BMW Serie 4 Coupé: Más no siempre es mejor, o sí

El BMW Serie 4 Coupé 2020 es de aquellos coches que suscitan un interés especial entre el público. Su inmensa parrilla arrasó en todas las redes sociales, ya sea para bien o para mal. Coches.net fue invitado a conocerlo en primicia, meses antes de su presentación oficial este octubre. En este enlace podréis conocer las primeras impresiones de Juan Carlos Grande, que pudo verlo en persona antes que cualquiera de la redacción. A partir de ya está disponible en nuestro país, desde 48.400 euros, así que nos ponemos al volante de esta segunda generación del Serie 4 Coupé. Del que ya hemos conocido su carrocería descapotable BMW Serie 4 Cabrio.

Antes de meternos de lleno en el barro, cabe recordar de dónde parte la idea del Serie 4 Coupé y en qué momento se encuentra. En el fondo, es un Serie 3 pero con una vuelta de tuerca para ser más deportivo, increíblemente más atractivo y, de paso, algo más incómodo si hablamos de su uso habitual. Este concepto surgió en 2013 y, a lo largo de su existencia, el modelo Gran Coupé es el que más éxito comercial ha tenido, con un 45% de las ventas. Luego iría el modelo que hoy nos ocupa, el Serie 4 Coupé con el 30% de las ventas y, finalmente, el Serie 4 convencional con un 25% de la cuota. En Europa se comercializan el 36% de las unidades fabricadas y pronto tendrá un primo cercano que le hará la competencia: el BMW i4.

Durante la presentación del futuro BMW iX3, la versión eléctrica del SUV mediano de la firma, os hablamos del porvenir de la marca bávara. En él hay planeado el lanzamiento del BMW i4, un coupé al estilo del Serie 4 que tendrá cerca de 600 kilómetros de autonomía y que llegará junto al iNext a lo largo de 2021. Acelerará de 0 a 100 km/h en solo 4 segundos y su diseño futurista parte de la idea del Gran Coupé actual.

Sin embargo, como buena amante de los coches deportivos, no puedo dejar pasar la ocasión de subrayar la presentación del M4 Competition Coupé. Estará ante nosotros antes que los eléctricos y, por muy prestacionales que sean estos últimos, los suspiros están servidos gracias a la división más cañera de BMW.

Hechas las presentaciones, toca hablar del BMW Serie 4 Coupé 2020. No podemos iniciar esta prueba sin hablar de las ya conocidas parrillas del nuevo Serie 4. El diseño siempre es un aspecto subjetivo, excepto para modelos muy contados que reciben la aprobación unánime del sector. Las opiniones personales sobre este tamaño descomunal de los riñones son de lo más variopintas y la mía es positiva. No son más exageradas que las de un Audi deportivo pero sí sorprenden en una firma que se ha salido de lo establecido. Por eso mismo, conquistan a clientes que hasta ahora los veían como modelos algo aburridos y estancados en un pasado mejor. Lo dicho, para gustos colores pero no se puede negar el atrevimiento de una firma germana, que ya es un mérito.

Lo que no podemos pasar por alto es la utilidad de dicha parrilla, que además se abre o cierra en función de las necesidades de refrigeración. Los faros, mucho más afinados y con tecnología LED de serie, pueden adoptar la tecnología luz láser de BMW, que mejora la visibilidad nocturna y ofrece un haz de luz de 600 metros. Las llantas de serie son de 17 pulgadas y alcanzan las 19 pulgadas, incluidas en el paquete M Sport Pro junto con un alerón trasero más imponente. El difusor trasero también ha sido redimensionado y los escapes del modelo tope de gama, por ahora, el BMW M440i xDrive Coupé son sencillamente espectaculares.

