¿Sedán o familiar? La decisión es vuestra
Cuando el nuevo Audi A4 fue revelado a finales del mes de junio, la marca no quiso esperar ni un segundo para mostrarnos la variante Avant. De hecho, las primeras fotografías oficiales ya nos mostraban tanto la carrocería sedán como la familiar. Y esta decisión tiene todo el sentido del mundo: dado que la versión Avant es la favorita en algunos de los principales mercados en los que Audi está presente, merecía la pena lanzar ambos modelos de manera conjunta. Más aun sabiendo que Mercedes-Benz ya tiene en el mercado hace tiempo el nuevo Clase C Estate y que, a su vez, BMW también ha actualizado el Serie 3 Touring.
Tan rápido está siendo el despliegue del A4 que en el pasado Salón de Frankfurt ya fueron presentadas las ediciones deportivas S4 y S4 Avant que llegarán en 2016. Hasta entonces, al menos, ya hemos tenido ocasión de conducir el nuevo Audi A4 sedán, y ahora le ha llegado su turno al Audi A4 Avant. Puesto que mi compañero Gerard Farré ya trató con detalle todas las novedades que trae la berlina, procuraré centrarme en lo que atañe al modelo familiar; variante de carrocería que, si aceptáis mi opinión, resulta (un poquito) menos continuista por diseño que la sedán.
Más ligero y espacioso que antes -aunque no lo parezca-
Obviamente, ambas carrocerías toman como base la misma plataforma, llamada MLB evo, que como sugiere su nombre supone una evolución sobre la plataforma modular MLB para motores en disposición longitudinal. Por tanto, el A4 declina hacer
La habitabilidad de sus plazas traseras y el maletero han mejorado claramente.
uso de la cada vez más extendida plataforma MQB para motor transversal que sí emplean por ejemplo el Volkwagen Passat y los Skoda Octavia y Superb.
El nuevo A4 Avant cuenta con unas dimensiones exteriores idénticas a las del A4 sedán. Comparado con el modelo anterior, su altura sigue siendo la misma (1,43 m), si bien el nuevo modelo es 2,4 cm más largo (4,72 metros en total) y 1,6 cm más ancho (1,84 m). La distancia entre ejes también aumenta ligeramente hasta los 2,82 m, un incremento de 1,6 cm que ayuda a ganar espacio en las plazas traseras. Los pasajeros también disfrutarán de mayor altura libre para la cabeza, gracias a que el aumento de longitud ayuda a mantener algo más elevada la línea del techo.
Después de sentarme en la fila posterior, puedo decir que su habitabilidad ha mejorado claramente; pero las cosas como son: pese a ser un coche homologado para cinco ocupantes, quien deba utilizar la plaza central se va a encontrar con un túnel de transmisión enorme e incómodo. En la práctica, el Audi A4 es un automóvil con sólo cuatro plazas útiles.
Se agradece el aumento de capacidad del maletero hasta los 505 litros (15 más que antes), que bastan para superar a sus dos rivales alemanes. Aunque no hablamos de cifras muy altas, el maletero se beneficia de una boca de acceso de formas muy rectas –como también son las del interior- y de un plano de carga razonablemente bajo. Además presenta huecos separados por redes, gomas de sujeción y dos largos raíles situados a ambos lados del fondo, que a su vez es reversible para facilitarnos el transporte de objetos húmedos o que puedan dañar el tejido.
El espacio de carga alcanza los 1.505 litros si abatimos los asientos traseros, que por desgracia no quedan enrasados del todo con el fondo del maletero. Cada uno de los respaldos puede ser plegado de manera individual, incluso desde el propio maletero gracias a las palancas destinadas al efecto. El portón cuenta de serie con accionamiento eléctrico -opcionalmente, también con función manos libres (se abre pasando el pie por debajo del paragolpes)-; y como curiosidad, la apertura del portón activa a su vez la retracción eléctrica de la bandeja flexible que cubre la carga.
