El 5% de los accidentes de tráfico que se producen en España están relacionados con la ingesta de medicamentos. Así lo dice la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT) y la Dirección General de Tráfico (DGT). Reducción de los reflejos al volante, alteraciones visual y auditiva, confusión, somnolencia, sensación de vértigo, mareos, falta de coordinación… son algunos de sus efectos.
Es un dato a tener en cuenta porque el 30% de los conductores está en tratamiento farmacológico y, de éstos, el 60% toma dos o más medicamentos a la vez, según informa la DGT. Además, el 25% de los medicamentos autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) pueden afectar a la conducción principalmente causando somnolencia y/o reduciendo los reflejos al volante.
La función de los medicamentos es controlar o curar enfermedades y reducir los síntomas de las mismas, es decir, tiene un efecto terapéutico, pero no hay que olvidar que también tienen efectos secundarios adversos que se pueden incluso complicar si se combinan con otras sustancias, como pueden ser otros medicamentos, alcohol o drogas. Por eso, es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico, leer el prospecto y que el propio conductor tenga la información necesaria que le pueda ayudar a decidir si es seguro o no conducir después de haber tomado uno o más medicamentos.
Riesgos de los medicamentos en la conducción, ¿eres consciente?
Los Centros de Reconocimiento Médicos para conductores –regulados desde 1985- son los que evalúan las capacidades psicofísicas de quien se va a poner al volante. El poder o no conducir depende de varios factores y entre ellos están algunas enfermedades crónicas. Pero, ¿qué ocurre cuando tenemos un carnet de conducir en vigor y sufrimos alguna enfermedad o dolor que nos obliga a tomar medicamentos?
El conductor debe saber que las medicinas pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente
Es importante que el conductor sea consciente de que estas medicinas pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente poniendo en riesgo no solo su vida o la de los ocupantes de su coche, sino la de los demás usuarios. Por este motivo es fundamental comentar al médico su necesidad de conducir para que éste le ponga un tratamiento que reduzca los posibles efectos negativos en la conducción. Hay que poner especial atención en pacientes de edad avanzada, polimedicados, con patologías de especial riesgo, conductores profesionales o los que conduzcan más de 40 minutos seguidos al día.
El problema es que no todos los conductores son responsables con sus actos: “Yo no le digo nada al médico a ver si me va a prohibir conducir” o “A mí no me va a pasar nada, nunca me quedo dormido”. En España, además, hay cierto abuso en la ingesta de ciertos medicamentos, tal es así que desde junio se obliga a presentar receta en la farmacia para comprar una caja del antiinflamatorio Ibuprofeno 600 gramos, entre otras medicinas, debido al uso irregular que se hace de él.
Prevenir desde la consulta o la farmacia
Para evitar estos casos, Fernando Pérez Torralba, presidente de la SEMT, es firme cuando dice que “los profesionales de la salud deben actuar en la prevención de los accidentes de tráfico según las enfermedades”. La prevención en las consultas y en las farmacias es clave para evitar accidentes por la medicación, más aún cuando “recibir información sobre los efectos de un determinado medicamento en la conducción reduce un 45% la tasa anual de accidentes por cada 1.000 pacientes”, nos dicen desde la DGT. El problema es que el 30% de la población se automedica.
Una solución para informar sobre los efectos negativos a los conductores que van a iniciar un tratamiento o simplemente van a tomar algún medicamento de forma puntual ha sido añadir, desde 2007, un pictograma de alerta en el etiquetado de aquellas medicinas que producen somnolencia y no son adecuadas para la conducción. Este pictograma está representado por un triángulo rojo de peligro con fondo blanco y dentro la figura de un coche. Actualmente, el 20% de los medicamentos incluyen esta alerta, que no prohíbe conducir, pero sí advierte de sus riesgos. Ocho años después, en 2015, se aprueba incluir los posibles efectos en la conducción y recomendaciones generales en los prospectos de dichos medicamentos. El listado de medicamentos con pictograma se puede consultar aquí.
En el mismo sentido, desde la DGT trabajan con médicos, sanitarios y farmacéuticos para aumentar la prevención y que éstos informen a sus pacientes y clientes de los efectos en la conducción que tienen los medicamentos que tienen que tomar.
