Aston Martin pone broche de oro a una generación del Vantage realmente longeva. El deportivo “pequeño” de la firma británica dice adiós al modelo presentado en 2005 con una edición especial denominada V12 Vantage V600.
Aparte del hecho de no corresponderse con el nuevo Vantage -que Gerard Farré ya condujo sobre la nieve finlandesa en nuestro Winter Job- sino con el modelo saliente, esta edición recupera el apellido empleado por el V8 Vantage V600 del año 1998, que ya sorprendió con sus 600 CV de potencia -ah, mira, de ahí venía lo de ‘V600’- …pero también por su discutible diseño.
Y sí, obviamente en este caso está animado por un “doce cilindros en uve”, pero ni es el 5.2 bi-turbo de 608 CV que monta el nuevo Aston Martin DB11, ni tampoco exactamente el motor 6.0 atmosférico que en el V12 Vantage S entrega 573 CV de potencia. En realidad se trata de la variante de 600 CV -se veía venir- equipada por el Vanquish S, convenientemente adaptada al Vantage con una caja manual de 7 velocidades.
La carrocería de fibra de carbono destaca por su capó sobredimensionado y perforado, sus rejilla metálica de gran superficie, sus agresivos paragolpes y su enorme difusor trasero. El interior recurre nuevamente y con profusión al plástico reforzado con fibra de carbono, así como a los detalles perforados en el salpicadero, las contrapuertas y los asientos de tipo semi-bacquet. Desde luego, nadie puede dudar que esta criatura ha surgido del servicio de personalización ‘Q by Aston Martin’ (así bautizada en deliciosa referencia a la saga James Bond).
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La serie especial V12 Vantage V600 está limitada a 7 unidades con carrocería cupé y otras 7 de tipo roadster. La marca ya acepta pedidos y promete realizar las entregas en otoño de 2018. No hay precios oficiales, pero mucho me temo que sus compradores no serán de los que se plantean cuestiones tan mundanas.
