Calor y solidaridad
La duodécima edición de las 24 Horas Ford, evento solidario disputado en el circuito del Jarama el viernes y el sábado pasados, estuvo marcada por dos factores: el intenso calor registrado, con más de 40 grados en el circuito y más de 50 dentro de algunos coches que circulaban sin aire acondicionado para buscar rebajar el consumo, y la emoción de las horas finales, con cuatro coches en la misma vuelta y varios cambios de posición en el tramo final.
La Fundación Apascovi-La Razón fue finalmente el ganador superando a los vehículos de la Asociación Aviación sin Fronteras-One Magazine y Fundación Pequeño Deseo-Centímetros Cúbicos, que terminaron en la misma vuelta. Los pilotos de estos tres coches cubrieron 546 vueltas al circuito del Jarama con los 215 litros de combustible que la organización estableció como tope para el desarrollo de la prueba y consiguieron para las respectivas ONG 38.000, 25.000 y 14.000 euros.
El coche de la fundación Juegaterapia-Car Magazine, en el que estaba representado Coches.net, terminó en la octava posición con 533 vueltas cubiertas después de recuperar dos plazas en el último relevo.
Las 24 Horas Ford son una carrera muy peculiar que precisa de grandes dosis de estrategia y regularidad por parte de los equipos. La composición de cada uno la decide la marca que asigna dos embajadores famosos a cada uno de los equipos. Estos embajadores, que acuden desinteresadamente a la cita, tienen un grado de implicación dispar. La mayoría cubren el primer relevo del equipo aunque hay algunos que no sólo cumplen el expediente de las fotos y se quedan hasta el final de la prueba e incluso realizan más turnos de conducción. Es el caso, por ejemplo, de la cantante Rosa, el Mago More o Carlos García-Hirschfield, muy implicados en sus respectivos equipos.
La idea de la carrera es administrar sabiamente los 215 litros de combustible por equipo (60 en el depósito inicial del coche y otros 155 en un bidón que custodian y manipulan unos eficientes empleados de BP). En base a ello, hay que fijar un consumo promedio para las 24 Horas y organizar el equipo sabiendo que habrá que cambiar un par de veces como mínimo los eficaces neumáticos Continental ContiSport de los coches, repostar en un mínimo de tres ocasiones y tener en cuenta que ningún piloto puede conducir durante más de una hora por turno, no puede hacer más de cuatro turnos en toda la carrera y debe descansar como mínimo tres turnos antes de volver a conducir.
Cada equipo cuenta con un coordinador (el nuestro era Luís Villaamil, toda una leyenda del pilotaje en este país) que es quién planifica la estrategia, intenta enseñar en unos rápidos entrenamientos a aquellos miembros del equipo que no han participado nunca en la prueba y que no han conducido nunca en circuito, y se las apaña para mantenerse 24 Horas con cuerpo y mente despiertos para llegar al final de la carrera en la mejor disposición posible.
La clave es lograr una "regularidad rápida", es decir, ser capaces de rodar en un tiempo predeterminado gastando el combustible acordado. Este año, con los Ford Focus ST diésel utilizados (el mejor coche de todas las ediciones de las 24 Horas sin discusión), lo ideal era buscar tiempos lo más próximos a los 2'30" gastando sobre 9 litros a los 100 km, lo que suponía ir bastante deprisa pero, con una conducción claramente económica, es decir, usando sólo de cuarta para arriba, cambiando sobre 2.000 vueltas como máximo y buscando no dar gas en algunas partes del circuito como, por ejemplo, la recta principal, que se realizaba "a vela".
Tener gente en el equipo que sea capaz de rodar con regularidad en los tiempos y consumos ideales es garantía de pelear por el triunfo. Si no se dispone de ello, las vueltas van cayendo irremisiblemente y remontar es misión imposible. Este año, admás, los equipos líderes -y el resto, por supuesto- tuvieron un nuevo elemento en contra de cara a planificar la estrategia; las bombas de extracción del combustible de los bidones tenían unos caudalímetros que se mostraron poco fiables.
Como ejemplo de ello, en nuestro equipo realizamos turnos de conducción lentos pensando que sólo teníamos en el bidón los seis litros que iban de los 149 que marcaba el surtidor a los 155 de capacidad del tanque pero, en el último repostaje cargamos 21 litros en lugar de esos seis, lo que nos permitió atacar a fondo en las dos últimas horas y remontar dos posiciones. Peor les fue al equipo clasificado en segundo lugar, que creía haber apurado los 155 litros en los tres repostajes realizados (su surtidor marcaba 157) y tenían todavía 8 litros no utilizados. Este equipo, el de Aviación sin fronteras, remontó en las últimas vueltas, tras repostar esos litros, de la cuarta a la segunda plaza con el piloto Marcos Martínez al volante pero les faltaron tres vueltas para dar caza a Apascovi.
Magnífico Focus ST
Mención aparte merece el coche de esta edición. Las 24 Horas se disputaban tradicionalmente con el Ford Mondeo (el año pasado se retrasaron hasta noviembre esperando la llegada del nuevo modelo) salvo en dos ediciones en que el protagonista fue el Focus Ecoboost de gasolina de 125 CV. Esta vez, Ford eligió el Focus ST diésel y la verdad es que fue una excelente elección.
El Focus ST es el coche más deportivo y más eficaz usado hasta ahora en esta prueba. Al excelente comportamiento dinámico habitual en toda la gama Focus, une un chasis muy bien puesto a punto y un excelente motor, con unos bajos magníficos y un consumo contenido. La diferencia en circuito con el Mondeo del año pasado era abismal. Con el mismo motor, el 2.0 TDCi de 180 CV, el chasis más rígido del Focus, su tamaño inferior y los 150 kilos menos de peso se notaban de manera notable.
Además, con el sistema de vectorización del par en el eje delantero, la tracción del Focus era óptima, sin el habitual subviraje crónico de los tracción delantera en circuito y sin las inercias que tanto afectaban al Mondeo, más pesado y con suspensión más blanda, en este tipo de ejercicios extremos (en esta carrera hay que pasar las curvas lo más rápido posible para no perder velocidad).
En definitiva, una edición más, la duodécima, de una carrera que se ha consolidado ya como uno de los grandes eventos solidarios del año y que este año tenía además otros atractivos como una concentración de diferentes clubs Ford en el padock del Jarama, unas 24 Horas virtuales con el videojuego Forza Motorsport 6 para Xbox One o la presentación de la gama Ford Performance que contó con la presencia, por primera vez en España, de la misma unidad del impresionante Ford GT que vimos en el Salón de Ginebra y que nos puso a todos los dientes largos.
Ford repartió este año 138.000 euros entre las once ONG representadas por otros tantos equipos y entre los vips que apadrinaron a los equipos y además de los citados había famosos de la talla de Antonio Resines, Jorge Sanz o Fernando Tejero, la modelo Estefanía Luyk y el cantante Nacho Cano. La marca ha entregado ya más de 1,4 millones de euros a más de 70 entidades en los doce años que lleva organizando esta carrera.
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En los siguientes enlaces os dejo las webs de las diferentes asociaciones y ONG participantes (seleccionadas por Ford entre más de 70 proyectos aspirantes) por si os interesa saber a que dedican sus esfuerzos y a que destinarán el dinero conseguido. De verdad que merece la pena echar un vistazo.
24 horas un ford a tope??? jojojo De las marcas menos fiables.