¿Qué enfermedad tienes? Efectos de los medicamentos
Ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos, medicamentos para dormir y algunos tratamientos oftalmológicos son los que más efectos negativos tienen en el conductor, principalmente porque dan sueño, reducen los reflejos y aumentan el tiempo de reacción. Aquí tenéis los medicamentos para tratar enfermedades que más afectan al volante, sin embargo, no hay que bajar la guardia de otros grupos de medicamentos que también pueden tener efectos secundarios:
TRASTORNO DEL SUEÑO (hipnóticos): somnolencia, disminución de la atención y de la capacidad de reacción.
PSICOSIS (antipsicóticos): somnolencia, mareos, agitación, cansancio.
PARKINSON (antiparkinsonianos): somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa, confusión.
MIGRAÑAS (antimigrañosos): somnolencia, mareos, debilidad.
EPILEPSIA (antiepilépticos): somnolencia, mareos, visión borrosa, fatiga, sensación de debilidad.
DIABETES (antidiabéticos): hipoglucemia.
ANSIEDAD (ansiolíticos): somnolencia, disminución de la atención y de la capacidad de reacción.
ANTIHISTAMÍNICOS (alergias): somnolencia, capacidad de reacción reducida, visión borrosa.
GRIPE Y CATARRO (antigripales y anticatarrales): somnolencia.
DEPRESIÓN (antidepresivos): nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación, visión borrosa.
AFECIONES OCULARES: visión borrosa.
DOLOR (analgésicos): somnolencia, disminución de la capacidad de concentración y de reacción, mareos.
¿Tomas medicamentos y conduces? Recomendaciones
En 2016 el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a iniciativa de la DGT, elaboró un Documento de consenso sobre medicamentos y conducción en España con información dirigida a la población general y a los profesionales sanitarios. En este documento se establecen las siguientes recomendaciones a seguir:
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¿Cuándo prestar especial atención?
•- Al comienzo del tratamiento o ante un cambio en la dosis
•- Cuando se toman varios medicamentos a la vez: cuanto mayor sea el número
de medicamentos que se consuman a la vez, mayor es la probabilidad de
experimentar efectos adversos y/o interacciones.
•- Si se consume alcohol: se debe evitar el consumo de alcohol mientras se toman
medicamentos (y no conduzcas después de haber consumido alcohol).
•- Si estás cansado.
•- Si eres una persona mayor.
¿Qué hacer?
•- Sigue las instrucciones de administración del medicamento que te ha indicado el profesional sanitario. No dejes de tomar la medicación por tu cuenta y, si tienes cualquier duda, consulta de nuevo.
•- Observa el efecto que el medicamento le produce: ¿siente somnolencia, debilidad, visión borrosa? Ten en cuenta cómo afecta el medicamento a tu capacidad para conducir; no dejes de usar el medicamento y no conduzca.
•- Según el tipo de medicación que estés tomando, evita conducir los primeros días del tratamiento o cuando te modifiquen la dosis.
•- Evita tomar alcohol cuando estás tomando medicamentos (nunca conduzcas después de haber consumido alcohol).
•- Toma la medicación con la dosis y en el horario que te haya indicado el profesional sanitario.
•- No te automediques.
•- Si tienes que conducir de forma habitual, indícaselo siempre para que el profesional pueda valorar la posibilidad de encontrar el medicamento que menos influya sobre tu capacidad para conducir.
Sólo el 25% de los conductores europeos reconocen haber conducido mientras tomaban medicación a sabiendas que puede afectar a la conducción, según la encuesta del proyecto ESRA sobre Actitudes de los Usuarios de las Vías publicado en 2018 y en el que participan 38 países.
Los efectos del alcohol y las drogas en la conducción son reconocidos por la mayor parte de la población, pero, sobre las consecuencias de los medicamentos todavía hay mucho por hacer para concienciar a los conductores y reducir los riesgos. “Hasta un 80% de quienes consumen a diario medicamentos que pueden influir en la conducción desconocen sus efectos”, según afirma la DGT.
Ahora, que es época de viajes por vacaciones y trayectos cortos por carreteras que no son las habituales, es recomendable tener en cuenta cómo nos puede afectar el consumo de medicamentos. En el enlace tienes algunos consejos para reducir la monotonía de conducir por autopistas, también te ayudará a evitar somnolencia y pérdida de concentración el llevar el habitáculo con una temperatura entre 21 y 23 grados, variar la velocidad periódicamente y parar a descansar cada dos horas o 200 kilómetros e hidratarse.