Actualización 17-1-2018
El DS7 Crossback ya tiene precios para el mercado español. Son los siguientes:
DS 7 Crossback PureTech 180 EAT8 Be Chic: 35.850 € DS 7 Crossback PureTech 180 EAT8 So Chic: 38.550 € DS 7 Crossback PureTech 180 EAT8 Performance Line: 38.550 € DS 7 Crossback PureTech 180 EAT8 Grand Chic: 43.200 €DS 7 Crossback PureTech 225 EAT8 So Chic: 41.250 € DS 7 Crossback PureTech 225 EAT8 Performance Line: 41.250 € DS 7 Crossback PureTech 225 EAT8 Grand Chic: 45.900 € DS 7 Crossback BlueHDi 130 Be Chic: 32.950 € DS 7 Crossback BlueHDi 130 So Chic: 34.550 € DS 7 Crossback BlueHDi 130 Performance Line: 35.650 € DS 7 Crossback BlueHDi 180 EAT8 Be Chic: 38.900 € DS 7 Crossback BlueHDi 180 EAT8 So Chic: 40.500 € DS 7 Crossback BlueHDi 180 EAT8 Performance Line: 41.600 € DS 7 Crossback BlueHDi 180 EAT8 Grand Chic: 45.150 €
Hemos conducido por primera vez el DS 7 Crossback, primer modelo desarrollado por y para la nueva marca premium del grupo PSA. Este nuevo SUV compacto, de carácter lujoso y confortable, llega a nuestro mercado con dos motores diésel (BlueHDi 130 y 180) que a lo largo de 2018 se verán acompañados de otros dos de gasolina (PureTech 180 y 225). A mediados de 2019 llegará la versión híbrida enchufable E-Tense con tracción 4x4 y 300 CV. El DS 7 Crossback ya está a la venta y las primeras entregas se producirán en enero. Los precios parten desde los 32.950 euros (sin descuentos) del modelo BlueHDi 130.
El primer DS "jambe noire"
Por fin DS puede quitarse el “sambenito” de ser considerada un simple spin-off de Citröen. Cierto, DS ya era desde 2014 una marca con todas las de la ley dentro del Grupo PSA, pero en realidad no puedes gritarlo a los cuatro vientos sin haber lanzado un modelo totalmente propio. Y ese es el caso del DS 7 Crossback, primer automóvil ideado y desarrollado para ser un DS en vez de una adaptación de otros ya existentes, como venía siendo el caso.
El DS 7 Crossback es un SUV compacto que se sitúa por tamaño entre los más grandes del segmento C: mide 4,57 m de largo, con 1,89 m de ancho y 1,62 m de alto. Se trata de un modelo global que pone su foco en el mercado chino, donde la marca ya disfruta de un cierto reconocimiento; pero también ha de servir como punta de lanza para la expansión de DS en Europa, mercado en el que deberá que luchar contra el dominio absoluto de las marcas premium alemanas, con el espacio restante ya ocupado por las suecas y japonesas. Así, el nuevo SUV compacto francés tiene ante sí la difícil misión de plantar cara frente modelos como los Audi Q3 y Q5, BMW X1, Mercedes-Benz GLC, Volvo XC60 y Lexus NX. En cualquier caso, lo hará con las mismas armas empleadas por su competencia: diseño, calidad, confort y equipamiento.
Su exterior evoluciona a partir del lenguaje de diseño de otros modelos de la marca y lo define de cara al futuro. La parrilla hexagonal, más grande que nunca, permanece inscrita en un grueso marco cromado, con una marcada línea inferior que lo separa del paragolpes. Los faros LED eligen no extenderse hacia atrás, mostrándose algo más conservadores que en el resto de la gama DS. La vista lateral resulta discreta, con una caída progresiva de la superficie de cristal y la presencia acostumbrada de barras de techo y protectores de carrocería. En cambio, los diseñadores sí han querido asumir ciertos riesgos en la parte posterior: además de unas generosas salidas de escape trapezoidales, nos encontramos ante unas ópticas muy afiladas, con firma visual tridimensional, rodeadas y unidas por molduras metálicas. En vez de estar partidos por el portón, los grupos ópticos quedan integrados sobre aquel, lo que obliga a situar otros grupos que los replican cuando el maletero está abierto (asegurando así la visibilidad del vehículo en plena noche).
Los clientes pueden elegir entre nueve colores de carrocería y cinco ‘Inspiraciones’ o líneas de diseño, cada cual con su propia personalidad. Por un lado, tenemos las elegantes Bastille, Rivoli y Opera (a las que se unirá la Inspiración Faubourg en 2019); y por otro, la DS Performance Line, de estilo más dinámico y agresivo aunque sin afectar en ningún caso al comportamiento del vehículo. También está disponible una edición de lanzamiento bautizada como La Première, especialmente equipada y lujosa.
