BYD lanza en España un nuevo modelo eléctrico, el Atto 2, de complejo posicionamiento dentro de la gama del fabricante. BYD califica el coche de segmento B urbano, aunque mide 4,30 metros de largo. Está ya a la venta desde 29.990 euros sin aplicar descuentos y en dos acabados con un motor eléctrico delantero de 177 CV, una batería de 45,1 kWh y una autonomía de 312 km (463 km en ciclo urbano) que es, a todos luces, su principal defecto. Más adelante llegará una segunda versión con una batería de superior capacidad.
El Atto 2 se sitúa en la gama entre el Dolphin, un modelo que está en fase de retirada del mercado a precio más económico y el Atto 3, un SUV de segmento C, pero no mucho más grande, cuya siguiente generación crecerá en tamaño para situarse entre el propio Atto 2 y el Seal U que se va a los 4,70 metros. BYD habla de SUV urbano de segmento B lo que le empareja con modelos como el Smart #1, el Volvo EX30 el Kia EV3, el Hyundai Kona o el Peugeot 2008 por citar algunos de sus posibles rivales 100% eléctricos.
El problema de este segmento es que es muy poco urbano ya que los SUV del segmento B, sobre todo los que se van a los 4,30 metros, son "los nuevos compactos" y no son coches de uso exclusivamente urbano, sino familiares para todo uso y que, en el caso de los eléctricos, necesitan una autonomía superior a la que ofrece este BYD, un coche con un tamaño relativamente grande para usarlo solo en ciudad pese a que, por ejemplo, tiene un radio de giro de solo 5,25 metros, lo que le garantiza una excelente maniobrabilidad.
El coche mide 4,31 metros de largo por 1,83 de ancho y 1,67 de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,62 metros. La mecánica eléctrica consta de un motor de 177 CV situado sobre el eje delantero motriz que ofrece un par de 290 Nm. Las prestaciones oficiales reportan una velocidad máxima de 160 km-h y una aceleración de 0 a 100 en 7,9 segundos.
La batería es del tipo Blade de la marca con química LFP (fosfato de hierro y litio de modo que no incorpora ni cobalto ni níquel) con una capacidad de 45,1 kWh que le permite una autonomía de 312 km. Se recarga del 10 al 80% en 37 minutos en una toma rápida de hasta 65 kW (una cifra pobre si se pretende viajar con el coche) y en 5,5 horas en una toma doméstica de 11 kW, el máximo a que recarga en corriente alterna. Además, dispone del sistema V2L que permite conectar aparatos externos para recargarlos o alimentarlos hasta una potente de 3,3 kW.
El diseño del BYD Atto 2
El diseño del coche es muy propio de la marca. Tiene una falsa parrilla negra con el logo de la firma que enlaza los dos faros principales de LED con las luces diurnas resiguiendo la parte inferior de los faros. Unas marcadas tomas de aire en los laterales y una parrilla inferior con un adorno metálico configuran un frontal que transmite suavidad y aerodinámica, con un capó curvado.
La vista lateral tiene un aire al Smart #1 con un adorno en la puerta delantera que "muerde" la aleta, pasos de rueda en negro con un elemento decorativo del color de la carrocería y unos protectores de bajos de tamaño notable también decorados con junquillos del color de la carrocería. El montante trasero y los pilares negros del parabrisas generan la habitual impresión de techo flotante. La marca ofrece cuatro colores de carrocería: blanco, gris, negro y el del coche de las fotos, que BYD sostiene que es verde claro y que en realidad es un beige pálido. Las llantas son de aleación de 17 pulgadas.
En la trasera, la línea de luz atraviesa el portón de lado a lado y crea unos pilotos en forma de lazo. El prominente alerón trasero y los parachoques, con la matrícula en medio, los catadióptricos y los inevitables adornos en color carrocería completan el diseño. En realidad se trata de un coche sobrio, de líneas suaves, que no enamorará a nadie al primer golpe de vista, pero que no disgustará tampoco a nadie y que se integrará con discreción en el tráfico.
El diseño interior es simple. Detrás del volante de cuero, achatado solo por debajo, encontramos una instrumentación digital de 8,8 pulgadas mientras que la pantalla central difiere en función de las versiones con 10 pulgadas en las Active y 12,5 en las Boost, pero manteniendo siempre la posibilidad de situarlas en horizontal o en vertical. Los aireadores centrales quedan en una posición muy baja (se desplazan para no quedar tapados por la pantalla cuando se sitúa verticalmente), el pomo del cambio es efecto cristal tallado y junto a él hay una serie de mandos para los modos de conducción, la puesta en marcha o el volumen del audio. No hay climatizador separado (hay que pasar obligatoriamente por la pantalla) y sí hay un cargador inalámbrico de móviles y huecos grandes para dejar objetos.
El interfaz de la pantalla central es compatible con aplicaciones como Spotify, YouTube, Zoom y Amazon Music (las de vídeo útiles para las fases de recarga en viaje) y se actualiza de manea inalámbrica. El sistema incluye conectividad inalámbrica para Android Auto y Apple CarPlay y tiene cuatro tomas de USB, dos delante y dos detrás. También incorpora un control por voz, al que se accede mediante el comando “Hi BYD”, y que permite activar funciones como la climatización o abrir y cerrar los elevalunas eléctricos o el techo practicable que es de serie en todas las versiones. Además, tiene una función karaoke.
