Audi A1 y A1 Sportback

A nivel estético no es demasiado fácil distinguir el restyling al que ha sido sometido el Audi A1, Singleframe, faros delanteros y pilotos traseros son algunos de los elementos clave que nos permitirán reconocerlo a simple vista. Unos elementos que ya habíamos visto en el nuevo S1 desvelado en febrero de 2014.

No obstante, las novedades importantes las encontramos bajo su capó. El desaparecido A2 ya había montado una mecánica de 3 cilindros con tecnología TDI, la primicia reside en el 1.0 TFSI, el primer motor gasolina de 3 cilindros que jamás se monta en un Audi.

Tales son las prestaciones y suavidad del 1.0 TFSI que no me extrañaría verlo pronto en un A3. De hecho los responsables de la marca hicieron un silencio incómodo cuando les preguntamos por esta última posibilidad. Modelos compactos como el Ford Focus ya montan un 3 cilindros así que no es para nada descabellado.

Los diseñadores de Audi parece que no se han devanado los sesos en demasía a la hora de dar forma al restyling del A1. Los faros delanteros que ahora opcionalmente pueden ser Xenon Plus y los pilotos traseros con tecnología LED son sus principales señas de identidad.

El famoso Singleframe, que identifica a todo modelo fabricado por Audi, ahora es más ancho y más bajo a la vez que presenta más aristas en detrimento de líneas curvas. En los parachoques también se aprecian cambios en los faros anti-niebla, entradas de aire de mayor tamaño delante y un difusor de aire integrado detrás. Estas modificaciones en parachoques han hecho que su carrocería ahora sea 2 centímetros más larga llegando a 3,98 metros.

Son dos las líneas de equipamiento que se ofrecen con el nuevo A1: Sport y Design. Mientras que la primera busca ofrecer un look algo más dinámico y deportivo con la segunda se aspira a un estilo más sobrio y elegante. Evidentemente no podía faltar el kit S Line con el que los clientes pueden dotar al A1 de una estética más racing.

Una de las sorpresas con las que me encontré en la presentación de Mónaco fue el kit de carrocería bautizado como active kit. Protecciones en plástico sin pintar se encargan de proteger los parachoques, los bajos de carrocería y los pasos de rueda.

Esta opción aporta un look campero al estilo del que estamos acostumbrados a ver en A4 y A6 allroad. A diferencia de éstos dos últimos el A1 sigue siendo un automóvil de tracción delantera, sólo S1 y S1 Sportback son tracción integral.

17 diseños de llantas con medidas entre 15” y 18”, 12 colores de carrocería, 19 tapizados de cuero/textil para el interior y demás posibilidades de configuración hacen que existan más de 1 millón de combinaciones posibles para el A1. ¡Todo ello sin contar las opciones!

Desde que el A1 llegó al mercado en 2010 se han comercializado 500.000 unidades. Actualmente sigue siendo el utilitario Premium con el habitáculo más confortable y el mejor maletero con diferencia. Ni FIAT 500, ni MINI, ni Opel Adam pueden decir lo mismo en lo que a habitabilidad se refiere.

Los cambios en el interior se concentran en algunas inserciones cromadas, iluminación LED y en la posibilidad de contar con MMI Plus con control por voz y visión 3D en el navegador. Mediante el teléfono integrado de Audi connect se puede disfrutar de una red Wifi para los ocupantes del vehículo así como escuchar música por streaming o bien contar con navegación por Google Earth con función Street View inclusive.

El asiento del conductor ofrece gran número de posibilidades de regulación y la columna de dirección es regulable tanto en altura como en profundidad con lo que adultos de todas las tallas pueden encontrar su postura ideal al volante del A1. Detrás, la segunda fila es también cómoda, con una buena anchura y altura libre al techo.

El maletero presenta unas formas rectangulares muy aprovechables. El piso queda enrasado con la boca de carga y dispone de redes de fijación de equipaje siempre útiles. En configuración de 4 plazas ofrece 270 litros, un volumen que podemos incrementar hasta 920 litros si abatimos los respaldos traseros.

En la prueba dinámica que tuvo lugar en el Beach Club de Mónaco tuve la oportunidad de conducir toda la gama A1, tanto en carrocería de 3 puertas como la Sportback de 5. Además de toda la oferta mecánica (6 motores) también había unidades con cambio manual y con caja S-Tronic de 7 relaciones.

El motor gasolina menos potente de la gama es el nuevo 1.0 TFSI, el primer 3 cilindros gasolina que monta Audi en un modelo. Con una potencia de 95 CV, un consumo anunciado de 4,3 l/100 km y unas emisiones de sólo 99 gramos es una interesante alternativa al diésel. Lo probé en un recorrido de aproximadamente 40 kilómetros y debo decir que me sorprendió gratamente, es muy poco ruidoso y suave para ser un 3 cilindros.

En mi prueba logré un consumo medio de 5,1 l/100 km, una cifra muy baja que se acerca bastante a lo que el anuncia el fabricante. Tiene punch y cierta garra, algo que me gustó mucho. El motor Tce de 90 CV del Renault Twingo que probé hace poco no es para nada tan vivo en su respuesta como el del Audi.