Estas líneas de diseño también hacen afectan al interior del vehículo, que es sin duda el verdadero protagonista del DS 7 Crossback. Allí, diseño y calidad unen sus manos para sumergirnos en uno de los ambientes más selectos de su categoría. El puesto de conducción de este DS reclama nuestra mirada y nuestro tacto desde el mismo instante en que nos sentamos. Los materiales de recubrimiento son exquisitos (no tanto en la mitad inferior), los mandos ofrecen un tacto muy bueno y las butacas son realmente confortables. Los ajustes son de primer nivel, como también lo es el aislamiento acústico del habitáculo y el sonido del cierre de las puertas. Sólo falla, y por poco, la visibilidad a través de la luneta posterior.
Las plazas delanteras quedan completamente separadas por una enorme consola central. Vienen de serie dos grandes pantallas digitales, la primera para el cuadro de instrumentos y la segunda sobre el centro del salpicadero. Las dos son estupendas por brillo y resolución, pero no me convence la ausencia de un velocímetro y cuentarrevoluciones “de agujas”, y menos todavía que tengamos que navegar por los menús para controlar la climatización del vehículo y los asientos. Tampoco me acaba de agradar estéticamente el reloj analógico situado sobre el botón de encendido, al que veo más al gusto del mercado chino (fundamental para DS y demás marcas premium). Lo mismo podría decirse de la superficie poligonal de los pulsadores eléctricos de las puertas y la consola, detalle tan original como el del efecto “diamante” de los diales giratorios. Pero en su conjunto, el interior del DS destila carácter; y desde luego, está a la altura de lo que esperamos de un SUV premium.
Pasando a la fila posterior, dos personas adultas disfrutarán de mucho espacio en todas las cotas. Sobra altura libre incluso en las versiones con techo de cristal; no existe el menor problema para los hombros y las rodillas, y sólo en la plaza central hay cierta desventaja a causa de su relativa estrechez y la dureza del respaldo, que alberga un reposabrazos con portabebidas; aunque a cambio, no hay túnel central que moleste. Los pasajeros pueden controlar el climatizador e incluso la inclinación del los respaldos, que cuentan con accionamiento eléctrico mediante unos mandos situados en las puertas. La banqueta es fija y los respaldos están divididos en dos secciones (60:40).
El maletero es lo bastante grande, con una capacidad de 555 litros. Presenta una amplia boca de carga, bandeja rígida, huecos separados a ambos lados, ganchos y argollas, una toma de 12V y tiradores mecánicos para abatir los asientos. La plancha inferior, muy robusta, puede ser fijada a 45 grados o situada a dos alturas; y bajo el doble fondo se encuentra una rueda de emergencia.
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Un SUV con alma de berlina viajera
El DS 7 Crossback toma como base la plataforma modular EMP2 del grupo PSA, de manera que comparte elementos estructurales, mecánicos y electrónicos con otros automóviles del grupo, y en especial con los Peugeot 3008 y 5008. Como aquellos, también es un modelo de tracción delantera (con alguna excepción, como veréis); pero en el DS la suspensión trasera es multibrazo, no de barra torsional como los Peugeot.
La gama de motores se compone de dos mecánicas diésel (BlueHDi 130 manual y 180 automático), disponibles desde el inicio de la comercialización. A primeros de 2018 llegará el gasolina PureTech 225 y poco después el PureTech 180 (ambos automáticos). En el segundo semestre de 2019 llegará la versión híbrida enchufable E-Tense 4x4, con 300 CV de potencia combinada.
Nuestros recorridos de prueba por los alrededores de París nos permitieron probar tres versiones del DS 7 Crossback: BlueHDi 180, PureTech 225 (ambos con cambio automático) y, a modo de sorpresa, el plug-in E-Tense, aún en fase de prototipo. El BlueHDi de 180 CV se ajusta como un guante a las características del SUV francés: relativamente potente y bastante elástico, este turbodiésel de 2 litros empuja con fuerza desde bajo régimen y promete unos consumos ajustados (homologa 4,9 l/100 km). Por su parte, el PureTech 225 es claramente más progresivo, (su par es de 300 Nm frente a los 400 Nm del diésel, buen dato en todo caso para este 1.6 turbo) pero, como buen gasolina, nos regala una estirada bastante más alegre. Su consumo oficial es de 6,0 l/100 km, pero no esperéis nada parecido en el mundo real.
