El Alpenglow esboza cómo serán los modelos Alpine del mañana, tanto de carretera como de competición. Es un modelo tipo concept car que abre el camino a nuevas soluciones sostenibles, entre ellas el uso del hidrógeno.
Se revela así la intención principal de la marca Alpine: una deportividad sostenible, incluyendo el hidrógeno, para sus gamas de carretera y de competición. El motor de hidrógeno prácticamente solo emite vapor de agua durante su combustión.
El habitáculo desvela un monoplaza en el que el conductor se encuentra en una posición central y rodeado por los dos depósitos de hidrógeno. Los dos depósitos «pontones», situados a ambos lados del habitáculo tienen forma de lágrima.
“Un coche deportivo inspirado en el motorsport, pero con una silueta única y elegante.” Esa es la promesa de Alpine. Inspirado en las carreras de resistencia, el volante geométrico del concept car invita al conductor a imaginar una experiencia de conducción deportiva. Las levas del cambio transparentes y retroiluminadas refuerzan la sensación de ligereza en un interior estilizado enfocado plenamente en la experiencia de conducción. La parte inferior del volante cuenta con dos selectores con varias funciones integradas que recuerdan directamente a los volantes de Fórmula 1. Estos selectores permiten que el concept-car tenga varios ajustes, como el “track control” o la frenada regenerativa. El volante también cuenta con un botón de adelantamiento para obtener más potencia.
Para arrancar el vehículo, el conductor dispone de una llave en forma de prisma que se introduce en el volante. Esta llave completa la pirámide central, que se ilumina al arrancar el coche y da vida al vehículo.
La firma lumínica del Alpenglow es una evolución futurista de la de los Alpine actuales, sin dejar de ser fiel a la identidad de la marca. En la parte trasera, las luces azuladas presagian el uso del hidrógeno como combustible puro. Con su forma abierta, estas luces estilizadas permiten que el vapor de agua emitido por la combustión fluya hacia el exterior. Al contacto con el aire, se proyecta una estela azul lo que confiere al concept car Alpenglow una sensación mágica y deportiva.
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Las llantas transparentes recuerdan a los copos de nieve. Al igual que el centro del volante, encapsula el hidrógeno y deja ver el logotipo de Alpine, reforzando la firma única de la marca.
El alerón trasero destaca por su total transparencia, que disimula su presencia y funcionalidad. Es un alerón móvil, lo que permite reducir la resistencia aerodinámica o generar más carga aerodinámica cuando haga falta. Diseñado para la competición, este prototipo utiliza alerones traseros muy largos para conseguir la mejor aerodinámica. Un guiño al coche de resistencia A220 de finales de los 60.
Con una longitud de más de 5 metros, una anchura de más de 2 metros y una altura de menos de 1 metro, el Alpengtlow tiene las proporciones de un coche de ensueño. Fiel a su tradición, el Alpenglow debía ser un coche ligero, y en este caso se ha apostado por el carbono y el carbono reciclado para responder a los retos del desarrollo sostenible.
La próxima generación de Alpine contará con tres modelos 100% eléctricos: un compacto deportivo (segmento B), un crossover GT (segmento C) y un sustituto del A110. En cada uno de ellos, la experiencia de conducción se centra en el conductor, la emoción y el placer de conducir.
Muy chulo, pero los coches de verdad son otra cosa.