BMW 3.0 CSL: Tecnología de carreras

BMW ha puesto el broche de oro al 50 aniversario de la participación de la marca bávara en la competición, con el lanzamiento del BMW 3.0 CSL, un modelo que solo construirá en una serie limitada a 50 unidades.

Las siglas CSL significan Coupé, Sport, Leichbau (Coupé, Deportivo y Ligero), y se pudieron ver por primera vez a principios de los años setenta en el Campeonato Europeo de Turismos, cuando el mítico BMW 3.0 CSL ganó el campeonato durante cinco años consecutivos, de 1975 a 1979.

El BMW 3.0 CSL de 2023 es fiel reflejo a ese espíritu de competición, y en él BMW M ha puesto todo su conocimiento y esfuerzo para crear uno de los modelos más exclusivos producidos por la compañía.

Sobre la base de un BMW M4 GT3, con el que comparte motor de seis cilindros en línea de 3 litros que ofrece 560 CV, 50 CV más de los que ofrece el propulsor de M4.

Este motor se une a una caja de cambios manual de seis velocidades y a una transmisión a las ruedas traseras, una configuración mecánica tradicional en los modelos más deportivos de BMW. Equipa diferencia M en el eje trasero que puede llegar a bloquearse al 100%.

Esta concepción purista también se traslada al exterior, y podéis ver en la carrocería unos anchos pasos de rueda, grandes entradas de aire y un espectacular alerón trasero, al estilo del CSL de los años setenta, pero con diseño actual.

BMW M señala que se ha trabajado mucho la aerodinámica, buscando el mayor equilibrio y la mejor dinámica de conducción.

No faltan en este coche los dos riñones típicos de BMW, en el frontal, acabados en aluminio satinado, como los bordes de las ventanillas. La luz de los faros es amarilla, como en el clásico de competición. También es característico de este modelo el deflector de aire que cruza el techo en toda su anchura. Las llantas son de aleación ligera de 20 pulgadas en el eje delantero y de 21 pulgadas en el trasero. Vienen pintadas en color dorado, un guiño al CSL clásico.

En la zaga destaca el difusor en carbono con las cuatro salidas de escape con silenciador en titanio.

El coche también llama la atención por su colorido, que combina el azul, el morado y el rojo sobre el fondo blanco, como identificó en su momento al CSL de los años setenta. Las franjas M se han aplicado mediante la técnica de librea, básicamente artesanal. Según BMW, cada vehículo conlleva 134 procesos de pintura.

En cuanto al chasis, destacar que este 3.0 CSL monta eje delantero de doble muelle y un eje trasero de cinco brazos con diseño específico M, un tren de rodaje M adaptativo con amortiguadores controlados electrónicamente, la dirección electromecánica M Servotronic con relación variable y el sistema de frenos M carbonocerámicos con curvas características ajustables.

Por otro lado, el techo, el capó y la tapa del maletero, los faldones delanteros y traseros son completamente de carbono.

Esta búsqueda de la ligereza también se traduce al interior. En la parte trasera se eliminan las plazas y se han colocado dos compartimentos para cascos integrados. Las molduras de CFRP en los paneles de las puertas y la reducción del aislamiento acústico también contribuyen a dar un aire muy deportivo.

Los asientos integrales M también son de fibra de carbono y están forrados en Alcantara, como el volante.

Las costuras de contraste y otros detalles en blanco se corresponden con la pintura exterior del BMW 3.0 CSL, cuyas letras de modelo están grabadas en los umbrales de las puertas y en las superficies de los asientos.

BMW M pone a la venta solo 50 unidades del 3.0 CSL, en un proceso que construcción que durará solo tres meses, en la planta de Dingolfing (Alemania).