Dualidad perfecta
Bajo la aburguesada y discreta apariencia de este Audi se esconde un deportivo con motor de gasolina V8 Biturbo de 520 CV. Es el segundo coche más potente de Audi, por detrás del R8 V10, y también la nueva referencia en grandes berlinas de lujo de altísimas prestaciones.
El compromiso que siempre suele buscar Audi en cuanto a deportividad y confort en la mayoría de sus vehículos tiene su máxima expresión en el coche que veis en las fotos. El Audi S8 reúne la mejor calidad de construcción que es capaz de ofrecer la casa alemana. Tiene el generoso y lujoso equipamiento que se le supone a una berlina de 130.000 euros, una estética discreta y elegante, y a la vez, una cadena cinemática de auténtico supercoche.
Sus prestaciones son casi equiparables a las de un Audi R8 V10, que sólo tiene 5CV más que el S8, aunque claro está, los entrega con un estilo radicalmente diferente. La filosofía del S8 es cercana a la de otras berlinas de prestigio y gran potencia como el Jaguar XJ 5.0 V8 S/C Supersports, BMW 760i, el Mercedes-Benz Clase S 63 AMG. El S8 supera a todas ellas en aceleración y probablemente lo haría en velocidad punta si no fuera porque la tiene limitada a 250 km/h.
Bajo el capó de este Audi hay un motor V8 de gasolina, montado en un chasis que cuenta con suspensión adaptativa, dirección dinámica y transmisión integral quattro con diferencial autoblocante central y diferencial trasero deportivo. Esta combinación hacen que el S8 sea un Audi sorprendentemente eficaz en carretera e incluso en circuito.
Parece un A8, pero no
Lo mejor de todo es que el Audi S8 también tiene lo que cabe esperar en un Audi A8 full equip en lo referente a confort, habitabilidad y refinamiento interior, de forma que lo convierten en un coche ideal para aquellos que busquen un coche de altas prestaciones pero discreto, elegante y con la estética y equipamiento de una berlina de prestigio.
Estéticamente no se desmarca demasiado de un Audi A8. Sólo unas pequeñas variaciones en las rejillas de ventilación del paragolpes delantero, unos estribos algo más pronunciados y la doble salida de escape trasero diferencian a ambos modelos. Para ayudar a tenerlo más claro, Audi ha colocado la insignia V8T en las aletas (haciendo referencia al motor), y la de S8 tanto en la parrilla como en el interior del coche.
Por lo tanto, el S8 muestra la misma elegancia, discreción y las mismas aptitudes como coche de representación de un A8, con pequeños detalles diferenciadores que sólo los entendidos sabrán apreciar. Respeta así el “target” de cliente al que se dirige: personas con un alto poder adquisitivo que buscan un sedán de 4 puertas de gran tamaño y auténtico lujo, pero que no quieren renunciar a unas altas prestaciones y grandes sensaciones de conducción.
Excelente terminación
El interior está acorde con esta filosofía. El cuero, el terciopelo, el cromo y el aluminio (en parte cepillado, en parte pulido) abundan por doquier y rematan perfectamente el habitáculo. Hay poco plástico a la vista, los acabados son los habituales de un Audi tope de gama (difícilmente mejorables) y la sensación de calidad y buen gusto te llega de forma inmediata cuando te acomodas en sus asientos.
Estos asientos merecen un capítulo aparte. Su forma imita a un bacquet, pero en realidad son auténticos sofás de relax. Los de nuestra unidad de pruebas equipaban función de masaje, con cinco programas diferentes para relajar nuestros músculos mientras vamos conduciendo. Además, estos asientos adaptan de forma automática la anchura del respaldo, entre otras 21 regulaciones diferentes, y están climatizados. Son opcionales, y cuestan 3.980 euros.
