BMW ha presentado en Fuengirola (Málaga) la segunda generación de su monovolumen BMW Serie 2 Active Tourer, que sin grandes cambios estéticos mejora su tecnología e incluye nuevos propulsores híbridos enchufables.
El BMW Serie 2 Active Tourer ha luchado desde su lanzamiento, en 2014, dentro del reducido grupo de los monovolúmenes, cuyas ventas todos sabemos que han ido a la baja en los últimos años. No obstante, BMW ha sido capaz de vender 420.000 unidades de este coche en todo el mundo, 15.616 en España. Pueden parecer pocas, pero es lo normal en un mercado, el de los monovolúmenes, a la baja, y suficientes como para plantearse por completo una renovación total del coche, que es lo que ha hecho BMW ahora.
Para el desarrollo del nuevo BMW Serie 2 Active Tourer, BMW ha echado mano de la tecnología más actual que se acaba de presentar en el BMW iX (enlace a la videoprueba del BMW iX), y ha desarrollado una nueva plataforma que permite introducir en la gama nuevos motores híbridos enchufables, algo ya obligado hoy en día. De paso, se ha modificado la carrocería, con un “nuevo” diseño más aerodinámico, nuevas dimensiones (crece en todos los sentidos) y nuevos detalles acordes con la estética de los últimos productos de la firma alemana.
Veréis que la parrilla es más grande, sus dos “riñones” cogen más protagonismo, en un estilo que gusta o puedes llegar a odiar. Esta parrilla es totalmente activa, es decir, se abre o se cierra en función de las necesidades de refrigeración, para optimizar la aerodinámica. Los faros son pequeños, estilizados, con tecnología LED de serie. Otro detalle del nuevo diseño son los tiradores de las puertas enrasados, o las nuevas llantas, que pueden ser de hasta 19 pulgadas si se piden como opción. Este detalle de equipamiento ya avanza que BMW ha querido dar un estilo un poquito más deportivo al Serie 2 Active Tourer, buscando un mayor grado de emotividad.
El coche crece en dimensiones. Es más largo, ancho y alto. Mide 4,38 de largo, 1,82 de ancho y 1,57 de alto; Pero curiosamente, es más aerodinámico (Cx de 0,26). Esto se consigue con un diseño del pilar A más inclinado, además de la comentada parrilla activa, entre otros detalles.
Digitalización a tope
El interior es completamente nuevo, y destaca la introducción del Curve Display o doble pantalla digital (una para el cuadro de instrumentos y otra para el navegador) que ya hemos visto en el BMW iX. Estas dos pantallas tienen más de 10 pulgadas de diámetro, y parecen estar unidas en una sola.
La primera impresión es muy buena. Al darle al contacto (mediante botón) se encienden las dos pantallas ofreciendo gráficos e información muy elaborados, muy a la vista del conductor. Solo en algún punto en el que nuestro ángulo de visión coincide con el aro del volante podemos perder algo de información de forma instantánea, pero el resto se visualiza de forma perfecta.
El cuadro de instrumentos es configurable, cambia sus gráficos e información en función del programa de conducción elegido: Efficient, Personal o Sport. La pantalla de la derecha es digital, y con ella se maneja todo el sistema de infoentretenimiento del coche, lo habitual. El procesado de la información es rápido, y los menús son intuitivos. La idea de BMW ha sido la de eliminar en lo posible pulsadores y botones repartidos por el salpicadero, y simplificarlo todo en las pantallas. Esta es una tendencia al alza, en parte, todo hay que decirlo, porque ayuda a reducir costes de producción. De hecho, en este coche no hay mandos para el climatizador: hay que subir y bajar la temperatura a través de la pantalla, un aspecto que a no todo el mundo le gusta, pero a lo que hay que ir acostumbrándose.
La consola central también merece un análisis aparte. El diseño es flotante, ofrece dos niveles: uno inferior, en el que podemos colocar objetos mientras conducimos, que cuenta con un hueco en su parte delantera para poder cargar el teléfono de forma inalámbrica; y otro superior, que prolonga el apoyabrazos con un grupo de pulsadores que incluyen el botón de arranque, el de emergencia, el pulsador de modos de conducción (My Modes), la ruedecilla para el volumen de la radio y la pequeña palanquita (casi ridícula) del selector de marchas. Desaparece el magnífico “joystick” característico de BMW, que durante tantos años nos ha acompañado.
Muchas de las funciones que podemos activar cuando conducimos pueden hacerse por órdenes de voz, un sistema que BMW ha querido perfeccionar en este coche. La postura de conducción es confortable, los asientos recogen bien el cuerpo (opcionalmente pueden ser de tipo deportivo y con masaje) y la visibilidad es excelente. Los acabados, la atención al detalle y el equipamiento (equipo de sonido Harmann Kardon incluido) están en la línea de lo que esperas en BMW (y se paga).
En las plazas traseras hay buen espacio, lógico en un monovolumen de filosofía familiar, y cuentan con la funcionalidad de poder reclinar los respaldos para mayor comodidad y poder deslizar la banqueta 13 centímetros para ampliar la capacidad del maletero de forma puntual. Hay un túnel de transmisión que molesta al pasajero de la plaza central.
El maletero ofrece 470 litros, ampliables a 1.455 litros; es una capacidad similar al de la anterior generación de este modelo. En la versión híbrida enchufable, que monta un motor eléctrico detrás, el espacio de carga mínimo se queda en 415 litros.
Motores: hibridación enchufable
La gran novedad en la gama Serie 2 Active Tourer es la inclusión en la gama de dos versiones híbridas enchufables: 225 XDrive y 230 XDrive (esta última no llegará a España) con 245 y 326 CV de potencia respectivamente. Estos híbridos enchufables llegarán a los concesionarios después del verano.
