Citroën ha dado un salto de calidad a su modelo más original, el e-Mehari. Este eléctrico descapotable, fabricado en pequeñas series y enfocado básicamente a un uso en áreas costeras y residenciales, amplía su versatilidad con la incorporación de un hard-top y ventanillas laterales que permiten que pueda ser utilizado a diario en la ciudad con un mayor nivel de confort.
El hard top aisla su interior del ruido externo y las inclemencias del tiempo, y lo convierte casi en un coche eléctrico convencional. Digo “casi” porque el coche mantienen intacta su esencia y filosofía de segundo o tercer coche, de espíritu lúdico, con su particular estética y tecnología basada en una batería de Litio Metal Polímero (fabricada por la compañía francesa Bolloré), que obliga a estar siempre recargándolo, como un Smartphone, para preservar sus propiedades. Es, por lo tanto, un eléctrico algo diferente, como aparenta. No engaña a nadie.
Citroën nos citó en la bonita isla de Formentera para que tomásemos un primer contacto con el nuevo e-Mehari, que se empieza a vender a un precio de 23.500 euros, a los que hay que sumar 87 euros al mes de alquiler de batería. Y si lo quieres con techo duro, hay que sumar 1.390 euros más. No es un coche barato, está claro. Es un capricho, y hay que pagarlo.
Esta nueva generación del simpático utilitario francés (se fabrica en la planta del Grupo PSA en Rennes) tiene un nuevo diseño interior de mayor calidad y ofrece algo más de prestaciones (la autonomía en ciclo mixto según la norma europea NEDC es de 197 kilómetros, pero incrementa su par máximo a 166 Nm a 3.700 revoluciones). El ciclo de carga de su batería sigue siendo muy largo: 10 horas y media en un terminal de 16 Amperios y 16 horas y media en un enchufe doméstico.
Su carrocería mantiene su característica imagen desenfadada, simpática, que hace desviar miradas y genera sonrisas entre los que lo observan. Es un coche poco visto, pero es que la primera sensación que genera al verlo es muy positiva.
Imagen todocamino
Su aspecto ligeramente de SUV le favorece, le da esa imagen de coche versátil que tanto gusta actualmente. Su carrocería está un poco elevada, tiene pasos de rueda muy marcados y ahora equipa neumáticos Cross Climate con certificación invernal ¿? que, según Citroën, incrementan su motricidad en caminos de tierra. Creo que hubiera sido mejor montar unos neumáticos de tipo mixto, si se buscaban estas aptitudes, y más teniendo en cuenta que este coche se va a vender sobre todo en zonas de playa… se montan sobre unas llantas de aleación ligera de 15 pulgadas que tienen un nuevo diseño en color gris.
La versión cabrio monta dos pequeñas capotas de lona separadas por el grueso arco de seguridad, como en el modelo anterior. Pero ahora tiene unos nuevos anclajes más fáciles de manejar y puede pedirse en color negro o naranja, que combinan con los dos colores de carrocería disponibles hasta ahora, Azul Gran Bleu o Naranja Mecánica, más un nuevo color blanco denominado Carta Blanca.
La versión con hard top cubre su techo con dos paneles de plástico rígido que van anclados mediante unos tornillos de tipo Torx. El proceso de montaje y desmontaje no es nada complejo, pero lleva algo de tiempo, y no hay un lugar en el coche destinado a guardar el techo una vez desmontado. Este techo duro viene acabado en un único color negro brillante.
Mejor acabado, nuevo diseño
Donde ha habido más cambios es en el interior. Citroën ha colocado un nuevo salpicadero, más complejo en su diseño con líneas más horizontales y una moldura decorativa en el lado del pasajero. También hay una consola central más funcional con más espacios para colocar objetos, nuevos elementos en las puertas (algunos, como los tiradores, con un diseño parecido a los del Citroën C4) y unos nuevos asientos más confortables. También es nuevo el volante, mucho más conseguido y menos espartano que el que montaba el anterior e-Mehari.
La sensación de calidad percibida se ha incrementado muchísimo, gracias al diseño en general y a los materiales empleados. Aún así, hay mucho plástico a la vista y encontré algunos puntos mejorables, como la ausencia de una guantera en el lado del pasajero o la de una simple radio, que no puede pedirse ni como opción. Los responsables de Citroën comentaron que esto es debido a que como el interior del coche puede limpiarse pasando agua con una manguera, la presencia de una radio lo impediría. El hueco para el equipo de música está, no obstante, a la vista, y los altavoces también, ya que podemos música a través de nuestro Smartphone usando el Bluetooh.
