A partir del 1 de mayo entra en vigor un nuevo etiquetado energético para los neumáticos en toda la Unión Europea. El objetivo es mejorar la información que se da la consumidor final sobre las características de los neumáticos incidiendo en capítulos como la eficiencia energética, la seguridad y la sostenibilidad.
Esta etiqueta va a ganar presencia en el punto de venta donde deberán informar correctamente a los compradores de neumáticos, por lo que es importante conocer bien las novedades y entender bien todos sus apartados.
¿A qué neumáticos afecta?
El nuevo etiquetado energético afecta a los neumáticos de vehículos turismos y SUV (C1), de vehículos comerciales ligeros o furgonetas (C2) y de camiones y autobuses (C3).
Quedan excluidos los vehículos offroad profesionales, motos y quads, de competición, agrícolas, neumáticos diseñados para vehículos matriculados antes del 1 de octubre de 1990, de hasta 10” o superiores a 25”, dotados de código de velocidad inferior a 80 km/h, de segunda mano salvo que sean importados de un tercer país, temporales de repuesto, neumáticos de clavos.
Así es la nueva etiqueta de neumáticos
En la nueva etiqueta se han reestructurado los apartados de resistencia de la rodadura y de comportamiento de frenado en carreteras mojadas, mientras que los niveles de ruido ahora se indican a través del número de decibelios y utilizando las letras A, B o C.
Con esta reestructuración, aquellos neumáticos que habían sido calificados anteriormente como clase E por su resistencia en la rodadura y su agarre en mojado serán ahora clasificados como clase D. Por otro lado, los que estaban en las clases F y G ahora serán asignados a la clase E. Con todo ello, se consigue que las etiquetas sean más claras y fáciles de interpretar.
Los usuarios podrán acceder a información adicional del neumático que hayan comprado a través de un código QR presente en la misma etiqueta y que le llevará a una base de datos de la Unión Europea sobre productos energéticos denominada EPREL.
Se añaden también dos pictogramas que indican si se trata de un neumático con adherencia para conducir con nieve (según las normas de homologación de la Unión Europea), en este caso el pictograma incluye un copo de nieve; y otro pictograma que indica si se trata de un neumático que ofrece una buena tracción en hielo (según los estándares de calidad ISO).
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Otros cambios que llegarán próximamente
Está previsto que se incluyan datos sobre el índice de abrasión y el kilometraje a la etiqueta una vez se defina un método de ensayo homologado.
También se extenderá el nuevo etiquetado a los neumáticos recauchutados.
¿Cuál es el objetivo del nuevo etiquetado?
Con esta nueva etiqueta para neumáticos la Unión Europea quiere ayudar a los consumidores a elegir los neumáticos más eficientes. Los neumáticos con una menor resistencia a la rodadura pueden suponer un ahorro importante en términos de coste de combustible. La nueva etiqueta contribuye además a la seguridad vial porque aporta mayor información sobre las distancia de frenado y sobre el agarre en mojado. También la información sobre el ruido reduce la contaminación acústica.
En este enlace te contamos cuándo cambiar los neumáticos y cómo elegirlos.
Los vendedores de neumáticos tendrán la obligación legal de informar al consumidor antes de la compra, de los valores del etiquetado ya sea mediante la etiqueta adhesiva o bien mostrando y/o dando acceso a la información de los neumáticos presupuestados a través de otros soportes físicos o digitales.
Los cambios del nuevo etiquetado se incluyen en el nuevo Reglamento de Etiquetado de Neumáticos 2020/740 en sustitución al Reglamento 1222/2009.
Aparte de eso del etiquetado, yo propondría que los testigos de desgaste fueran avisando con colores progresivos del nivel de desgaste. Si hay que cambiarlos a los 1,6mm, que a los 2mm aparecieran de color amarillo, a los 1,8mm de color naranja y a los 1,6mm se quedaran en rojo. Fácil para ver y fácil para comprobar, sin tener que andar con lo de la moneda o estar con el calibre para ver si el testigo está a nivel o todavía no y rascar un par de cientos de kilómetros.
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