El 4 cilindros 1.4 TFSI de 150 CV cuenta la tecnología Cylinder On Demand que hasta la fecha había probado en modelos como S6, S8 y RS6, mientras que en estos últimos se desconectas 4 de sus 8 cilindros, en el A1 son 2 de sus 4 cilindros los que se detienen para reducir el nivel de consumo. El cambio es apenas perceptible y prácticamente sólo te das cuenta de ello por un mensaje del ordenador del coche.

Las prestaciones más que destacables se combinan con unos ajustados consumos. Sin duda alguna, esta es una de las mecánicas más equilibradas de la gama y una de mis preferidas. Incluso el 1.4 TFSI de 125 CV se muestra también ideal para el A1. Suave, silencioso, con un buen nivel de empuje y un consumo contenido.

Con la ausencia de las versiones S1 (231 CV) el modelo más potente que Audi llevó a la prueba de conducción monegasca fue el 1.8 TFSI con 192 CV. Para probarlo escogí la carretera de montaña que va desde Mónaco hasta el pueblo francés de La Turbie. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanza los 234 km/h de punta. Todo ello con con un reducido consumo medio de 5,6 l/100 km.

Con un diferencial autoblocante mecánico sería simplemente perfecto, lástima que no esté disponible ni como opción. Sin él es complicado aprovechar todo el potencial de su motor turbo. En la salida de los virajes siempre sufre de torque steering, la gran entrega de par mueve la dirección. Con la electrónica activada es completamente seguro y muy fácil de llevar, la lástima es que no puedes extraerle todo el jugo.

En lo que a chasis se refiere el 1.8 TFSI cuenta con un equipo de suspensión deportiva eficaz a la vez que confortable. El equipo de frenos está a la altura y permite aprovechar las prestaciones del motor. La caja de cambio S-Tronic es muy rápida en modo manual tanto con las levas como con la palanca, si bien, la posición deportiva automática “S” es perfecta.

La servodirección electromecánica es otra de las novedades del A1 pero no es uno de sus puntos fuertes. Mientras que en ciudad se muestra muy cómoda y fácil de manejar, en carretera no ofrece todo el feedback que uno esperaría, sobretodo en la versión más deportiva como es el caso del 1.8 TFSI de 192 CV.

El 1.4 TDI de 90 CV también de 3 cilindros no es tan fino como el gasolina pero si lo es más que en el Skoda Fabia. El nivel de insonorización del habitáculo hace apenas lleguen ni vibraciones ni rumor a los ocupantes. Con 230 Nm disponibles entre las 1.500 y 2.500 rpm ofrece además una buena capacidad de recuperación desde muy abajo.

Llevé a cabo un recorrido eminentemente por ciudad con lo que el ordenador marcaba un consumo de 5 l/100 km. Supongo que combinando carretera y autovía la cifra puede quedar alrededor de los 4 l/100 km sin problema.

Espero poderlo probar pronto para hacer más kilómetros con él y de paso comprobar su consumo real. El fabricante de los cuatro aros anuncia 3,4 l/100 km y unas emisiones de 89 gramos de CO2 por kilómetro. Las prestaciones no están nada mal con una punta de 182 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos.

El último motor de la gama es la segunda motorización diésel, el 1.6 TDI de 116 CV, una potencia que llega de forma continua entre las 3.500 y 3.800 rpm. La cifra de par máximo es de 250 Nm entre 1.500 y 3.200 rpm. El consumo medio es de 3,5 l/100 km y las emisiones son de 92 gramos de CO2 por kilómetro. Las prestaciones no están nada mal con una punta de 200 km/h y una aceleración desde parado hasta 100 km/h en 9,4 segundos.

En lo que a chasis se refiere el A1 ofrece un brillante compromiso entre confort y agilidad. La ligereza del conjunto y la buena puesta a punto de sus trenes rodantes hacen que sea divertido de conducir en carretera y la mar de cómodo en ciudad.

La gama de opciones se ha ampliado de la mano del Audi drive select, un sistema mediante el cual con apretar un botón modificamos la respuesta del acelerador, la dirección y la respuesta del cambio en caso de contar con caja S-Tronic. Tres son los modos que nos ofrece: efficiency, auto y dynamic.

La nueva gama A1 llegará a los concesionarios españoles en febrero de 2015 con una horquilla de precios en lo que a motorizaciones gasolina se refiere que va desde los 17.500 euros del 1.0 TFSI hasta los 35.685 euros del S1 Sportback.

La oferta diésel va desde los 19.200 euros del 1.4 TDI hasta los 25.390 euros del 1.6 TDI con carrocería Sportback. La diferencia media de precio entre la carrocería de 3 puertas y la Sportback de 5 es de aproximadamente 700 euros.

Este no es el utilitario más económico del mercado, no obstante, si es uno de los más lujosos, mejor acabados y más confortables. Si buscas un coche pequeño con soluciones tecnológicas de segmentos superiores, que sea práctico y cómodo, el A1 es tu mejor opción.