Como habéis visto en la intro del video, lo de hacer de James Bond no se me da muy bien. Sin embargo, he conducido un coche que ni siquiera él ha probado: el nuevo Aston Martin Vantage. Después de más de una década desde su aparición, el Vantage se renueva totalmente con tecnología de última generación, con un motor V8 de 510 cv y con una estética “de familia” pero con rasgos más agresivos.
Sigue siendo tan atractivo como siempre y mantiene la elegancia y el estilo de sus predecesores, pero ahora se muestra algo más radical y con unas medidas un tanto diferentes. Mide 4,46 metros de largo, 1,27 de alto, 1,94 de ancho y tiene una batalla de 2,70 metros. Faros afilados de Led en el frontal, un capó prominente y un techo con mucha caída, son señas de identidad del nuevo Vantage.
Elegante y agresivo
En la parte frontal destaca una entrada de aire colocada muy baja que llega hasta el spliter inferior. Es una evolución de la clásica parrilla de Aston Martin pero con un estilo más radical. Los pasos de aire en los laterales dirige el aire hacia la parte trasera donde encontramos, para mi, la zona mas bonita del coche. Los finos pilotos traseros de Led unidos por una fina tira también de Led, las salidas de escape y el gran el difusor, le dan un aspecto tremendo.
La aerodinámica fue un apartado fundamental a la hora de diseñar el Vantage. El spliter delantero dirige el flujo de aire por debajo del coche para que el difusor trasero se alimente de aire limpio, mientras los anchos pasos de rueda traseros y la forma del portón, generan una fuerza descendente importante a alta velocidad. Tanto el spliter delantero como las taloneras laterales y la zona donde se alojan las salidas de escape son de fibra de carbono. Las llantas son de 20” y montan unos Pirelli desarrollados específicamente para este modelo en medidas 255/40/20 delante y 295/35/20 detrás. Desde luego, descalzo no va…
Un biplaza cómodo
En su interior el estilo deportivo y calidad está presente en todo el habitáculo. La posición de conducción es más baja y el espacio es mayor que en el anterior Vantage. Utiliza materiales como el cuero y la Alcantara, pero cuenta con un sin fin de opciones de personalización. El volante es casi "cuadrado", las levas del cambio son grandes y el tablier, cuadro de instrumentos y consola central nada tienen que ver con su antecesor. Los mandos del selección de marchas están ahora en la consola central y en la parte superior sobresale una pantalla multimedia de 8” que se maneja con el mando táctil situado también en la consola.
Aunque es un coche muy deportivo, Aston Martin no ha olvidado el confort del cliente y lo demuestra ofreciendo la posibilidad de disponer de asientos ventilados y calefactados, un sistema de infoentretenimiento de última generación, conexión a iphone y Ipod, Bluetooth, conexiones USB, un equipo de sonido de alta gama y la posibilidad de personalizarlo con diferentes diseños de llantas, colores y acabados interiores en fibra de carbono, en madera natural o aluminio.
Más a la vista
El nuevo cuadro de instrumentos lo compone una esfera central -que cambia de color según el modo de conducción escogido- en el que se visualiza muy bien el cuentavueltas, el indicador de velocidad y el del cambio-. A cada lado del indicador principal, dos pantallas con la indicaciones del ordenador de abordo, el combustible, temperatura de agua, etc y en la parte inferior los indicadores de los modos de conducción y del tarado de la suspensión.
Los botones de la radio, el teléfono, control de estabilidad y navegador, están repartidos a ambos lados de la consola central, mientras que en los laterales de ésta, se encuentran los botones de regulación de los asientos. En cuanto a capacidad, el nuevo Vantage dispone de un maletero con unos buenos 350 litros y un espacio adicional tras los asientos para dejar pequeños objetos o los abrigos.