Los asientos deportivos, con doble pespunte e inserciones de carbono en los laterales, los pedales de aluminio o el magnífico volante de tres radios con la insignia S8 en su parte inferior son los pocos detalles que refuerzan el espíritu deportivo del coche en el interior. El resto es muy similar a lo que podemos ver en “cualquier” otro A8. Incluso se mantiene el reloj analógico en el centro del salpicadero o la extraña y vanguardista palanca del cambio automático Tiptronic de 8 velocidades (Creo que es más bonita y precisa la clásica palanca que monta un Audi RS4 Avant, pero es cuestión de gustos).
Acertada usabilidad
Si algo caracteriza a un Audi es el excelente estudio ergonómico que se percibe desde el primer momento en que te sientas frente al volante, y en una berlina como el S8 alcanza su máximo nivel. Podemos ajustar la postura de conducción al milímetro (todo se regula de forma electrónica, en todas direcciones) y el manejo de todos los mandos a nuestro alcance es muy fácil e intuitivo. El sistema MMI Navigation Plus, de serie, se controla mediante el clásico pulsador giratorio, además de unas prácticas teclas que nos llevan rápidamente a los menús principales. Todo se visualiza en una pantalla de 8 pulgadas que puede esconderse de forma automática en el salpicadero cuando no se utiliza. Cierto, esta pantalla no alcanza el tamaño de la de un BMW Serie 7, la referencia en su segmento. Pero os puedo asegurar que este sistema multimedia es de lo mejor que he probado hasta la fecha por facilidad, precisión de uso y visualización de sus contenidos.
Entre el cuentarrevoluciones y el velocímetro tenemos otra pantalla donde se visualizan los principales datos (que no son pocos) sobre el funcionamiento del coche. El control de este ordenador de a bordo se hace mediante la clásica ruedecilla y las teclas multifunción del volante que podemos ver en otros Audi e incluso en algunos Skoda.
Los pasajeros de las plazas traseras también pueden disfrutar de este nivel de refinamiento, como es lógico. De hecho, este Audi S8 es un magnífico coche para sentirte transportado, ideal como coche de empresa o coche con chófer a tu servicio. El espacio disponible atrás es suficiente incluso para que en un momento puntual puedas estirar las piernas e incluso echar una cabezadita tumbado completamente (una opción no disponible en nuestra unidad de pruebas). En cualquier caso, detalles como la gran guantera entre las dos butacas traseras, la calefacción y la climatización independientes, la cortinilla eléctrica o la regulación eléctrica con apoyo lumbar (opcional) demuestran que Audi ha cuidado en este coche el confort del pasajero como en ningún otro modelo. Estas plazas traseras han sido claramente diseñadas para dos personas. Un tercer acompañante viaja incómodo, debido a la verticalidad y dureza del respaldo, pero sobre todo a la presencia de un gran túnel de transmisión, algo inevitable cuando hablamos de un coche con tracción a las cuatro ruedas.
Cilindros según necesidad
Pero no todo el mundo quiere ir de chófer, y el que lo haga, estamos seguros que tampoco va a renunciar a la oportunidad de disfrutar de la conducción de este S8. El arranque del coche es mediante botón, que da vida a un motor cuyo ronroneo apenas se percibe al ralentí. Y eso que a bajas revoluciones sólo funcionan 4 de los 8 cilindros.
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Esta tecnología, denominada “cylinder on demand” permite reducir el consumo medio de combustible sin afectar a las prestaciones del coche lo más mínimo. Sólo cuando solicitamos una mayor cantidad de potencia se ponen en funcionamiento todos los cilindros. Mientras tanto, funciona como si fuera un V4.
No fui capaz de percibir el momento de transición de cuatro a ocho cilindros, y eso que en teoría, funcionando en V4 el motor debería transmitir un mayor número de vibraciones y sonoridad. Audi ha anulado este efecto de varias maneras: por un lado, combatiendo el sonido indeseado proveniente del motor con otro antisonido. Es decir, enviando una onda sonora desde los altavoces del coche para cancelar el proveniente del vano motor, una vez éste se registra a través de los cuatro pequeños micrófonos escondidos en el revestimiento interior del techo. Por otro, anula la vibración nociva mediante unos soportes activos de motor con líquido hidráulico que pueden generar antivibraciones y anular este indeseado efecto.
