Los amigos de Citroën no se cansan de celebrar su centenario -cosa que entendemos perfectamente: nosotros tampoco lo haríamos-, ni tampoco de extender la serie conmemorativa Origins por toda su gama de automóviles. El último en apuntarse es el más pequeño de la casa, el C1, que de este modo se une a los ya existentes C3 Aircross Origins y C4 Cactus Origins.
Esta serie especial del utilitario C1 está disponible para sus carrocerías berlina y Airscape (descapotable con techo de lona), con los colores de carrocería Blanco Lizipan y Gris Gallium en contraste con el techo en Negro Onyx. El color negro se repite en los retrovisores, y tanto éstos como los pilares C y el logotipo del portón se decoran con unos adhesivos pintados con bandas de color negro, blanco y bronce. Las llantas, en medida de 15 pulgadas y diseño Planet, son de aleación y están pintadas en negro una vez más; y los cristales traseros también están oscurecidos para completar el conjunto.
El habitáculo también presenta un acabado específico, con tapicerías de tela Gris Chiné y negra pespunteadas en bronce, color éste último presente asimismo en la consola central y las salidas de aireación. El equipamiento de serie incluye climatizador y pantalla táctil de 7 pulgadas compatible con Android Auto y CarPlay.
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Como en el resto de versiones del C1, esta serie especial monta el motor de gasolina 1.0 VTi de 72 CV, atmosférico de 3 cilindros con cambio manual de 5 marchas. El Citroën C1 Origins ya está a la venta desde 12.350 euros, precio que ya incluye la oferta promocional de 2.200 euros.
Lo siento por Citroen pero este pequeño coche no me dice nada de nada.