Audi muestra en el Salón de París el prototipo Crosslane Coupé, un SUV compacto que podría acabar derivando en un futuro Audi Q2, aunque en la casa alemana informan que se trata de un vehículo para mostrar las formas de los futuros modelos Q. Mide 4,21 metros de largo, 1,88 m de ancho, 1,51 m de alto y presenta una batalla de 2,56 metros. A primera vista, la carrocería transmite una imagen bien robusta. El frontal está dominado por la característica parrilla Singleframe de Audi acompañada por grandes entradas de aire y los faros trapezoidales con tecnología LED Audi Matrix. En los laterales predominan los bordes horizontales bien marcados sobre las grandes ruedas con llantas de cinco radios. La tapa del depósito de gasolina se ha colocado en una posición más elevada de lo normal, en el montante C. En la zaga se puede observar un diseño de los pilotos bien estilizado junto con un difusor debajo del paragolpes y un spoiler en la parte alta del portón. El techo puede desprenderse y guardarse en el maletero. El Audi Crosslane Coupé ofrece una configuración 2+2 plazas en su interior. Recoge el testigo del lenguaje de formas del exterior con la incorporación de figuras geométricas claras. La cubierta de los instrumentos y la rejilla de los difusores de aire, por ejemplo, se asemejan a la forma del trapecio. El material dominante en el interior es el CFRP (material plástico reforzado con fibra de carbono) que se combina a la perfección con otros elementos confeccionados en aluminio. Los ocupantes de las plazas delanteras disponen de dos asientos deportivos con regulación eléctrica y reposacabezas integrados. La consola central alberga una gran palanca de selección que emerge eléctricamente al arrancar el vehículo con la que se puede gestionar el sistema de propulsión híbrido. También se puede manejar desde la pantalla táctil situada sobre la consola central. Fuente: Audi
De relevancia
Destacamos: Motor híbrido y nuevos materiales de fabricación
El sistema de propulsión híbrido enchufable, denominado híbrido Dual Mode, está compuesto por un motor de combustión, dos motores eléctricos y una transmisión de una sola relación, con una potencia total de 177 CV. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h 8,6 segundos, y en modo exclusivamente eléctrico en 9,8 segundos. Alcanza una velocidad máxima de 182 km/h con un consumo de combustible medio de tan solo 1,1 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 26 g/km. La batería de iones de litio garantiza una autonomía eléctrica de aproximadamente 86 km.
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Como motor térmico se emplea un tres cilindros TFSI de 1,5 litros que rinde 130 CV de potencia y 200 Nm de par motor. Está conectado a un motor eléctrico (EM1) que actúa principalmente como motor de arranque y alternador, aunque también puede ejercer como motor eléctrico generando unos 68 CV y un par de 210 Nm. De la tracción eléctrica se encara el segundo motor (EM2) que ofrece 116 CV y 250 Nm de par. El segundo motor se encarga de mover al Crosslane Coupé de 0 a 55 km/h, momento en el que se puede acoplar el motor TFSI y el alternador. Cuando se superan los 130 km/h es el TFSI el que hace prácticamente todo el trabajo, aunque puede recibir apoyo del primer motor eléctrico. El conductor puede elegir entre una configuración Cruise o Race.
El sistema de fabricación Multimaterial Space Frame combina tres materiales: aluminio, CFRP (material plástico reforzado con fibra de cabrono) y GFRP (material plástico reforzado con fibra de vidrio). Esto ayuda a reducir el peso total (1.390 kg en vacío, incluyendo la batería de ion de litio) y aporta un máximo de seguridad ante colisiones.
¿Para cuando uno así pero de 4,80 m. de largo?, es decir, un Q5 actualizado TDI hibrido enchufable y un poquito mas largo.