Dos de los aspectos en los que ha mejorado el nuevo Avant son el aerodinámico, que ahora marca un Cd de sólo 0.26 (el sedán lo lleva hasta 0.23) y el del peso en la báscula, que se rebaja en 120 kg de promedio. Esta importante reducción de masa es consecuencia del empleo de nuevas técnicas de moldeado de acero más rigidas, con mayor presencia de piezas forjadas, así como el aumento proporcional de componentes fabricados en aluminio, tanto para la carrocería como para las suspensiones. Pero también se ha ganado ligereza trabajando sobre otros elementos como cajas de cambio, árboles de transmisión, palieres e incluso los asientos.
A partir de aquí, el resto de características coinciden con las del Audi A4 sedán, por lo que de nuevo os remito a visitar la información inicial que nos trajo Joan Dalmau y nuestro contacto con el Audi A4. Pero antes de trasladaros mis primeras sensaciones al volante del nuevo A4 Avant, demos un rápido repaso a las diferentes configuraciones mecánicas que ofrece.
Hasta siete motores para elegir
Al inicio de su comercialización, la familia de motores (todos ellos turboalimentados, Euro 6 y con sistema de parada y arranque automáticos) comprende siete opciones en total, que en promedio han logrado reducir el consumo homologado en un 21 por ciento, con un aumento de potencia del 25%. La gama de gasolina comienza por el 1.4 TFSI de 150 CV, el único motor por debajo de los dos litros de cilindrada, que sustituye al anterior 1.8 TFSI. Se sitúan por encima dos variantes sobre el bloque 2.0 TFSI, de 190 y 252 CV respectivamente.
Su gama de motores comprende tres mecánicas de gasolina y cuatro diésel.
El motor de acceso a la gama diésel, que en nuestro país debe convertirse en el más vendido, es el 2.0 TDI de 150 CV, que ofrece además una variante ‘ultra’ orientada a obtener una mayor eficiencia. Sobre el mismo bloque de dos litros tenemos otra versión de 190 CV, mientras que el el 3.0 V6 TDI da lugar a otras dos opciones, una de 218 CV y otra de 272 CV; siendo esta última, a falta de que llegue el Audi S4, la motorización más potente de todas las disponibles.
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Una nueva caja de cambios manual, 16 kg más ligera que la anterior, es de serie para todos los motores de cuatro cilindros. La caja automática de doble embrague S tronic de 7 relaciones está disponible como opción para todos ellos y viene de serie en el 3.0 TDI de 218 CV. El diésel de 272 es el único en adoptar la caja tiptronic de tipo convertidor de par con ocho velocidades. Adiós, por tanto, a la vetusta multitronic de variador continuo. Como siempre, existe la posibilidad de incorporar el sistema de tracción integral quattro, que es de serie en los modelos más potentes.
Probamos dos versiones distintas pero con mucho en común
Durante la jornada de test dinámicos, que discurrió por bonitas carreteras entre los viñedos de la Provenza (Francia), tuve ocasión de conducir dos variantes del nuevo Audi A4 Avant, una diésel y otra de gasolina. A pesar de contar con esquemas motrices bien distintos, ambas coincidían en ofrecer un exquisito equipamiento –suele suceder con las unidades puestas a disposición de la prensa- y unos acabados impecables. Además, por lo que he podido comprobar, el aislamiento acústico del habitáculo es extraordinario: francamente, no me había sentado en coches tan silenciosos de segmentos inferiores al del Audi A8 o el Mercedes-Benz Clase S.
El A4 Avant, desde luego, conserva ese al que suele asociarse, más todavía después de su cura de adelgazamiento. La calidad de rodadura me ha parecido de alto nivel, con la doble virtud de ofrecer gran confort al circular en línea recta y un notable dinamismo en zonas curvas. Aunque todo sea dicho, las dos unidades que conduje contaban con suspensión adaptativa, que permite elegir entre diferentes niveles de dureza.