Motor efectivo
Y llega el momento más deseado. El de probarlo, exprimir todo su potencial y disfrutar de sus cualidades. Aston Martin ha buscado obtener un centro de gravedad lo más bajo posible y un reparto de peso entre ejes de prácticamente 50:50 y para ello ha situado el motor V8 biturbo lo más atrás posible ubicándolo tras el eje delantero y prácticamente bajo el parabrisas y el salpicadero. El motor de origen Mercedes AMG, que montan varios modelos de la firma alemana y ahora el Vantage, dispone de 510 cv a 6.000 rpm y un par máximo de 685 Nm entre 2.000 y 5.000 rpm, que le permiten alcanzar los 314 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,7 “.
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Su respuesta es muy buena. Tiene una entrega de potencia contundente a partir de 3.000 rpm y se estira de manera muy uniforme hasta llegar al corte de inyección. Conducirlo en la zona alta del cuentavueltas es un lujo, la verdad. Por su parte, el cambio ZF de 8 marchas se muestra muy rápido tanto subiendo como bajando marchas y, en modo Track, no permite que entre otra marcha cuando llega al corte. Algo que se agradece y que otros deportivos no contemplan. El consumo circulando a velocidad legal no llega a los 10 litros a los 100 km, aunque es una cifra fácil de duplicar en carreteras de montaña.
Chasis y electrónica
El chasis es una evolución del empleado en el DB11. Es de aluminio incorpora un 70% de pieza nuevas y el subchasis va anclado directamente. Cuenta con amortiguadores pilotados con tres niveles de dureza y los Sport, Sport + y Track. Pero la gran novedad es que por primera vez, un Aston Martin dispone de un diferencial trasero electrónico que le permite ser más efectivo ante las pérdidas de tracción. Este diferencial E-Diff va asociado al ESP, puede pasar de estar totalmente abierto a bloqueado al 100 % en cuestión de milisegundos y reacciona en función del comportamiento del coche.
Pare ello, envía par a la rueda que mejor lo pueda gestionar, optimizando de este modo el rendimiento y haciéndolo más efectivo a la hora de acelerar a la salida de los virajes. Por su parte, la estructura de aluminio del chasis tiene mucho que ver con que se haya conseguido un peso de 1.530 kg que le permite trasmitir una buena sensación de agilidad. Ahora es bastante intuitivo y se siente vivo en la entrada a los virajes, aunque hay que reconocer que en zonas enlazadas no es donde se encuentra más a gusto. La frenada está confiada a unos discos de 400 mm con pinzas de seis pistones delante y discos de 360 mm con pinzas de cuatro pistones detrás que, si bien se muestra efectiva, tiene un tacto de pedal demasiado blando.
Sensaciones y efectividad
En modo Track, el Vantage me ha parecido un coche muy efectivo y rápido. El largo morro entra con rapidez, tiene un paso por curva muy elevado y buena tracción. Si quieres ir tranquilo es cómodo y fácil de conducir. Si decides ir más ligero con la suspensión en su tarado más duro, disfrutarás a lo grande con una sensación de seguridad elevada y una ausencia casi total de subviraje, ya que los controles no dejarán nada al azar.
Pero si decides buscarle las cosquillas, conectas el modo Track y desconectas totalmente los controles desde el botón de la consola, entonces conocerás al verdadero Vantage. Quizá sea una combinación muy radical para ir por carreteras reviradas y, aunque es un mundo de sensaciones cuando aceleras con decisión y la parte trasera empieza a deslizar, es mejor esperar a estar en un circuito para comprobarlo.
Preparado
El nuevo Vantage va a permitir a Aston Martin seguir contando con un modelo de referencia. Con una estética elegante pero más agresiva que la de su antecesor, unas muy buenas prestaciones, una tecnología de ultima generación y un precio de 178.000 €, esta en disposición de enfrentarse a rivales tan importantes como el Mercedes AMG GT S, al Porsche 911 Turbo o al Audi R8. ¿Podrá vencerlos sin la ayuda de James Bond?
Es precioso , clase y deportividad 100 , puedes ser un enfermo de la velocidad o ir a cenar y con estilo , es flipante , Es muy 007.