Cadillac CTS-V V8 de 6,2 litros y 564 CV

El nuevo CTS-V ofrece una singular combinación que muy pocos automóviles son capaces de ofrecer. Cadillac ha conjugado la elegancia, el cuidado por el detalle en el diseño y la practicidad de una berlina con unas radicales prestaciones y un increíble poderío mecánico y dinámico capaz de alcanzar unos registros que superan incluso los de muchos superdeportivos "al uso".

Lo más llamativo de esta versión, que viene a emular a los legendarios "muscle cars" americanos de los años sesenta y setenta -versiones con potentes motores desarrolladas sobre la base de coupés o berlinas tradicionales-, es sin duda el poderoso corazón que anima al CTS-V. Se trata de un bloque de 8 cilindros en V y 6.162 cc sobrealimentado que rinde una potencia máxima de 564 CV a 6.100 rpm y una cifra de par motor que alcanza los 747 Nm a 3.800 rpm. Con semejante propulsor bajo el capó, la berlina de Cadillac es capaz de obtener unos resultados demoledores sobre la pista de un circuito. Tanto es así que durante unas pruebas realizadas el pasado mes de mayo el trazado antiguo del circuito de Nürburgring, el nuevo CTS-V completó una vuelta rápida en 7 minutos 59 segundos y 32 centésimas, un tiempo récord, jamás alcanzado antes por una berlina de serie.

Y es que para sacarle partido a esta apabullante versión de la firma americana lo ideal es un trazado cerrado, puesto que su aceleración se sitúa entre las más rápidas de las berlinas V8: de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,2 segundos. Por otra parte, la velocidad máxima supera la barrera de los 300 km/h en la versión con cambio manual, concretamente nada menos que 308 km/h; mientras que la variante con cambio automático logra un valor ligeramente inferior (282 km/h).

El Cadillac CTS-V está ya en los concesionarios de la marca en toda Europa. Cuenta con una garantía de 3 años o 100.000 kilómetros y en España su precio es de 79.990 euros con el IVA y el impuesto de matriculación incluidos.

Destacamos: Equipamiento y detalles deportivos de lujo

El equipamiento específico de esta versión tan especial del CTS es inacabable; desde los asientos delanteros Recaro, de piel microperforada, calefactables y refrigerables, con ocho variables de ajuste y cuatro posiciones de apoyo lumbar, pasando por un volante deportivo en piel, pedales deportivos en aluminio, hasta un sistema de monitorización de presión de los neumáticos. Por lo que se refiere al exterior, el CTS-V se distingue por sus parrillas con trama metálica cromada y por equipar unas preciosas llantas de 19 pulgadas y 10 radios de aluminio pintado (con la opción de montarlas en aluminio pulido) y por ir calzado con neumáticos de medidas 255/40 delante y 285/35 detrás.

Otro dispositivo destacable es su completo equipo multimedia, que incluye un sistema de audio Bose que cuenta con disco duro de 40 GB, conexión MP3 y un juego de 11 altavoces 5.1 Cabin Surround, además de un navegador GPS con pantalla en color de 8 pulgadas.

Cambio manual o automático al mismo precio El Cadillac CTS-V 6.2L V8 Supercharged ofrece la elección de una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática también de seis velocidades al mismo precio: 79.990 euros. Las prestaciones y la deportividad de ésta última -especialmente en circuito- son algo inferiores. A parte de su rutilante motor, el CTS-V incluye de serie elementos de gran sofisticación técnica como por ejemplo el "Magnetic Ride Control", la suspensión activa más rápida del mundo. Introducida en 2004 pero mejorada ahora, permite gozar de una conducción deportiva al máximo nivel o bien de un elevado confort de marcha, propio de una berlina de lujo "convencional".