En cuanto al puesto de conducción, quiero destacar la comodidad de los asientos –ya sean estándar o de corte deportivo-, la buena visibilidad en general y la utilidad del cuadro de instrumentos digital Audi virtual cockpit, similar al del TT y el Q7, y que incluye una vista de mapa realmente práctica. Esto enlaza con un punto negativo -al menos para mi gusto- relacionado con la ergonomía. El enfoque de Audi para la postura del conductor es opuesto al de Peugeot: mientras la casa francesa emplea un volante muy pequeño y en posición baja para que la instrumentación quede a la vista por encima, los diseñadores de la marca alemana prefieren optar por un volante en posición elevada y con gran diámetro y, dejando la vista de la instrumentación a su través. Como digo, cuestión de gustos.
Conduje en primer lugar el diésel 2.0 TDI de 150 CV, ya que como decía es el que cuenta con una mayor previsión de entregas en nuestro país. Esta unidad de tracción delantera correspondía a la versión eficiente ultra, que promete un consumo homologado de sólo 4 l/100 km con unas emisiones de 114 g CO2. Sobre el rendimiento del motor en sí no tengo ninguna queja: de hecho, creo que cumple sobradamente para cualquier uso, siempre que no busquemos grandes sensaciones. El problema de la versión ultra es que entre sus peculiaridades está la de prolongar -más si cabe- los desarrollos de la caja de cambios. Sí, por un lado esto ayuda a rebajar consumos, pero por otro penaliza evidentemente tanto a la aceleración como a las
Calidad de rodadura de alto nivel con un aislamiento acústico extraordinario.
recuperaciones. El A4 Avant 2.0 TDI ultra de 150 CV no me ha parecido lento, desde luego, pero se ha quedado algo por debajo de mis expectativas.
Justo lo contrario de lo que pude experimentar con el gasolina 2.0 TFSI de 252 CV con tracción quattro y cambio automático S tronic de 7 velocidades. Una máquina totalmente diferente y que me permitió intuir las buenas cualidades dinámicas que atesora el A4. Con esta combinación de motor y cambio, la berlina familiar se siente ágil y liviana, aparte de ofrecer una muy buena sensación de control y eficacia. Sólo pude hacer unos cuantos kilómetros al volante de este coche, suficientes para percibirlo como la opción más atractiva del lote (a falta de probar el más potente 3.0 V6 TDI de 272 CV) pero muy pocos como para sacar conclusiones definitivas. En la presentación del A4 sedán pudimos probar también los gasolina 1.4 TFSI de 150 CV y 2.0 TFSI ultra de 190 CV, así como el diésel 2.0 TDI ultra de 190 CV, artículo al que os remito para más información.
Ya a la venta desde 35.010 euros
El Audi A4 Avant ya ha salido a la venta en los concesionarios españoles, y las primeras entregas a clientes se realizarán a lo largo del mes de noviembre. Además del modelo básico, la berlina familiar está disponible con tres líneas de equipamiento: Advanced edition, Design edition y Sport edition. La lista de precios queda como sigue:
Audi A4 Avant 1.4 TFSI 150 CV 35.010 € Audi A4 Avant 1.4 TFSI 190 CV S tronic ultra 41.120 € Audi A4 Avant 2.0 TFSI 252 CV quattro S tronic 48.740 € Audi A4 Avant 2.0 TDI 150 CV 36.540 € Audi A4 Avant 2.0 TDI 150 CV S tronic 38.760 € Audi A4 Avant 2.0 TDI 190 CV 39.540 € Audi A4 Avant 2.0 TDI 190 CV S tronic 41.760 € Audi A4 Avant 2.0 TDI 190 quattro CV S tronic 44.190 € Audi A4 Avant 3.0 TDI 218 CV S tronic 46.340 € Audi A4 Avant 3.0 TDI 218 CV quattro S tronic 48.770 € Audi A4 Avant 3.0 TDI 272 CV quattro tiptronic 54.610 €
A propósito. Esta renovación de producto supone una buena oportunidad para buscar una oferta de ocasión. En coches.net podéis elegir entre más de 1.000 unidades de Audi A4 Avant de segunda mano.
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