Cambiar neumáticos cuando llega el frío
El verano ya forma parte del pasado y ahora debemos mirar hacia los meses venideros, que traerán consigo el frío y la nieve. Dichas condiciones meteorológicas en ningún caso tienen que afectar ni a nuestro placer de conducción ni, por supuesto, a los niveles de seguridad en marcha. Y es que debemos tener muy presente que los neumáticos, único punto de contacto del automóvil con la carretera, no sólo pierden efectividad sobre el pavimento mojado, nevado o helado, sino que también ven reducidas sus prestaciones cuando el termómetro baja de los siete grados. Por ello, en estas circunstancias, los expertos recomiendan cambiar el calzado del vehículo por unos neumáticos de invierno, fabricados con un compuesto de goma más blando y flexible, capaz de mantener sus propiedades a bajas temperaturas.
Un gran plus de seguridad
Con el frío, el compuesto de un neumático de verano se endurece y pierde su eficacia en cuanto a adherencia y tracción. En cambio, en estas mismas condiciones ambientales, los productos específicos invernales ofrecen un mayor agarre, una mejor motricidad y reducen la distancia de frenado (en algunos casos, hasta un 49% respecto a los neumáticos de verano). Asimismo, la escultura de su banda de rodadura, más recortada y profunda, consigue drenar mejor el agua y, por ende, disminuir el riesgo de sufrir aquaplanning. Su gran cantidad de laminillas en los tacos (hasta cinco veces más que en unos convencionales) consiguen mantener la adherencia en superficies deslizantes, tales como el agua o la nieve.
Además de ofrecer un mayor nivel de seguridad, los neumáticos de invierno pueden llegar a ser una alternativa a las cadenas. Tanto es así que está regulado en el Reglamento General de Vehículos por el Real Decreto 2822/1998 de 23 de diciembre: “Cuando sea obligatorio o recomendado el uso de las cadenas u otros dispositivos antideslizantes autorizados se deberán colocar, al menos, en el eje de las ruedas motrices dichas cadenas o dispositivos antideslizantes o bien utilizar neumáticos especiales".
Calzar bien las cuatro ruedas
A pesar de que la normativa hace referencia a las ruedas motrices, lo más recomendable es montar las cuatro. Se trata de un tema de seguridad, pues cuando un vehículo de tracción delantera calza neumáticos de invierno sólo en ese eje pierde adherencia en el trasero y aumenta el riesgo de trompos. Si el coche es de propulsión posterior y monta los neumáticos únicamente atrás se desequilibra en el eje delantero e incrementa el riesgo de pérdida de trayectoria en curvas.
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Los neumáticos de invierno se identifica con un pictograma que representa una montaña de 3 picos y un copo de nieve (3PMFS) indica que ha sido sometido a un test de comportamiento en condiciones severas de invierno. En el mismo flanco también se pueden leer el resto de características del producto (dimensiones, código de carga y velocidad, información de fabricación, etc.)
Además, numerosos talleres cuentan con un servicio que permite guardar los neumáticos de una temporada a otra. Lo ideal es montarlas de octubre a abril (cuando se produce el cambio de verano a invierno y viceversa)
Llevo utilizando neumaticos de invierno 10 años.Y mi experiencia es positiva.