puede suponer un gran disgusto, la peor parte reside en el estropicio que se puede originar en tu coche a causa de las técnicas utilizadas para robar combustible.

Las técnicas empleadas para robar combustible suelen ser las siguientes:

• Extracción del combustible con una manguera y una garrafa a través de la tapa del combustible

• Perforación del depósito, la más dañina

Con las nuevas tecnologías, cada vez es más difícil que los vehículos queden expuestos a situaciones de riesgo como esta, ya que cuentan con sistemas de bloqueo en la tapa del depósito, barreras que evitan que se pueda llegar al tanque con cualquier instrumento y válvulas de retención gracias a las cuales el combustible no subirá.

Por eso, lo más habitual suele ser que se haga algún tipo de alteración en el depósito, como por ejemplo, haciendo un agujero que permita la salida del combustible.

Reparar un depósito de combustible dañado será, sin duda, una avería importante. Los afectados por el robo de combustible tendrán que llevar el coche al taller y, según informan desde centros especializados, la reparación suele costar entre 300 y 600 euros.

Tomar ciertas precauciones dificultará que los ladrones puedan llevar a cabo sus prácticas. Lo más recomendable es que el coche siempre duerma en un parking y vigilado, pero dado que eso no es siempre posible, hay otras maneras de minimizar el riesgo.

En el caso de que tu vehículo pase la mayor parte del tiempo en la calle, lo mejor es no dejarlo demasiado tiempo estacionado en el mismo sitio, así como aparcarlo en lugares bien iluminados y con el depósito siempre del lado visible desde la vía.