Hace ya cuatro años que BMW decidió lanzar su primer vehículo puramente eléctrico fabricado en grandes series, el i3. Las formas de su carrocería, los materiales con los que está construido, el diseño interior y la tecnología de su sistema de propulsión eléctrico lo han hecho un coche “rompedor” con lo conocido hasta el momento. Era una apuesta arriesgada, pero en BMW tenían claro que iba a tener éxito. En esta entrevista a Manuel Sattig, product manager de BMWi que hice en el Salón de Frankfurt de 2013, coincidiendo con la presentación del modelo, es evidente que en la firma bávara tenían las cosas claras.
Actualmente el BMW i3 es un eléctrico de gran éxito en mercados como EE.UU, Alemania, Reino Unido o Noruega, muy mentalizados frente a las posibilidades de la movilidad eléctrica.
¿Y en España? El i3 es el tercer modelo eléctrico más vendido, por detrás del Renault Zoe y el Nissan Leaf. En lo que llevamos de año se han matriculado 218 i3 puramente eléctricos (no se incluye aquí la versión REX de autonomía extendida) una cifra que puede parecer pequeña, pero que en comparación con los resultados del año anterior supone un incremento de un 319%.
Estos buenos resultados pueden tener continuidad, al menos, hasta octubre, cuando finalice el Plan Movea, que subvenciona este tipo de vehículos con un destacado descuento. El BMW i3, tarifado en 37.400 €, se quedan en 29.600€ una vez aplicados los descuentos de la marca (-1.900€) y los del Plan Movea (-5.500€). Es, por lo tanto, un buen momento para acceder a un coche eléctrico, y un buen momento para hacerlo en BMW.
Mejoras en la autonomía
Además, este año coincide que la marca germana ha mejorado la autonomía del i3, que pasa de 190 kms. a cerca de 300 kms. Se ha conseguido incorporando una batería con mayor capacidad, de 94 Ah (frente a la de 60 Ah) del i3 actual (video con el modelo de 22 kWh), y con una capacidad de carga de 33 KWh (frente a la de 22 KWh del i3 actual).
La autonomía es, como ya sabéis, el aspecto crítico en un coche eléctrico. En esta comparativa os mostramos que no todos los eléctricos del mercado afrontan el hándicap de la autonomía de la misma manera. Pero poco a poco, esta objeción se va superando o minimizando. Los casi 300 kilómetros que dice BMW que puede hacer este i3 con la carga de la batería son algunos menos en la realidad, pero suficientes para dar un uso diario al coche para ir y volver del trabajo, hacer recados al súper o llevar los niños al colegio. No obstante, pueden resultar insuficientes para plantearse una ruta de media distancia en el día, ya que necesitas planificar dónde recargar y esperar un buen periodo de tiempo. Concretamente, unas 9 horas y media para recargar al 80% en un enchufe convencional, que se recortan a 2 horas y 45 minutos si se hace en un terminal Wallbox de gran potencia que suministra BMW.
Por lo tanto, el i3 sigue siendo, a pesar de su aumento de autonomía, un excelente segundo coche o el coche principal para un uso diario en ciudad o en cortos desplazamientos. Es un eléctrico que ofrece muy buenas sensaciones al volante, con una capacidad correcta para transportar hasta cuatro personas y si bien su maletero no es una referencia ni mucho menos (260 litros con la segunda fila operativa) para un uso de utilitario es suficiente. Hay que tener en cuenta que junto al eje trasero de este BMW se sitúa el motor eléctrico y la caja reductora, elementos que ocupan espacio. La batería se sitúa en el piso, de forma que no perjudica el espacio y genera a la vez un bajo centro de gravedad. Uno de los puntos positivos del i3 es, sorprendentemente, su ligereza: a pesar de las nuevas baterías, más potentes y pesadas, el peso se sitúa en unos 1.320 kilos con conductor, una buena cifra para tratarse de un vehículo eléctrico.
Este peso correcto, junto con la adecuada distribución de pesos, su tracción trasera y el buen tacto de conducción que se espera de un BMW, hacen del i3 uno de los mejores coches eléctricos del mercado. Eso sí, también uno de los más caros. La fabricación del coche influye en ello. Se construye con una estructura de polímero reforzado con fibra de carbono (PRFC) sobre un chasis de aluminio, eso sí, acompañado de materiales sometidos a tratamientos naturales, reciclables y regenerables. Un buen argumento para los que buscan un coche más “sostenible”.
Llamativo
No hay en el mercado otro eléctrico igual, ni en lo referente a la tecnología de construcción ni en cuanto a la estética. Sin duda, el i3 resulta muy particular a la vista. Gustará o no, pero es claramente un coche original.
BMW optó en su momento por crear un eléctrico con imagen de pequeño monovolumen, consciente de que el uso de un coche de este estilo es básicamente ciudadano y familiar. No erró en ello, y la imagen de coche práctico y versátil le beneficia.
Sus puertas de apertura inversa no son sólo una solución estética. Resultan prácticas para acceder al habitáculo, si bien no pueden abrirse de forma independiente. Para abrir las traseras hay que abrir previamente las delanteras. Y en ocasiones el cierre de la pequeña puerta trasera no es lo efectivo que uno desearía. En más de una ocasión hay que repetir la operación, ya que a veces no ajustan de forma correcta.
Sólo un habitáculo en forma de jaula, altamente rígido, como el del i3 permite la instalación de unas puertas como estas. A pesar de lo comentado, es un punto más de originalidad a su favor.