Más allá de su estética exterior, de la que os habla Juan Carlos en este vídeo, cabe destacar los retoques que BMW ha ejercido sobre la estructura del Serie 3. Todas estas modificaciones tienen el objetivo de ofrecer un vehículo más sensorial y deportivo, como debe ser un coupé. Para ello, han reforzado algunas partes de la carrocería, aumentando así su rigidez y por tanto su aplomo. También han rebajado el centro de gravedad 21 milímetros, para que el conductor tenga la sensación de conducir más enganchado al suelo y, por tanto, notar más lo que sucede bajo el piso. Si a eso le sumas un eje trasero 23 milímetros más ancho y una caída superior de las ruedas, deberías tener un modelo más radical y deportivo.

El interior del BMW Serie 4 Coupé destaca por aunar el espíritu tecnológico de la firma en un modelo dos puertas realmente confortable. La calidad de su diseño hace que la bienvenida ya sea toda una declaración de intenciones. El tamaño del Serie 4 Coupé también nos da a entender lo espacioso de su habitáculo, con una carrocería de 4,77 metros de largo y una batalla de 2,85 metros. Es 12,8 centímetros más largo y la distancia entre ejes ha mejorado en 4,2 centímetros, por lo que es el más largo de sus rivales. Competidores como el Audi A5 Coupé que probó Juan Carlos Grande en 2018 y que también ha sido renovado recientemente.

Todo en este coche está enfocado hacia el conductor, algo que se agradece y mucho. La pantalla central, que puede ser de hasta 10,25 pulgadas tiene una calidad superior. Si le añadimos la instrumentación digital de 12,3 pulgadas y el Head Up Display, que ahora es más grande y tiene más información, parece que estamos ante una nave espacial. Sobre los diseños del cuadro de instrumentos tengo una pega. El modo más deportivo, en el que prioriza los datos del motor, me resulta apabullante en cuanto a la cantidad. A veces es mejor dejar lo imprescindible y que todo fluya.

Quien no corre vuela, eso decía mi madre. Llegar la última al inicio de la presentación me comportó no poder escoger unidad de pruebas. Todos nos habríamos dado de codazos por subirnos tras el volante del BMW M440i xDrive Coupé pero me tocó conformarme con el 420d Coupé. No es por quitarle méritos al diésel de acceso a la gama pero un bloque de seis cilindros en línea de 374 CV de potencia no le sientan mal a nadie. De todas formas, intento verle el lado positivo y pensar en el comprador que optaría por esta versión.

El diésel, hasta que el aumento de impuestos le afecte, sigue siendo la opción más interesante para largas distancias. El consumo del BMW 420d Coupé está cifrado en 4,2-3,9 l/100 km y pensaréis, ¿Cómo es posible? Pues porque cuenta con la tecnología Mild Hybrid de 48V de BMW. De esta forma, el bloque de 2.0 litros que rinde 190 CV y un par máximo de 400 Nm entre las 1.750 y 2.500 vueltas, mantiene un gasto de lo más interesante. Además de contar con la pegatina ECO de la DGT, todo un despropósito depende de como se mire.

Los primeros kilómetros por vía rápida nos sirvieron para valorar el increíble confort acústico del nuevo BMW Serie 4 Coupé. Es tan cómodo y va tan fino que parece que flotes por la carretera, sin apenas sensaciones que te indiquen a qué velocidad te encuentras. Por ese motivo hacemos uso del control de crucero adaptativo, que encontramos en el volante multifunción de nueva factura. Ese aislamiento se da, en parte, por el nuevo parabrisas con vidrio acústico y la calidad innegable del sistema de sonido Harman Kardon. Aprovechamos este tramo para jugar con el Driving Assistant Professional, que vendría a ser la conducción semi-autónoma de BMW. Es un programador de velocidad que tiene en cuenta la navegación y controla tanto la dirección del coche como los cambios de carril al activar los intermitentes.