Por lo que respecta a la calidad general y a los materiales empleados, en este Atto 2 y pese a tratarse del coche más económico y más pequeño de la marca (Dolphin al margen), son de elevada calidad con un ensamblado muy bueno. BYD es una marca generalista, pero que en este apartado está muy por encima de la media y en el Atto 2 vuelve a suceder. Las plazas traseras, por su parte, son amplias gracias a que tienen el piso completamente plano y una buena distancia entre filas. El maletero ofrece 400 litros lo que en su segmento es una buena cifra, sobre todo para un eléctrico. Con los asientos abatidos, la cifra es de 1.340 litros.
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Arquitectura Cell to Body en el BYD Atto 2
Este coche tiene la llamada arquitectura Cell to Body de BYD, exactamente igual que el Seal y el Sealion 7. Eso significa que usa la plataforma e-Platform 3.0, un chasis monocasco con una base en la que el piso del vehículo es la parte superior de la carcasa de las baterías. De este modo, la carcasa para a convertirse en un elemento estructural, se reduce la altura del paquete de baterías y se ganad en rigidez torsional.
La plataforma es compatible con la tecnología NFC de modo que puede usarse el teléfono móvil a guisa de llave para acceder al vehículo. Este sistema permite también la gestión de la recarga y el pre-acondicionamiento térmico dle coche. Cabe destacar que todas las versiones del Atto 2 disponen de serie de bomba de calor lo que permite un ahorro de energía notable, sobre todo en días fríos.
El equipamiento de serie es elevado desde el acabado inicial Active. Además de las citadas llantas de 17 pulgadas y los faros de LED, lleva cambio automático de luces, el sistema NFC, sensores de aparcamiento y cámara de marcha atrás, asientos eléctricos, el techo de cristal con cortinilla eléctrica, tapicería de cuero vegano y el citado sistema V2L. Las versiones Boost añaden asientos y volante con calefacción, iluminación ambiental, retrovisores plegables eléctricamente y cámara de 360 grados además de la pantalla más grande y el cargador de móviles.
Todas las versiones cuentan con detector de fatiga, control de crucero adaptativo e inteligente, indicador de límites de velocidad con limitador, aviso de cambio de carril y mantenimiento de carril, detección de vehículos en el ángulo muerto, aviso de presencia de vehículos en paralelo en la apertura de puertas, reconocimiento de señales de tráfico, frenada automática de emergencia, control de descenso, aviso de posible colisión frontal y trasera y aviso de tráfico transversal trasero con asistencia de frenado automático.
El BYD Atto 2 en marcha
En la breve toma de contacto que realizamos en Madrid con el nuevo BYD Atto 2 comprobamos que el nuevo chasis ha permitido que el coche sea muchísimo mejor en el apartado dinámico que el Dolphin o el Atto 3. La diferencia en este aspecto es enorme. Si el Dolphin y, en menos medida el Atto 3, adolecen de una suspensión muy blanda y de un cierto patinamiento al acelerar, el Atto 2 ofrece una respuesta mucho mejor de la suspensión, claramente más firme, pero en ningún caso incómoda y una capacidad de tracción muy superior en el eje delantero.
La entrega de potencia es lineal, muy suave, pero con la contundencia propia en la aceleración de los eléctricos y el vehículo recupera con rapidez, lo que le permite adelantar con solvencia. Tiene modos de conducción Eco (para ahorrar o para ponerlo cuando vamos apurados de autonomía), normal y sport, este último más reactivo al acelerar y poco más. Finalmente, hay un modo nieve para arrancar sobre terrenos muy deslizantes sin patinar.
La actitud en curva del coche es muy buena, sin excesivo balanceo de la carrocería, con una dirección directa -tal vez demasiado- y una frenada que se inicia con el freno motor derivado de la inversión del propulsor eléctrico y que finaliza con la acción de los frenos, casi sin que se note el salto de un sistema a otro. Los responsables de BYD nos explicaron que la marca ha adaptado el coche a los gustos de los clientes europeos y lo cierto es que, insisto, el cambio con respecto, sobre todo del Dolphin, es enorme.
BYD vende este coche en dos acabados en una serie especial de lanzamiento llamada Urban Edition. El Active Urban Edition cuesta 29.990 euros (28.780 euros con las campañas de la marca ya descontadas) y el Boost Urban Edition 31.990 euros (30.280 euros con las campañas). Las versiones Urban Edition son específicas para el mercado español y están limitadas a 1.200 unidades. El color gris plata es de serie y para los otros tres hay que abonar 750 euros extra.
A finales de este año, a las versiones de lanzamiento (que se convertirán en Active y Boost a secas cuando se agoten las 1.200 unidades) se unirá la versión Comfort con un motor más potente y una batería más grande (sin especificar datos ya que no están homologados), con una autonomía en ciclo combinado de unos 420 km. La versión Comfort también incluirá un sistema de carga inalámbrica para smartphones más potente -50 W en lugar de 15-, dos puertos USB-C en la parte trasera, ajuste lumbar en el asiento del conductor y cristales traseros oscirecidos. BYD ya ha adelantado que este coche, más apropiado para un uso familiar y de viaje, costará 37.500 euros.
Un coche poco coherente para nuestro mercado (en esta versión de 312km WLTP), un mercado en el que los B-SUV a menudo son el coche principal de la familia, y es que una autonomía real en autopista/autovía que rondará los 200/220km se antoja insuficiente para todo lo que no sea un segundo coche.