El coche es confortable, y ofrece un correcto espacio interior para ser un vehículo de 4 metros de longitud. Caben bien unas sillitas de niño, y la ausencia del túnel de transmisión (lógico en un coche eléctrico) facilita el moverse en las plazas traseras. La distancia entre filas es justa, y las personas más altas viajan un poco forzadas.
En las delanteras la sensación de espacio es buena, gracias al salpicadero con un diseño de varios volúmenes y a la consola central partida, que deja un hueco importante entre conductor y pasajero. Al no existir los mismos elementos mecánicos que en un vehículo con motor de combustión, es posible un diseño así. La palanca de cambios, por ejemplo, está detrás del volante. Al ser un coche “monomarcha”, lo único que necesitamos es activar la marcha adelante o la marcha atrás. Tampoco existe un árbol de transmisión que conecte el motor con el eje trasero, por lo que la sencillez mecánica juega a su favor.
Sofisticado y minimalista a la vez
Al “arrancar” el coche a botón cobran vida las dos pantallas: una delante del volante, a modo de sencillo cuadro de instrumentos que indica, entre otras cosas, el estado de la carga de la batería y al autonomía disponible; y la segunda pantalla del navegador Professional (opcional) de 10,2 pulgadas, que se maneja mediante el controlador iDrive.
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El equipo navegador Professional ofrece los sistemas de asistencia al conductor ConnectedDrive, que a través de internet permite planificar rutas, conocer durante el desplazamiento los puntos de recarga más cercanos, las plazas de aparcamiento disponibles, etc. La calidad del manejo del sistema, a través de menús intuitivos y fáciles, además de la calidad de los gráficos, es excelente.
Yo siempre he pensado que el coche eléctrico va a cambiar nuestra forma de conducir, especialmente en las ciudades. La entrega instantánea de par que caracteriza a estos vehículos estimula hacer rápidas aceleraciones en parado, al estilo de un scooter. Eso, además de agilizar la circulación, es todo un placer al volante.
Este BMW acelera de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos, y alcanza una velocidad máxima limitada a 150 km/h. Está muy bien para ser un BMW con 170 CV de potencia máxima, pero sobre todo, para ser un coche que gasta cero euros de gasolina, resulta bastante económico en su recarga eléctrica, y sobre todo, emite cero contaminantes a la atmófera.
Estilo de conducción particular
Una de las particularidades del BMW i3, y que no podemos ver con tanta claridad en ninguno de sus rivales, está en la posibilidad de conducir a “un solo pedal”. Es decir, aceleramos y frenamos el vehículo sólo con la presión que ejercemos en el acelerador, sin utilizar los frenos. Esto es posible porque la retención que ejerce el sistema al dejar de “dar gas” es notable, hasta el punto de que a medida de que desciende la velocidad es capaz de detener el coche totalmente. Así, si aceleramos con suavidad y anticipamos el frenado con el vehículo que nos precede, podemos circular recuperando energía en las deceleraciones y sin gastar discos ni pastillas de freno. Lo dicho, este tipo de vehículos pueden hacer que modifiquemos nuestra forma de conducir en ciudad.
El hecho de ser un tracción trasera libera al eje delantero de ejercer funciones de transmisión, y permite que éste se centre en mayor medida en guiar el vehículo. Esta es una de las razones del buen tacto dirección de este coche y sobre todo, de su buen ángulo de giro (9,86 metros) que potencia su faceta de utilitario para ciudad.
Con una carga total pude disponer de más de 225 kilómetros de autonomía en un uso “normal”, sin buscar una conducción eficiente en todo momento. El coche permite aumentar ligeramente esta autonomía unos 20 kilómetros si activamos los modos Eco Pro y Eco Pro +.
Con la nueva batería de 94 Ah, el i3 es más eficiente: gasta 12,6 kWh/100 en lugar de 12,9 kWh/100 del modelo anterior con batería de 60 Ah. Esto es posible básicamente porque se ha modificado el control electrónico del motor. Los neumáticos, unos Bridgestone Ecopia EP500 con medida 175/60 R19 también tienen parte del mérito. Son de baja resistencia a la rodadura, y se han creado especialmente para este modelo de BMW.
Con estas llantas, y su particular estética, el BMW i3 es de aquellos coches que llama bastante la atención. Desde su lanzamiento hace cuatro años no ha cambiado en absoluto, si bien ha mejorado sus prestaciones, lo que no es poco. Ahora es todavía más versátil y usable, una excelente referencia en el mundo de los coches eléctricos, todavía muy limitado en oferta.
Otras opciones
Si todavía no os convence la autonomía de este coche, podéis optar por la versión con Range Extender, que monta un motor de gasolina de dos cilindros de 650 cc encima del eje posterior. Utiliza un depósito de 9 litros, que es el que hace posible dar una mayor autonomía a los desplazamientos. Supone invertir 4.600 euros más en el coche, por lo que no a todo el mundo le compensa. De ahí que la mayoría de los i3 que circulan por nuestras calles y carreteras sean puramente eléctricos. La mayoría de clientes prefieren utilizar este presupuesto para equiparlo a tope.
En estos enlaces os dejo:
Prueba en video de la versión de 22 KWh del BMW i3
Comparativo en video de modelos eléctricos, eentre ellos el BMW i3
Oferta de Coches.net con todos los BMW i3 nuevos, de KM0 y de ocasión disponibles en nuestro portal
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