Sin duda son sistemas a los que no acabaré de acostumbrarme, por ahora, pero que acabarán por hacernos la vida más cómoda. Por ese motivo BMW ha calzado al Serie 4 Coupé con lo último en sistemas de ayuda a la conducción y seguridad. Es más, de serie cuenta con el asistente de aparcamiento y el BMW Drive Recorder. Esto último registra, en vídeo, los últimos 40 segundos de los alrededores del coche y hace una copia de seguridad. Como si se tratara de una caja negra de los aviones. Pero algo que sí me ha llamado la atención es el modo Reversing, que recuerda los últimos 50 metros recorridos para aparcar. Así, si al día siguiente quieres salir, solo hace falta activarlo y él solito te sacará del atolladero.

Dejamos la A1 atrás y nos dirigimos a la Sierra de Madrid. Serán pocos kilómetros así que toca activar el modo Sport. Los amortiguadores son de dureza variable de serie pero la suspensión M Sport es opcional, así como la suspensión adaptativa M con amortiguación electrónica y frenos de mordiente superior. También deberemos pagar por elegir el color de nuestra pinza de freno y contar con el diferencial trasero M Sport. Pero la cuestión es divertirse sea cual sea la situación.

Hasta ahora el BMW Serie 4 Coupé me ha parecido fantástico. Excepto por el hecho de tener que estar pendiente del velocímetro para no ir de cabeza a los calabozos. Una vez solucionado este tema, tocan curvas. En este entorno la cosa cambia, al menos para el 420d Coupé. El motor de 190 CV se queda atrás respecto a lo que esperamos de un coupé de BMW, y eso que su empuje trasera nos pone los pelos de punta. Acelera de 0 a 100 km/h en solo 7,1 segundos pero parece algo perezoso en las recuperaciones.

La suspensión, que tan confortablemente nos había llevado hasta allí, ahora se nota demasiado blanda. A cambio, tenemos un buen equipo de frenos con discos ventilados capaces de parar el vehículo ante cualquier imprevisto. ¿Lo mejor de todo? La esencia juguetona no la ha perdido. Puede que sea un modelo más burgués, con esta motorización diésel, pero la trasera te intentará adelantar a pesar de los controles. Unas ayudas que puedes desactivar o manejar a través del botón que se encuentra entre los aireadores centrales.

El cambio automático por convertidor de par de 8 velocidades me ha resultado más que suficiente para este modelo. Es más, lo mejor es manejarlo a través de las levas para poder tener un mayor control, ya que te permite estirar la marcha más de lo esperado. El sistema Mild Hybrid, disponible también en el M440i xDrive Coupé y en el M440d xDrive Coupé no se deja notar demasiado. Su introducción busca mantener las sensaciones, no cambiarlas. En definitiva, y escuchando lo que comentaban mis compañeros sobre los modelos gasolina, os invito a dejar de lado la razón y apostar por el corazón. Una compra como la de un BMW Serie 4 Coupé tiene mucha parte emocional, ya que su funcionalidad se ve reducida al tener solo dos puertas y pese a ofrecer 440 litros de maletero. Así que, puestos a disfrutar de un modelo que nos apasiona, mejor hacerlo con 258 CV bajo el capó (mínimo).

Esa potencia es la que ofrece el BMW 430i Coupé, que me parece el más equilibrado de toda la gama. Antes, está el 420i Coupé, con 184 CV y un precio de partida de 48.400 euros. Su motor, con 300 Nm de par máximo entre las 1.350 y 4.000 rpm, alcanza los 240 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos. El consumo homologado es de 5,8-5,3 l/100 pero fácilmente se disparará a más de 6 litros. En cambio, el BMW 430i tiene 258 CV de potencia y un par máximo de 400 Nm, entre las 1.550 y 4.400 vueltas. Tiene una aceleración de 5,8 segundos y está limitado a 250 km/h de velocidad punta. Sus consumos combinados son de 6,1-5,7 l/100 km y sale a partir de 52.500 euros. Una diferencia que estaría dispuesta a pagar a cambio de mejores sensaciones al volante.

Recuerdo que el diésel 420d Coupé sale desde 49.350 euros. El BMW M440i xDrive se dispara a 74.300 euros pero, viendo la sonrisa del probador al bajar, auguro grandes momentos con él. El M440d xDrive estará disponible a partir de marzo de 2021.