Lo más probable es que sea por simple casualidad; pero de un modo u otro, BMW se ha encargado de robar protagonismo a una de sus grandes competidoras: apenas unas horas después de que fuese presentado el Audi Q8, la firma de Múnich ha querido desvelar su nuevo X5. Tiene SUVs la cosa.
Un lustro y un mes le ha durado al X5 su tercera generación, un modelo cuyo objetivo fue el de superar al anterior en términos de imagen y calidad de acabados, pero sobre todo en tamaño y funcionalidad. La cuarta generación presentada hoy también aumenta sus dimensiones (el nuevo X3 ya se le acercaba peligrosamente) e incrementa su dotación tecnológica y de seguridad activa; y sin perjuicio de lo anterior, promete mayores niveles de eficiencia energética.
El nuevo modelo es 3,6 cm más largo (mide 4,92 m), 6,6 cm más ancho (2,00 m) y 1,9 cm más alto (1,75 m), con una distancia entre ejes 4,2 cm más amplia (2,98 m nada menos). Su diseño exterior es parecidísimo al del X3 en líneas generales, aunque hay detalles que lo diferencian con claridad. Para empezar, los “riñones” de la parrilla, todavía más grandes si cabe, quedan unidos por su contorno cromado. Después, las características líneas de tensión que recorren los laterales del vehículo ahora pasan por debajo de las manetas de las puertas delanteras, enrasándose únicamente con las traseras. Y por último, las ópticas traseras rompen con lo visto en la mayoría de modelos de la marca, presentando unas formas especialmente alargadas. Ya que hablamos de iluminación, los faros son LED de serie; como opción pueden ser LED adaptativos y, por primera vez en el X5, es posible acceder a unos fantásticos proyectores láser.
El habitáculo es comparable por diseño y materiales al de los BMW Serie 7 y Serie 6 Gran Turismo, si bien hace su debut la nueva versión del sistema multimedia, que cuenta con una pantalla central táctil y un cuadro de instrumentos digital (ambos en medida de 12,3”) y un nuevo head-up display con mayor superficie de proyección.
Las dimensiones del vehículo prometen una habitabilidad extraordinaria, aunque al inicio de su comercialización solamente estará disponible con 5 plazas; la configuración opcional de 7 plazas estará disponible a partir de diciembre de 2018.
Sigue presente la doble apertura del portón trasero que tanto gusta a algunos y tampoco a otros. El espacio de carga se ve ligerísimamente reducido en el el nuevo modelo, que ofrece 645 litros (5 litros menos) con las cinco plazas en uso y una capacidad máxima de 1.860 litros (10 litros menos que en el X5 actual).
La gama inicial de motores se compone de dos mecánicas diésel y una de gasolina, todas ellas con arquitectura de seis cilindros en línea. Corresponden al primer tipo el xDrive30d de 265 CV y el M50d de 400 CV, y al segundo el xDrive40i de 340 CV; todas las versiones se acompañan de la caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades y tracción total.
Las suspensiones regulables vienen de serie, quedando como opción la M Professional neumática con ajuste de altura y estabilización activa de balanceo. Por primera vez en un modelo de la familia X, se ofrecerá el llamado Paquete Off-Road con modos de conducción específicos para para circular sobre arena, rocas, grava o nieve; cada uno de estos modos se ocupa de ajustar adecuadamente la altura del vehículo, la gestión del sistema xDrive, el tacto del acelerador y la caja de cambios.
Como hasta ahora, el nuevo BMX X5 será fabricado en los Estados Unidos con destino al resto de mercados mundiales. Su llegada a nuestro país está prevista para noviembre de 2018. Esperamos mostrároslo en vídeo un poco antes, desde el próximo Salón de París.