En Fuengirola tuve oportunidad de conducir un prototipo, casi un coche de preserie, y comprobar el funcionamiento de este sistema híbrido. Conduje la versión que llega a España, con motor de gasolina de 3 cilindros de 136 CV y motor eléctrico de 80 KW. El motor eléctrico se monta en el eje trasero, por lo que se consigue así la tracción integral XDrive, sin árbol de transmisión.
Esta versión híbrida enchufable aporta un nuevo sistema de gestión de la energía, al parecer muy eficiente. BMW afirma que con las baterías cargadas a tope, es capaz de ofrecer una autonomía en modo eléctrico de hasta 90 kilómetros. Ciertamente, se acerca a esa cifra por lo visto en la toma de contacto de Fuengirola, donde hicimos un recorrido muy variado por la costa y la montaña malagueña, y la autonomía se resistía a bajar. También hay que decir que el coche arranca en modo eléctrico y mantiene esa transmisión por energía eléctrica mientras no demos un pisotón al acelerador.
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En este coche no hay un pulsador de modo eléctrico que nos permita fijar este modo de conducción de forma permanente. Se trata de practicar una conducción eficiente y ya está. En el cuadro de instrumentos, un indicador a mano derecha, en forma de barra, es nuestro principal aliado. Señala en todo momento qué cantidad de energía eléctrica estamos consumiendo, si estamos recuperando en las desaceleraciones y frenadas o si vamos a superar el umbral que activa de forma automática el motor de gasolina.
Este automatismo permite circular en modo eléctrico de forma permanente si queremos, sobre todo si se activa el modo Efficient, que da prioridad al motor eléctrico.
Otra tecnología que resulta novedosa es el sistema regenerativo automático, que modula por sí solo la intensidad de la recuperación de la energía en las frenadas y desaceleraciones según el recorrido que hagamos o la velocidad del coche que llevemos por delante. Así, al acercarnos a una rotonda, por ejemplo, intensifica la regeneración, buscando la máxima eficiencia; y si circulamos por autopista, él decide por sí solo activar el modo “vela”, sin fricción apenas sobre el avance. En este primer test en Málaga pude comprobar que funciona realmente bien. No obstante, no es un sistema desconectable, solo podemos minimizar su efecto activando el modo Sport.
Otro modo de conducción es el Personal, que da algo más de protagonismo al motor de gasolina, es un modo parecido a lo que entendemos en otros coches de otras marcas como modo “híbrido”. Finalmente, podemos optar por el programa Sport, que combina la mayor potencia y par de los motores (eléctrico y térmico) para dar impulso al coche. En este modo deportivo, podemos incluso activar el botón “boost”, con la leva izquierda del cambio de marchas (pulsando durante dos segundos) y disponemos de 10 segundos de potencia máxima. Ciertamente, es un “gadget” muy divertido, y que permite ver hasta qué punto este híbrido enchufable es potente. Sorprende, porque para ser un monovolumen, corre mucho.
Lástima que en modo Sport no se endurezca la dirección ni el tarado de la amortiguación, como en el resto de variantes de gasolina o diésel. Los responsables de la marca dijeron que están estudiando introducir esta característica en el coche de serie, una vez testeado el prototipo. Creo sinceramente, que superando los 200 CV de potencia, y visto el aire del Serie 2 Active Tourer, es del todo necesario.
Motores: gasolina de 3 cilindros y diésel de 4
Las otras versiones dentro de la nueva gama BMW Serie 2 Active Tourer son las que montan el motor de gasolina de 3 cilindros y 1.5 litros (218i con 136 CV y 220i con 170 CV) y la única versión diésel disponible, la 218d con motor de 2 litros de 4 cilindros y 150 CV.
En Málaga pude conducir la versión 220i, que me transmitió un tacto muy refinado, suficientemente potente y al parecer, resulta bastante económica, al estar microhibridizada. No obstante, después de bajarme de la versión híbrida enchufable, noté una cierta falta de empuje a bajas vueltas, y bastante sonoridad proveniente del vano motor cuando se estiran las marchas. Es un propulsor de tres cilindros y le cuesta disimularlo. Aún yendo muy bien, esta versión de gasolina no es superior a la híbrida enchufable, por lo visto en este primer contacto.
Todos estos propulsores (gasolina, diésel o PHEV) van unidos a una caja de cambios automática Steptronic de 7 velocidades, de funcionamiento muy rápido y preciso, aunque sin posibilidad de bloqueo ni en modo Sport.
El BMW Serie 2 Active Tourer se ofrecerá, opcionalmente, con suspensión adaptativa M opcional, que incluye amortiguadores controlados electrónicamente, dirección deportiva y una carrocería un centímetro y medio más baja.
BMW ha querido presentar un Serie 2 Active Tourer mejor equipado de serie, que incluye control de crucero con función de frenado o el asistente de aparcamiento con cámara de asistencia marcha atrás. También llevará volante deportivo en cuero, las pantallas curvas antes mencionadas o el climatizador bizona.
Las tres primeras versiones que llegan a los concesionarios españoles son la 218i, que se venderá a partir de 36.900€, la 220i, a partir de 39.900 euros y la diésel 218d, a partir de 37.700 euros, precios de tarifa.
Los paquetes de equipamiento disponibles son el Luxury Line y el M Sport
El coche se produce en Leipzig (Alemania), para todo el mundo.
Me alegra ver monovolumenes nuevos y siempre me ha gustado el serie 2. Tiene un muy buen aspecto y creo que lo ideal seria optar por los motores PHEV dado que los térmicos se me antojan solo suficientes. A ver si hay suerte y nos podéis hacer una videoprueba.