El BYD Tang, que tuvimos ocasión de probar en profundidad hace unos años (enlace a la videprueba del BYD Tang), coincidiendo con su lanzamiento en España, cambia en muchos aspectos para adaptarse todavía más a las exigencias del mercado europeo.
Este SUV eléctrico de origen chino mejora, de entrada, su autonomía, alcanzando hasta 530 kilómetros según homologación WLTP.
Esta mejora significativa (la anterior generación se quedaba en 400 kilómetros en ciclo mixto) se ha logrado con la inclusión de una nueva batería, que BYD denomina Blade Battery, con 108 kWh de capacidad (86,4 kWh en el Tang anterior), refrigerada por líquido y con una disposición de sus celdas con un perfil longitudinal en forma de cuchilla (Blade) de ahí su denominación.
Esta estructura, según BYD, mejora la durabilidad, la longevidad, el rendimiento de la carga y la estabilidad térmica en cualquier condición climática. El coche viene con una bomba de calor que incrementa la eficiencia térmica hasta en un 20% respecto a la anterior batería. Por otro lado, esta batería puede recargarse en un terminal de corriente alterna de hasta 11 kW o bien en uno de continua de hasta 170 kW. En un cargador de 150 kW tarda 30 minutos para pasar del 30 al 80%, según BYD.
Este SUV eléctrico monta dos motores, uno en el eje delantero que desarrolla 180 kW y otro en el trasero con 200 kW. La potencia conjunta es de 380 kW (517 CV), como en el Tang anterior. Estos dos motores son los que permiten que el Tang cuente con tracción a las cuatro ruedas.
517 CV pueden asustar un poco, pero os puedo confirmar de nuevo que el BYD Tang ofrece esta potencia de una forma muy progresiva, suave y controlable. No cambia en absoluto en este sentido en comparación con el modelo anterior, tal y como pude comprobar en la presentación que BYD organizó en Alemania, coincidiendo con el patrocinio que mantiene la marca con la Eurocopa 2024.
Esos 517 CV ofrecen un buen empuje desde el mismo arranque y lo mantiene constante, de forma que, como buen eléctrico, recupera con contundencia y decisión, pero sin transmitir una respuesta extrema.
Este SUV tiene una filosofía familiar, enfocada a un uso tranquilo y relajado, ideal para largos desplazamientos siempre que la autonomía (y la infraestructura de recarga) lo permita.
Nuevo cuadro de instrumentos digital
Su interior está claramente enfocado al confort, y en este sentido, destaca por la utilización de materiales con aspecto y tacto de calidad, y unos acabados dignos de un SUV “premium”. La primera sensación que recibes al subir a las plazas delanteras sorprende, porque la percepción de buena terminación y diseño llega muy de inmediato.
Ahora, con esta nueva entrega, el BYD Tang equipa, su característica pantalla central de 15,6 pulgadas, con posibilidad de rotar de forma eléctrica de posición horizontal al vertical. Ahora se acompaña de un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, que sustituye al anterior parcialmente analógico. Esto da un aire algo más tecnológico al salpicadero, que cuenta con poca botonería (el climatizador se maneja a través de pantalla). Se han mejorado las órdenes de voz, que mediante el comando “BYD Hi” pueden activarse órdenes con el uso de un lenguaje más natural.
Entre el equipamiento de serie se incluyen el sistema de purificación de aire, fragancia activa y generador de iones negativos, que permiten que el interior esté libre de polen; el sistema de iluminación ambiental LED que permiten escoger entre 31 configuraciones de color diferentes; o el equipo de sonido Dynaudio con 12 altavoces.
En cuanto a conectividad, se ofrece conexión 4G a bordo, navegador y Spotify integrado, así como conexion Apple CarPlay y Android Auto.
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Segunda y tercera fila muy aprovechables
El BYD Tang no cambia en sus dimensiones (4,97 metros de largo, 1,95 de ancho y 1,75 de alto) por lo que su capacidad interior sigue siendo la misma. Ofrece espacio para 7 ocupantes en tres filas de asientos, y un maletero con capacidad de 235 litros (mínima, con la tercera fila operativa) hasta 1655 litros (con la segunda y tercera fila abatidas).
Para este interior se mejoran algunos detalles de equipamiento: se incorporan nuevas tomas USB-C, además de un espacio para carga inalámbrica que permite recargar hasta dos smartphones a 50W.
En Alemania pudimos hacer una buena cantidad de kilómetros, básicamente por autopista, para comprobar, una vez más, que el nivel de confort en marcha es muy elevado. Es un eléctrico y, por lo tanto, no transmite sonoridad mecánica, mientras que el ruido aerodinámico se limita a algunas turbulencias a la altura de los retrovisores, que quedan disimuladas por la buena insonorización.
Las suspensiones, con un tarado bastante suave, contribuyen a este confort de marcha, si bien, aunque son de tipo adaptativo, con esquema Mc Pherson delante y multibrazo detrás, siguen pecando un poco de falta de retención. El coche viene bien calzado con unas considerables llantas de aleación de 21 pulgadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4.
El conductor puede escoger entre 4 modos de conducción (Eco, Normal, Sport y Snow) que modifican la respuesta de la dirección o la entrega de potencia del motor dependiendo del programa escogido.
Cambios estéticos notables
Donde más podéis percibir la actualización que ha recibido el BYD Tang es en el exterior. Luce un nuevo frontal, mucho más atractivo a mi parecer, muy en la línea de diseño que ya hemos visto, por ejemplo, en el BYD Seal U.
Cambian los faros, que son de tipo full LED, el logo BYD (con un estilo más actual) y desaparece la falsa parrilla del modelo anterior para prescindir totalmente de ella, marcando claramente que se trata de un coche eléctrico 100%.
Los paragolpes, como es lógico, cambian su diseño hacia un estilo un poco más deportivo. Todo en conjunto resulta mucho más convincente y actual. El resto del coche no se ha modificado.
BYD no ha comunicado todavía los precios, actualizados, de esta versión 2024 del BYD Tang.