Este año se cumple el centenario de Citroën, una de las marcas más innovadoras de la industria del automóvil. Con motivo de este aniversario, la marca francesa ha organizado una serie de eventos que se desarrollarán a lo largo de todo el año y que tendrán su culminación a mediados de julio con un encuentro internacional, en Francia en el que está previsto que participen más de 10.000 personas y que reúna a más de 5.000 coches de la marca llegados de toda Europa (más información de este evento en este enlace).
Otro de los eventos más multitudinarios se celebró el pasado fin de semana en París. Citroën aparcó en una calle parisina cercana a donde estaba la antigua fábrica de Javel, la primera de la marca, nada menos que 100 coches, uno por año, procedentes de su colección de modelos históricos.
Desde el primer Tipo A hasta el último C5 Aircross (video de la primera prueba de este coche en este enlace), las dos calzadas de la rue Linois acogieron modelos históricos como el Rosalie, el Traction Avant, el 2 CV, el DS, el Méhari, el Ami 6, el SM, el GS, el CX o los más modernos modelos desarrollados ya en la época de PSA, del AX al C3 y del XM al C6. Además de los modelos de serie, algunos concept cars, con el 19_19, el más reciente de todos (más información en este enlace) como principal estrella. Completaron la muestra algunos vehículos comerciales como el emblemático Tipo H y coches de competición de todas las épocas con los prototipos cortos del DS y el SM, los diferentes WRC (del Xsara al C3) y el ZX del París-Dakar como principales atracciones.
La muestra, ambientada por actores vestidos como personajes de la época de cada coche que interactuaban con el público, pudo verse el pasado fin de semana en que se cortó la calle para poder pasear por ella admirando la historia viva de la marca. En la galería de imágenes tenéis una completa selección de imágenes de esta exposición gratuita organizada por Citroën cerca de sus orígenes y bautizada con el nombre de Born Paris XV en alusión al nacimiento de la marca en 1919 en el XV arrondissement, es decir, el distrito XV de la capital de Francia.
Una marca innovadora
Citroën fue, durante más de medio siglo, una marca sinónimo de innovación. Su fundador, el ingeniero André Citroën era un auténtico visionario que no solo supo, en todo momento, ofrecer al público el tipo de vehículo que necesitaba, sino que adoptó todas aquellas innovaciones relacionadas con el automóvil, no solo en el diseño y la tecnología de los coches sino en otros ámbitos igual de importantes como la fabricación, la venta o la promoción.
Citroën fue de las primeras marcas en Europa en apostar por los coches de pequeño tamaño para incrementar el volumen de ventas, fue la primera en construir un coche totalmente en acero (sin uso de madera en el chasis y la carrocería) y la primera en generalizar el chasis monocasco y la tracción delantera con el lanzamiento del tipo 11/15, llamado asimismo Traction Avant (el popular “pato”), un modelo desarrollado en el periodo de entreguerras y que se fabricó hasta 1957.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Citroën se consolidó como una de las marcas más innovadoras con dos modelos antagónicos pero que han acabado reclamando su nombre en el olimpo de los grandes diseños, el pequeño 2 CV, el “paraguas con ruedas” que según su pliegue de condiciones tenía que ser capaz de transportar a 2 personas y dos sacos de patatas. El 2 CV se convirtió en un icono de la libertad en el uso del automóvil, en el coche que puso sobre ruedas la Francia rural y que, con los años, se convirtió en un compañero indispensable de los jóvenes de todo el continente en plana ola hippie.
El otro modelo icónico, situado justo en el otro extremo de la gama, fue el DS, una verdadera revolución estética y tecnológica en 1955; un coche que nació con dos décadas de adelanto respecto a sus rivales, con una increíble carrocería aerodinámica y un sofisticado sistema hidráulico que gestionaba la suspensión y la asistencia de frenos y dirección.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
La marca, siempre ligada a la innovación y al confort (más información en este artículo de Gerard Farré), declinó sus dos modelos faro en numerosas variantes. El 2 CV con su suspensión por barras de torsión cruzadas y su motor bóxer de dos cilindros refrigerado por aire inspiró numerosos modelos como la furgoneta 2 CV, el Dyane 6 (su versión de lujo), las berlinas Ami 6 y Ami 8 (los Ami y C8 españoles) o el inclasificable Citroën Méhari (historia completa de este modelo en este enlace), todo un icono, todavía, hoy, en las localidades playeras.
Del DS derivarían el poderoso gran turismo SM, con motor de seis cilindros Maserati y, filosóficamente, todos los Citroën posteriores de los segmentos medio (GS, BX, Xantia y C5) y grande (CX, XM y C6), todos ellos siempre con el confort gracias a la suspensión hidroneumática como principal atractivo. Artículo sobre el 40 aniversario del Citroën CX en este enlace.
La bancarrota que afectó a la marca a mediados de la década de 1970, propiciada por una serie de inversiones no exitosas (los motores Wankel para el GS, por ejemplo, o el propio SM) y por la crisis petrolera, propició su entrada en el Grupo PSA y su “estandarización” con la obligación, por cuestiones de costes y sinergias, de utilizar elementos comunes con Peugeot.
En las tres últimas décadas, Citroën ha mantenido un papel protagonista en el mercado francés (también en el español) y ha entrado en otros como el chino con fuerza. Durante años, su gama, compuesta por modelos de éxito como el AX, el Saxo, el C3, el Xsara, el C4 se orientó a los modelos económicos y familiares (Xsara y C4 Picasso), impulsó la consolidación del negocio de los vehículos industriales y, en los últimos años, ha apostado también por los SUV (C3 y C5 Aircross) sin dejar de lado la originalidad en vehículos como el C4 Cactus o el e-Méhari eléctrico. Desde la entrada de Opel en el Grupo PSA, Citroën ha asumido un nuevo papel que busca reencontrarse con sus raíces, apostando por el confort (nuevos sistemas de suspensión) y el diseño sin dejar de ser una marca generalista de calidad.
En un reciente evento y además de visitar la exposición de la calle Linois, tuvimos la ocasión de retroceder en el tiempo y de conducir o viajar de acompañantes en una serie de modelos clásicos de la marca. Así pude, por ejemplo, conducir un Traction 11 de 1954, con su caja de cambios de tres velocidades sin sincronizar (que obliga a dejar caer el motor de vueltas para cambiar y parar el coche por completo para volver a meter primera) y su confortable suspensión.
Probé también un Ami6 que, pese a sus aires de berlina media, no deja de ser un 2 CV un poco más grande, más espacioso y más equipado y comprobé finalmente el confort absoluto de viajar en un SM o en un CX Prestige, la versión más lujosa, de batalla larga y de techo elevado del sucesor del DS. Una experiencia muy interesante que no solo nos permitió conducir coches históricos sino comprobar cómo ha evolucionado esta industria en el último medio siglo.
Aunque tarde, maravilloso articulo, donde se ve la esencia de la marca