Y te estarás preguntando: ¿vale la pena la tecnología cilinder on demand y todo lo que conlleva para reducir el consumo de combustible, teniendo en cuenta que hablamos de un coche con más de 500 CV? Pues teniendo en cuenta el momento económico que estamos viviendo y la percepción que el gran público puede llegar a tener sobre este tipo de berlinas superlativas, creo que sí.
El Audi S8 gasta menos de lo que podríamos esperar al ver su tamaño y potencia: 10,2 l/100km. de media, aunque en nuestra prueba registró 12,8 l/100km. El consumo mínimo lo obtuvimos en autopista a velocidad de crucero (8 l/100) donde el motor rueda a bajo régimen y en configuración de cuatro cilindros. En momentos puntuales en conducción deportiva se superaron los 20l/100km, todo hay que decirlo. Pero en cualquier caso, es un consumo muy razonable y mejora considerablemente la relación prestaciones/consumo en comparación con el V10 que montaba el anterior S8, cuyo consumo era un 23% superior.
Prestaciones de deportivo
Es muy posible que estas cuestiones ecológicas y de mantenimiento no preocupen a todos los futuros propietarios de esta berlina. Pero ahí están, y bienvenidas sean las soluciones aportadas por la marca alemana. Muchos de estos futuros propietarios de un S8 van a sentirse atraídos por el espíritu deportivo que está latente bajo su aspecto aburguesado. Y se van a encontrar con un motor cuyos 520 CV puede catapultar el coche de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos, y llegar a los 250 km/h de velocidad máxima autolimitada.
Para que nos hagamos una idea, este Audi S8 acelera mejor que un Porsche 911 Carrera 4S de 400 CV, un Porsche Cayenne 4.8 Turbo de 550 CV, un Jaguar XKR S 5.0 V8 Coupé de 550 CV o un Maserati GranTurismo 4.7 V8 de 460 CV, todos ellos en torno a los 4,5 segundos. Y lo hace como un Aston Martin Vantage V12 Coupé de 517 CV.
Por lo tanto, la efectividad de este Audi es sorprendente. Parte del éxito en sus prestaciones cabe atribuirlo a la linealidad y contundencia en la entrega de potencia de su propulsor y a la liviana carrocería de aluminio, que evita que el coche supere apenas las dos toneladas de peso con conductor. Pero también es gracias a la motricidad que garantiza el sistema de transmisión integral quattro, que en este S8 cuenta con un diferencial central autoblocante y un diferencial deportivo en el eje trasero.
El diferencial autoblocante central reparte el par motriz en una proporción de un 40:60 entre ejes, mientras que el diferencial deportivo distribuye la fuerza motriz entre las ruedas traseras, de forma que en los virajes frena la rueda que pierde motricidad y acelera la que tiene mayor contacto con el asfalto, “empujando” el coche hacia el interior del radio de la curva. Esto explica porqué este coche se percibe tan ágil a la hora de negociar curvas, cuando su larga batalla, tamaño y peso indicarían lo contrario. Ya pude experimentar esta sensación durante una prueba del S8 en circuito. El coche me sorprendió por su comportamiento dinámico en las curvas del Jarama, donde viraba y se aplomaba con total seguridad. En circuito no rueda como un TT RS o un RS4, ni resulta tan excitante, pero da muchísimo juego. La asociación entre el potente motor y el cambio Tiptronic de 8 relaciones es magnífica. Accionando el cambio de forma secuencial, a través de las levas detrás del volante, las pérdidas de régimen en plena aceleración en el momento de transición entre las marchas son insignificantes. La conducción se hace efectiva, divertida y placentera.
