Espíritu polivalente
La relevancia que han tomado los todocaminos compactos en estos últimos tiempos ya no es ningún secreto y casi todas las marcas han dado a luz a su púgil para este duro combate. Por parte de Citroën, el C4 Aircross (que comparte numerosos elementos con el Mitsubishi ASX) cuenta entre sus principales bazas con un diseño atractivo y un interior amplio sin olvidar otros aspectos como el confort de marcha o la eficiencia de la variante probada. Para esta prueba hemos escogido la alternativa más ahorradora, movida por el motor HDi de 115 CV con cambio manual y tracción delantera.
El precio de esta unidad sin contar opcionales es de 32.265 euros, aunque baja a los 28.765 euros gracias al descuento promocional de 3.500 euros que ofrece actualmente la marca francesa. Podría ser algo más económico pero hay que señalar que la dotación de equipamiento es muy amplia en esta versión tope de gama Exclusive Plus. El C4 Aircross tiene una amplia variedad de rivales, algunos de los cuales los enfrentamos hace unos meses en un comparativo que incluía al Nissan Qashqai, al Hyundai ix35, al Kia Sportage, al Peugeot 3008, al Skoda Yeti y al Suzuki S-Cross.
Elegante y atlético
La apariencia atlética y robusta que plantea el C4 Aircross es una de las principales características del modelo francés, que se distingue además por su elegancia y por sus compactas proporciones. En este último sentido, hay que destacar que tiene una longitud de 4,34 metros mientras que su anchura es de 1,80 m y su altura, de 1,63 m. Lo primero que llama la atención es el contundente morro, cuya calandra cuenta con los chevrones de logo prolongados. Además, está dotado de una entrada de aire central de considerable tamaño.
Tampoco pasan desapercibidas, a ambos lados de la comentada entrada, las rejillas laterales de orientación vertical, que además de una función estética tienen otra aerodinámica. Este espacio se ha aprovechado para integrar los faros LED de iluminación diurna que hacen aún más reconocible al vehículo. Al observar el vehículo de forma lateral se aprecia cómo su línea de cintura asciende progresivamente. Asimismo, cabe señalar los pronunciados pasos de rueda y los voladizos razonablemente cortos del vehículo.
Por su parte, la trasera se distingue por la peculiar y futurista forma de los faros así como por la franja cromada situada en la zona baja del portón y el discreto alerón superior. Esta unidad está enmarcada en el acabado superior de la gama Exclusive Plus e incorpora de serie, exteriormente, elementos como las llantas de aleación ligera de 18”, los retrovisores con intermitentes integrados, las molduras laterales cromadas, los faros de xenón con lavafaros, las lunetas laterales sobretintadas y las barras de techo longitudinales.
Visibilidad, espacio y ergonomía
Nada más ocupar el puesto de conducción se aprecia su posición elevada, lo que otorga, desde un primer momento, una visibilidad más amplia que la de un turismo. El asiento es muy confortable y sujeta el torso de forma magnífica. En este sentido, cabe señalar que esta unidad dispone de la tapicería opcional de cuero gris claro (1.775 euros), asociada a regulación eléctrica y asientos delanteros. El buen nivel de ergonomía es otro de los aspectos trabajados en este modelo, así como la vida a bordo en general. Y es que se ha instalado un buen número de espacios por el habitáculo para ubicar pequeños objetos. En cuanto a la calidad de acabados, hay que señalar que Citroën emplea plásticos agradables al tacto así como ciertas inserciones decorativas de color negro brillante y otras cromadas.
En la segunda fila, que puede reclinarse para ganar comodidad, el espacio es bueno para dos ocupantes pero justo para tres. La plaza central es más limitada y no hay que pasar por alto que el hecho de contar con el techo panorámico en esta versión resta algo de altura de cara a los pasajeros de mayor estatura. Por lo que respecta al maletero, esta versión cuenta con rueda de repuesto de galleta, por lo que se reduce de 442 litros (con kit reparapinchazos) a 419. Si abatimos los asientos, y también descontando el volumen de la quinta rueda, la capacidad es de 1.170 litros.