Todavía me cuesta decidir entre un motor u otro, más todavía al montar ambos la caja automática EAT8 de tipo convertidor de para con 8 relaciones; razonablemente rápida, suave y efectiva. Si buscáis sensaciones, id a por el gasolina de 225 CV sin dudarlo: “anda” más, estira más y suena mejor; pero para un uso rutero y familiar, el diésel de 180 CV rebaja mucho los consumos, rinde casi igual de bien y, sobre todo, tiene más “patada”. Y eso se nota en un coche como éste, que no es de los más ligeros en la báscula. De acuerdo, el diésel pesa unos 100 kg más (1.535 kg en vacío) pero, aun y así, recupera mejor y se le nota más lleno desde más abajo.
En cuanto a comportamiento dinámico, el DS 7 Crossback lo apuesta todo al confort. Las suspensiones tienen un tacto equilibrado, tirando a suave; filtran estupendamente las irregularidades del terreno y sacan partido del multibrazo posterior sobre todo para hacer más agradable la vida a bordo de los pasajeros. He notado que al chasis le falta cierta agilidad, sin duda a causa de su centro de gravedad elevado y del peso global del vehículo, pero su comportamiento en autopista es realmente agradable y se defiende bien en carretera abierta. Enlaza curvas cerradas con mucha decencia y frena más que correctamente, pero agradece la conducción suave y bien medida; la carrocería tiende a inclinarse bastante en curvas rápidas, si bien el chasis se muestra aplomado y poco dubitativo con asfalto en mal estado. Para mi gusto, aunque el guiado es fácil y preciso la dirección informa poco al conductor; y ese es tal vez el mayor punto negativo si queremos conducir con cierta alegría.
Por lo tanto, no puedo encuadrar al nuevo DS como uno de los SUV más deportivos de su categoría -si es que tal cosa existe-; en cambio, sí me ha parecido uno de los mejores de su clase como coche familiar y de viaje.
Como parte del evento, tuvimos la oportunidad de conducir en pista cerrada un prototipo del futuro E-Tense, modelo híbrido enchufable con tracción a las cuatro ruedas. El DS 7 Crossback E-Tense 4x4 equipa un motor de gasolina 1.6 de 200 CV encargado de mover el eje delantero y otros dos eléctricos de 80 kW, uno para cada eje, con una potencia total combinada de alrededor de 300 CV. Podemos circular en modo eléctrico y tracción trasera hasta una velocidad de 130 km/h -yo lo probé hasta los 100 km/h-, con una autonomía máxima de 50 km sin recurrir a la gasolina. El depósito es algo más pequeño para conceder espacio a la batería de iones de litio, batería que podremos recargar en 1 hora y 40 minutos con un cargador de 6,6 kW en una toma de 32 A.
Bien equipado y, en consecuencia, no muy barato
El equipamiento de seguridad activa es muy completo, e incluye de serie la asistencia de frenado de emergencia, asistencia de arranque en pendiente, advertencia de atención del conductor, aviso de abandono de carril, control de velocidad de crucero, limitador de velocidad y reconocimiento de señales de tráfico. De manera opcional podemos acceder a tecnologías como Active LED Vision (luces de carretera con haz dinámico), Connected Pilot (conducción semi-autónoma con control de crucero adaptativo, actuación sobre el volante y circulación en retenciones), Park Pilot (asistente de localización, entrada y salida de aparcamiento totalmente automatizado), Night Vision (detección de peatones y animales en la oscuridad mediante infrarrojos), Driver Attention Monitoring (vigilancia de distracción o somnolencia del conductor, también por infrarrojos) y Active Scan Suspension (suspensión activa capaz de leer el terreno y ajustarse a sus irregularidades).
El DS 7 Crossback ya está a la venta en España, si bien la entrega de las primeras unidades está prevista para enero o febrero de 2018. Está disponible en cuatro niveles de equipamiento: Be Chic, So Chic, Grand Chic y Performance Line. El nivel “básico” Be Chic trae de serie faros de xenón, llantas de aleación de 17”, barras de techo, cuadro de instrumentos de 12”, pantalla táctil de 8”, arranque sin llave, climatizador bizona, sensor de aparcamiento trasero, sensor de lluvia, asistente de arranque en pendiente, y rueda de repuesto de emergencia.
Yo he visto los dos modelos cx-5 y ds-7, y es verdad que es algo caro. En el interior el mazda es correcto pero el ds es claramente superior y en exterior el empaque que tiene el ds7 no lo tiene el mazda. Para gusto los colores pero hay que verlos antes que opinar porque decir que el ds7 parece un c4 picasso es como decir que un skoda octavia es igual que todo un passat moderno, según que los ojos que mires las cosas, cuestión de objetivismo