Chasis adaptativo
El S8, como todos los Audi de espíritu más deportivo, equipa el Audi Drive Select, un programa que permite regular la dureza de la suspensión neumática, la altura de la carrocería, la entrega de potencia del motor, la velocidad del cambio, la desmultiplicación y dureza de la dirección dinámica o la actuación del diferencial deportivo (podéis ver la pantalla en la foto superior). Disponemos de cuatro programas: comfort, auto, dynamic e individual, este último para poder registrar nuestras particulares preferencias. Es decir, si cada día solemos circular por una carretera de curvas con asfalto en mal estado, podemos ajustar la dureza de la suspensión en su modo más suave, para una mayor absorción de las irregularidades, sin tener que modificar obligatoriamenet la respuesta deportiva del cambio o el motor, por ejemplo.
Gran parte de la confianza que transmite este coche cuando lo conduces es el resultado de su generoso calzado y eficaz equipo de frenado. Nuestra unidad de pruebas equipaba llantas de 21 pulgadas con neumáticos 265/35 Continental ContiSport Contact. Y el equipo de frenado lo forman discos de 400mm. en las ruedas delanteras y 365 mm. en las traseras, con pinzas de seis pistones. Opcionalmente, podría montar discos de freno cerámicos reforzados con fibra de carbono y pinzas en color gris antracita, una opción recomendable si realmente se piensa introducir este coche en circuito.
Casi necesitaría un libro para comentaros todo el equipamiento que puede instalarse en esta berlina. Destacan sobre todo los sistemas de asistencia y seguridad, la mayoría opcionales, que convierten a esta berlina en una de las equipadas en cuanto a seguridad activa: Adaptative Cruise Control con regulación automática de distancia y función Stop&Go, que puede llegar a parar el coche sin que el conductor intervenga para evitar una colisión o sencillamente, para facilitar la circulación por el denso tráfico; asistente de cambio de carril, aviso de cambio de carril por error con aviso de vibración en el volante; asistente de visión nocturna; Audi Parking System Plus con cámaras de entorno; o el sistema Audi pre sense básic que prepara el coche ante una posible colisión activando los intermitentes de emergencia, cerrando las ventanillas y el techo corredizo y tensando los cinturones. Este último sistema es de serie. La versión más completa de este sistema es el Audi pre sense plus (opcional), que llega a frenar el vehículo totalmente si el conductor no interviene.
Para hacernos una idea del nivel de lujo y equipamiento que alcanza una berlina como el Audi S8 sólo queda disfrutar del equipo de música Bang & Olufsen Advanced Sound System, con dos amplificadores de 1.400 vatios y 19 altavoces, que venía montado en nuestra unidad de pruebas. Un equipo así sólo es factible en un coche como el S8, perfectamente insonorizado, con capacidad interior para albergar todos sus elementos y un precio de tarifa que deja en simple anécdota los 7.000 euros que cuesta el equipo.
Cada vez que miro este coche me sorprende hasta qué punto Audi ha sido capaz de crear una de las berlinas más potentes del mercado con tal compostura. Su base es la de un coche de representación, pero en realidad tiene un perfil deportivo considerable. Las prestaciones de este S8 hace unas décadas sólo estaban al alcance de deportivos puros y duros. Trasladarlas a una berlina de este estilo con tal efectividad, está al alcance de muy pocas firmas automovilísticas.
Hola hace un año que compre el S8 y estoy maravillado con el,mi unidad monta frenos carboceramicos. Lo uso esporádicamente los fines de semana,está claro que no es un utilitario para el día a día pero es un placer las sensaciones que te hace sentir, aceleración espectacular,buena frenada pese a rondar las dos toneladas, acabados de lujo,etc,etc.quema la gasolina rápidamente y en cantidad pero es que es inevitable no pisar fuerte el acelerador.En definitiva para mí es un gran vehículo,con un nivel muy alto de seguridad,confort y prestaciones.Han pasado por mis manos un BMW M5 E39 y un Porsche carrera 911 cabrio y algún otro más y este Audi es algo realmente diferente .