La firma de los cuatro aros se ha planteado un objetivo primordial que marcará sus planes de futuro. Se trata de alcanzar el balance neutro de emisiones de CO2 durante toda la cadena de movilidad de un vehículo. Bajo el lema de "Audi, movilidad equilibrada", la marca alemana busca situarse en primera fila del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. En esta línea nace el nuevo proyecto Audi e-gas, fruto de tres años de investigaciones y mostrado al público por primera vez a mediados de mayo en Hamburgo, Capital Verde de este 2011.
La base del proyecto recae en que, en lugar de adquirir energía sostenible a terceras empresas para el proceso de fabricación de los vehículos, Audi comienza a intervenir en la producción directa de dicha energía. De esta manera, la marca germana participa en la construcción de turbinas de viento en el mar del Norte. Durante una primera fase, cuatro de estas turbinas situadas en un parque eólico marino serán financias por Audi y por una empresa regional de energía. Cada una de ellas cuenta con una potencia nominal de 3,6 MW y, juntas, generarán 53 GWh de electricidad cada año. Para hacerse una idea, se trata de la electricidad precisada anualmente por una ciudad de tamaño medio. Esta energía limpia pasará a formar parte de la red pública de consumo eléctrico de Alemania. Audi pretende utilizar esta energía no sólo para la futura producción de sus modelos eléctricos e-tron sino para la propia propulsión de dichos vehículos.
Alternativas a la movilidad eléctrica
El proyecto e-gas también incluye la construcción de una nueva planta que producirá hidrógeno a partir de energía procedente de las turbinas eólicas. Se contempla que esta energía pueda ser utilizada por vehículos con célula de combustible. Combinando hidrógeno con el CO2 que no se emite a la atmósfera, se producirá metano, rebautizado por Audi como e-gas. En este sentido, a partir de 2013, la gama de la marca de Ingolstadt contará con modelos TCNG, movidos por motores de combustión a base de gas natural.
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Mediante este e-gas generado a través de energías renovables, un total de 1.500 unidades del Audi A3 TCNG serían capaces de rodar durante 15.000 kilómetros anuales y todavía sobrarían 150 toneladas métricas disponibles para la red pública de gas. De esta manera, si se analiza el proceso completo de consecución de energía, las emisiones de un automóvil compacto de gas natural movido por e-gas son inferiores a los 30 gramos de C02 por kilómetro. En esta cantidad se incluyen las emisiones producidas al construir tanto las turbinas como la planta de e-gas. La cifra desciende hasta los 4 gramos por kilómetro en vehículos eléctricos cuya energía sea de origen directamente eólico. Sin embargo, a ello debería sumarse el coste de energía necesario para la fabricación de las baterías.
De relevancia
Destacamos: A1 e-tron y A3 TCNG, el futuro de Audi
El proyecto e-gas dará lugar a tres fuentes de energía de las que se beneficiarán tanto los coches eléctricos, como los movidos por células de combustible y los propulsados por CNG. En el primer caso, Audi trabaja en el A1 e-tron, concepto eléctrico de cuatro plazas. Esta alternativa funciona mediante un motor con corriente de salida continua de 45 kW y ofrece una potencia máxima de 102 CV. Por otro lado se encuentra el A3 TCNG, cuya motricidad dependerá del nuevo e-gas que saldrá de las plantas de metanización. A partir de 2013, los propietarios de este modelo en Alemania podrán "repostar" con energía de origen eólico. En caso de que, en un momento determinado, no se cuente con una estación de recarga cercana, el vehículo también estará preparado para moverse con gasolina convencional.