El R8 muda su piel y gana potencia
3,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. y una velocidad máxima de 330 km/h. Estas son las cifras de prestaciones de la segunda edición del superdeportivo de motor central y tracción integral que Audi presentará en el Salón de Ginebra en su variante más potente, dotada del V10 de 5,2 litros ya conocido en la anterior generación pero con la potencia ampliada a 610 CV.
Este segundo R8 se ofrecerá, de salida, en dos variantes, ambas con el motor V10 pero con dos niveles de potencia; 540 o 610 CV, en ambos casos sin turbo y con un par que llega a muy altas revoluciones (6.500 rpm) y que es de 540 Nm en el motor menos potente y de 560 en el de 610 CV. La nueva caja de cambios de siete relaciones S-Tronic de doble embrague (digo nueva aunque ya debutó en la anterior generación del coche) y un sistema de tracción integral de nuevo desarrollo garantizan que el R8 sea capaz de sacar todo el partido a su abundante caballería. La versión de 540 CV cede tres décimas en el 0 a 100 y tiene una velocidad máxima de 323 km/h.
Respecto a la caja, tiene tres modos de funcionamiento y dispone de modo manual mediante levas al volante. La generalización de esta caja implica que ya no habrá, al menos de momento, R8 con cambio manual. Por supuesto, la función launch control para salidas en modo de máxima aceleración se mantiene. Además, la caja adopta el modo "vela" desconectando ambos embragues cuando, a velocidades superiores a los 55 km/h. el conductor levanta el pie del acelerador. De este modo se ahorra combustible y se deja rodar el coche aprovechando la inercia al máximo.
Siguiendo con la transmisión, el sistema Quattro es nuevo. Ahora, en el eje delantero hay un embrague multidisco hidráulico que sustituye al acoplador viscoso del anterior modelo. Este cambio permite que el par, que normalmente se envía en su totalidad al eje trasero, pueda pasar en una cantidad variable al eje frontal (hasta el 100% si el gestor electrónico así lo decide). En el eje trasero hay un diferencial con bloqueo mecánico que reparte el par entre las dos ruedas traseras para eliminar el deslizamiento de las mismas.
A nivel de chasis, Audi ha rebajado el peso del modelo anterior en 50 kilos pese a aumentar el equipamiento y la rigidez estructural del chasis. Ahora, la versión V10 plus (la más potente) pesa 1.454 kilos. Ello se ha conseguido gracias al empleo de un nuevo chasis space frame en el que el carbono reforzado con plástico, el material de moda, se añade al aluminio. La suspensión mantiene el esquema de doble triángulo en ambos ejes y los bajos están estudiados aerodinámicamente para ofrecer un mayor apoyo a alta velocidad.
De serie, este nuevo R8 dispondrá de llantas de 19 pulgadas con neumáticos 245/35 delante y 295/35 detrás aunque en opción puede encargarse con llantas de 20 pulgadas y gomas 235/30 delante y 305/30 detrás. La versión Plus de 610 CV dispone de frenos carbonocerámicos.
El selector de conducción permite elegir entre cuatro modos diferentes; confort, auto, dinámico e Individual. El sistema adapta al modo elegido la respuesta del motor, de la dirección (cambia la asistencia pero, además, el giro de volante necesario en el caso de la dirección dinámica opcional), del cambio, del sistema Quattro y, en el caso de optar por ella, de la suspensión magnética opcional de regulación variable. Además, en el caso del V10 Plus, existe un segundo mando que permite seleccionar los modos seco, mojado o nieve para adaptar toda la gestión del modo de conducción al estado de la carretera. El modo individual permite programar diferentes setings de manera individualizada.
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Por lo que respecta a las dimensiones, el nuevo R8 mide 4,42 metros de largo por 1,24 de alto y tiene una batalla de 2,65 metros de manera que sus dimensiones apenas cambian. Sí lo hace la anchura que crece en 4 cm y se va a los 1,94 metros. El diseño sigue la línea de evolución vista en el TT con una parrilla más ancha y más grande y el corte en el side blade (la pieza en color plata del lateral del coche) que ahora está partida por una franja del color del coche.
En el habitáculo destaca la nueva instrumentación digital configurable ya vista en el Audi TT y que también ha debutado en el Volkswagen Passat. Audi la llama Virtual Cockpit y permite que el conductor seleccione las informaciones que desea poder consultar de manera permanente en la misma. El sistema de navegación con el mando MMI son de serie así como los nuevos selectores de modo de conducción y de puesta en marcha que pasan al volante, al estilo de los Ferrari.
Otra novedad en el equipamiento es la posibilidad de montar faros láser para las luces largas en sustitución de los faros de LED completos que son de serie. Por supuesto, el equipo de infoentretenimiento incluye las últimas tecnologías en sistemas de navegación y conectividad a internet.
Audi anuncia que sobre la base de esta segunda generación del R8 existirá un variante eléctrica e-Tron de altas prestaciones con dos motores de 170 kw y 460 Nm de par capaz de acelerar de 0 a 100 km/h. en 3,9 segundos. Lo mejor, no obstante, es el aumento radical de la autonomía que pasa de 215 a 450 kilómetros. Audi anuncia que fabricará este modelo bajo demanda mientras prosigue su desarrollo. Por otra parte, también existirá un R8 de competición según el nuevo reglamento GT3. Este modelo, aligerado hasta los 1.225 kilos dispondrá del V10 de 585 CV.
La oferta de Audi R8 de la anterior generación es Coches.net incluye nada menos que 32 unidades a precios que van desde los 50.900 euros a los 226.900. Podéis consultar el listado en este enlace.
Muy bonito, aunque prefiero el anterior. Lástima que la fiabilidad de Audi haya decaído tanto estos últimos años. Habrá que hacerse amigo de los japos.