El equipamiento de esta terminación Exclusive Plus es realmente completo e incluye airbags frontales, laterales, de cortina y de rodilla para conductor, controles de estabilidad y tracción, ayuda de arranque en pendiente, sensores de luces y de lluvia, faros antiniebla, climatizador automático, guantera refrigerada, control de crucero, retrovisores exteriores abatibles eléctricamente, volante multifunción y palanca de cambio de cuero, sensores de aparcamiento delantero y trasero, acceso y arranque sin llaves, techo panorámico, y navegador NaviDrive con pantalla táctil de 7 pulgadas y cámara de visión trasera. Eso sí, las posibilidades de ampliar el listado de serie con opcionales son prácticamente nulas.
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Compromiso entre eficiencia y rendimiento
Del trío de alternativas mecánicas que alberga la gama del C4 Aircross, una de ella de gasolina y las otras dos, diésel, en esta ocasión me he decidido por la más eficiente de todas. Se trata de la variante movida por el motor 1.6 HDi de 115 CV, un bloque diésel de cuatro cilindros en línea de inyección directa y con turbo de geometría variable. Este propulsor pone de manifiesto una buena respuesta a bajas vueltas, aprovechando al máximo su par motor máximo de 280 Nm a 1.750 rpm. De hecho, suele dar la impresión de contar con un caballaje levemente superior al que tiene.
Otro de los rasgos de esta mecánica es su elasticidad, gracias a la cual puede adelantar con garantías en carreteras de doble sentido. Y es que al analizar el rendimiento del motor queda evidente que ofrece unos buenos resultados para su cilindrada y potencia, pues acelera de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos y puede rodar a una velocidad máxima de 182 km/h. El motor está asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, muy bien escalonada y con una sexta marcha de desarrollo más largo para obtener un mejor consumo en conducción por autopista.
El ahorro de combustible supone una de las ventajas de esta versión, pues marca una media homologada de 4,6 litros cada 100 km y unas emisiones de 119 g/km de CO2. El registro fruto de esta prueba fueron unos ambiciosos 5,8 litros, combinando ciudad, autopista, carreteras interurbanas y de montaña. En cuanto a sonoridad, por encima de los 100 km/h, el ruido del motor se percibe algo más de la cuenta en el habitáculo, aunque ello no es exagerado ni origina una pérdida de confort.
Estable y cómodo
Desde el punto de vista dinámico, el modelo francés se caracteriza por un alto nivel de confort de marcha. En cuanto a suspensiones, el C4 Aircross cuenta con eje delantero de tipo McPherson mientras que atrás monta tren multibrazo. El tarado tiene la firmeza necesaria para que las oscilaciones de la carrocería sean muy reducidas, por debajo de lo que suele ser habitual en el segmento SUV pese a la altura y al peso de este vehículo. No llega a proporcionar las reacciones tan neutras como un Ford Kuga pero se le acerca bastante en estabilidad.
La absorción de los pequeños baches se produce de forma muy natural y contribuye a la comodidad general. El todocamino de Citroën está dotado de una dirección precisa y de buen tacto, muy directa en su comportamiento y que varía su dureza en función de la velocidad a la que se circula. Además, transmite un buen grado de información sobre el firme, filtrando muy bien las vibraciones. Dado que tiene mucho que ver con el Mitsubishi ASX, su dinámica es muy semejante a la del modelo japonés.
La variante mecánica HDi de 115 CV está disponible tanto con tracción delantera como con tracción total. En este caso, la unidad es 4x2, por lo que no proporciona el mismo nivel de motricidad en zonas de baja adherencia como por ejemplo carreteras mojadas o pistas con gravilla. En cualquier caso, la eficacia de las ayudas electrónicas garantiza una conducta segura por este tipo de firmes en conducción a ritmos razonables. Independientemente del tipo de tracción, las cotas físicas del vehículo lo limitan mucho ante el más mínimo obstáculo fuera de asfalto.
Conclusión
En definitiva, el SUV compacto de Citroën cuenta con unas cualidades dinámicas muy equilibradas que, combinadas con la eficiencia y el más que razonable rendimiento del motor diésel de 115 CV probado, dan lugar a un conjunto muy satisfactorio. Su estética consigue diferenciarse de buena parte de sus rivales gracias a un diseño atlético y elegante. Cuenta con un interior bien acabado y bastante espacioso. Además, esta versión dispone de un amplio equipamiento que, si bien eleva la factura si la comparamos con terminaciones inferiores, hay que tener en cuenta que la dotación de serie justifica el incremento.
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me gusta y estoy interesada pero si este es el precio lo veo demasiado caro para ser un cache descatalogado