Podemos regular el volante en profundidad y distancia, y la banqueta también en distancia y altura, aunque siempre queda bastante alta, creando una posición de conducción bastante elevada, al estilo de un todoterreno.
En mi particular posición al volante toco con las rodillas con la parte baja del salpicadero y el montante inferior de la puerta al hacer el gesto de entrar y salir del coche. Muy probablemente personas con mayor estatura que coloquen el asiento en posición más retrasada no tengan este problema.
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Los asientos son cómodos, pero su tapicería, preparada para soportar una limpieza con agua, es algo resbaladiza. Una novedad en el nuevo e-Mehari es el sistema easy-entry que permite inclinar el respaldo y desplazar la banqueta delantera con un solo movimiento, para facilitar el acceso a las plazas traseras, que es bueno. Atrás viajan dos personas con buen espacio para las rodillas, aunque estas van un poco forzadas debido a la poca altura de la banqueta al piso.
En el maletero caben unas tres maletas, y bajo el piso hay un hueco donde podemos colocar pequeños bultos. Este hueco queda cerrado con el mismo cierre centralizado del coche, para que nadie pueda acceder a él cuando abandonamos el coche y éste está descapotado.
El cierre centralizado es otra de las novedades de esta nueva versión del e-Mehari, y lo convierten en un coche más convencional, más práctico para un uso diario. El cierre se activa con el propio llavero, acercándolo a la parte inferior izquierda del parabrisas, donde se encuentra el sensor.
Práctico, llamativo
Utilicé durante toda una mañana el e-Mehari para desplazarme por la isla de Formentera en la única carretera que la atraviesa de punta a punta y que da acceso a diferentes calas. Es un coche que, como todos los eléctricos, ofrece un buen empuje desde el primer momento en el que aceleras y que rueda muy suave y de forma silenciosa, algo que notas especialmente si circulas a techo abierto. No hay cambio de marchas y tan sólo tenemos que pulsar los botones D, N o R según necesitemos, alineados en horizontal en la parte inferior de la consola.
Su velocidad máxima es de 110 km/h, más que suficiente para moverse por carreteras comarcales como las de una isla como Formentera o bien por el extrarradio de una ciudad, siempre que no te metas un una autopista o autovía.
En la presentación rodé por una de las pocas carreteras reviradas de la isla, la que conduce al faro de La Mola, para comprobar que el empuje de los 67 CV de su motor eléctrico es bueno, gracias a que el coche pesa poco: 1.451 kilos. Su carrocería de fibra hace posible esta cifra. A alta velocidad se transmiten algunas vibraciones de la calzada al habitáculo, pero el confort es suficiente para moverse en cortos desplazamientos. Es un coche de corta batalla, algo nervioso en los cambios de dirección en carretera, pero a la vez muy ágil y manejable en ciudad.
Al ser eléctrico, goza de ventajas como aparcamiento gratuito en zona azul y en Formentera, acceso gratuito a las playas, entre otros.
Heredero del original Mehari
El Mehari siempre ha sido un coche muy playero, muy de uso en zonas costeras. Tradicionalmente, en la isla de Formentera el Mehari ha tenido mucha aceptación, al ser un coche práctico, que permite disfrutar de la conducción al aire libre y al cual no perjudica la salitre en la misma medida que a un coche convencional, al estar fabricado básicamente en fibra.
En Formentera todavía hay matriculados 140 Citroën Mehari, lo que da una idea de la resistencia al paso del tiempo y la utilidad que todavía ofrece a sus propietarios. El primer Citroen Mehari se lanzó al mercado en 1968. Han pasado 50 años y el nuevo e-Mehari demuestra claramente una evolución tecnológica y de diseño, pero la filosofía es exactamente la misma que la del Mehari original. No se espera que tenga la aceptación del modelo de los años sesenta, ya que este eléctrico se fabrica en series pequeñas, pero qué duda cabe que cubre una necesidad de movilidad con una imagen y una tecnología diferente a lo que ofrecen otras marcas.
Heredero del nombre, supongo. El antiguo era muy económico...este cariiiiiisimo.