Visitamos el Museo Nacional del Automóvil de Turín (Italia), fundado en 1932 y uno de los museos de coches más antiguos del mundo. Expone 200 unidades de 80 marcas diferentes, agrupadas en diferentes secciones, siguiendo un itinerario a través de la historia del automóvil y la sociedad.
Aprovechando la visita a la pista del Lingotto, situada en la azotea de la antigua fábrica de Fiat, en Turin (Italia), acudí al Museo Nacional del Automóvil, que se encuentra a unos centenares de metros del histórico edificio de la Via Nizza.
Este museo se encuentra en un espacio recientemente remodelado, a orillas del río Po, que muestra en diversas plantas la historia del automóvil desde sus inicios. La exposición se organiza por secciones y a través de un itinerario cronológico en el que el visitante puede ver los coches, perfectamente conservados o bien restaurados, dentro del contexto histórico en el que nacieron. Es decir, las unidades expuestas se acompañan de imágenes, vídeos, y objetos de la época, que recuerdan que el coche ha formado y forma parte de la evolución de la sociedad, no es solo un medio de transporte o de culto.
Al entrar en el museo lo primero que encuentra es la Piazza, un enorme espacio de 1.000 m2 que el arquitecto Zino Zucchi, encargado de la transformacion de este museo, ha querido mantener para la celebración de todo tipo de eventos (conferencias, obras de teatro, conciertos, etc). En el momento de la visita había expuesta una hermosa colección de Lancias de preguerra. De hecho, este es un museo excelente si sois aficionados a los automóviles de principios de siglo hasta la segunda guerra mundial, pues la muestra es abundante y de calidad.
El itinerario cronológico comienza en la segunda planta de edificio, y a medida que avanzas vas descendiendo hasta el hall principal. La primera sección se dedica a los inicios del automóvil, y en ella podréis ver un primer carro de caballos convertido en automóvil movido a vapor, construido por el militar turinés Virginio Bordino.
A su lado se muestra una réplica de uno de los primeros coches eléctricos de la historia, el Jamais Contente, que nació con el objetivo de batir el record de los 100 km/h, en 1899.
De ahí se pasa a un garaje con 16 unidades de vehículos comprendidos entre 1891 y 1904, entre los que se encuentra un Peugeot Type 3 (el primer coche en circular en Italia), un Victoria (el primer modelo construido por Karl Benz) o un Fiat 8HP, el primer coche de carreras con motor frontal, entre otros.
En una sala anexa se exponen otros ocho automóviles que se caracterizan por lucir un diseño de sus carrocerías algo más evolucionado, por parte de constructores como Fiat, que a principios de siglo ya multiplicaba su producció con modelos como el Fiat 24/32 HP, Fiat Zero o Fiat 18/24 HP, todos ellos expuestos junto a unidades de constructores como De Dion & Bouton o Stae, este último con un modelo eléctrico de 1909.
En este museo también podréis ver el coche ganador de uno de los primeros rallys de la historia, el Pekín-París de 1907, un Itala de 45 CV con el que el príncipe Scipione Borghese, su mecánico Ettoer Guizzardi y el periodista Luigi Barzini, recorrieron 16.000 kilómetros en 60 días.
Antes de la llegada de la primera guerra mundial, ya se perfilaban coches de lujo como el Delage AB-8 o el Isotta Fraschini AN 20/30 HP, o bien otros con funciones también militares, como el Fiat Type 4, con motor de 6 litros.
La exposición de coches de los años veinte también es numerosa, la mayoría italianos: Spa 23S, Diatto 30, Issotta Fraschini 8 A, además de un Citroën C3 y un Rolls-Royce 40-50 HP, entre otros.
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Pronto el automóvil se vuelve más aerodinámico y algo más tecnológico (como ejemplo, se expone un Lancia Aprilia) y también un objeto fabricado en masa, como demuestran el Ford Willys, el Fiat 500 conocido por Topolino o el Austin Seven británico, entre otros.
No es este un museo de grandes deportivos, pero sí que podéis admirar un par de unidades de Cisitalia, diseñadas por Pininfarina. Se da tributo al diseño francés de berlinas como el DS, o a coches bien curiosos como el primer Fiat 600 Multipla o el BMW Isetta.
En una sección se recogen otros utilitarios de los años 50 como el popular Fiat 600, el 500 F o el Vespa 400. Tambien se hace referencia a la época hippie de los sesenta, con un curioso Citroën 2 CV con su carrocería pintada con flores. Y de ahí se pasa al otro extremo, con unidades de Ferrari expuestas como el 208 GTB, 308 GTB, Mondial, 365 GT4, Ferrari P6 y Ferrari BB (prototipo de 1968 y 1971 respectívamente) y más recientemente, el Ferrari Testarrossa de 1987.
El museo también dedica un apartado a los concepts de salón, y se expone el Sergio, concept dedicado a Sergio Pininfarina en 2013, o vehículos experimentales como el Studio CNR de 1978 o el Ethos de 1992.
Otras curiosidades que podéis encontrar allí es una unidad de F1 Sigma de 1969, el H2 Speed, un concept car de carreras de 2016 movido a hidrógeno, o una sección dedicada al automóvil de la antigua República Federal de Alemania, con varias unidades de Trabant y NSU.
Si disponéis de suficiente tiempo, debéis saber que el Museo Nacional del Automóvil de Turín cuenta también con un centro de documentación,con más de 8.000 volúmenes sobre la historia de la automoción.
También existe lo que denominan “open garage”, un espacio en el que se almacenan aquellos vehículos que están en proceso de restauración o se han retirado de la exposición por algún motivo. Este espacio puede visitarse previa reserva.
Solo puede disfrutar del museo durante unas horas, aunque la visita merece perder toda una mañana o una tarde para profundizar en todo lo que allí se muestra.
Existe una app (Mauto) en la que podéis consultar el contenido del museo, que además es muy práctica para ir leyendo la información de cada uno de los modelos expuestos y el tema que se trata en cada uno de los espacios.