DS 4 Crossback 1.2 PureTech 130 SS

Cuando Citroën decidió crear la marca DS como firma para su línea premium, tenía claro que quería ofrecer diseño, tecnología, lujo y confort a la francesa. Buscó así, diseñar coches que atrajeran el interés del público mediante estos argumentos y que se diferenciaran de manera notable de los Citroën, más funcionales, con los que comparten la base mecánica.

Coincidiendo con el lanzamiento de DS como marca, el DS4, como el resto de la gama, recibió una serie de cambios estéticos, algunos nuevos motores, más equipamiento y, de acuerdo con la moda SUV que todo lo invade, una nueva versión: el DS4 Crossback que es, precisamente, el que Coches.net ha probado para vosotros y que no es otra cosa que un DS4 convencional con una estética más aventurera.

Con motivo del lanzamiento de estas versiones rediseñadas, DS cambió casi por completo su gama de motores, compuesta ahora por seis propulsores, todos ellos turboalimentados. En el apartado de gasolina dispone del tricilíndrico PureTech de 1,2 litros en su versión de 131 CV, el THP 165 -con la caja de cambios automática EAT6- y el más potente de la gama, el THP de 210 CV. Estos dos últimos parten del mismo bloque de cuatro cilindros y 1,6 litros.

Si nos vamos “al lado diesel” los nuevos DS4 disponen del propulsor 1.6 BlueHDi de 120 CV -al que se puede optar con caja de cambios manual o automática- el BlueHDi 150 con caja manual y el BlueHDi 180 con caja de cambios automática. En el caso de la versión Crossback, el abanico queda reducido a dos motores gasolina -PureTech 130 y THP 165- y a los BlueHDi de 120 y 180 CV. Nuestra unidad de pruebas montaba el gasolina “pequeño” con un cambio manual de seis relaciones.

Los cambios estéticos en los DS4 han ido en busca de los requisitos que desea la marca DS para sus modelos, es decir, imagen actual, elegancia y, en el caso del Crossback, un toque dinámico pero sin perder un cierto glamour. Para ello se ha cambiado totalmente el frontal con una nueva parrilla hexagonal en la que destaca el logotipo DS en el centro y que queda enmarcada en un contorno cromado que “viaja” hacia los faros que, bajo el nombre de DS LED Vision, aúnan la tecnología LED y Xenón con sistema direccional.

A ellos se unen los también nuevos faros antiniebla LED con función cornering (iluminan hacia el lado hacia el que se gira el volante cuando se supera un determinado porcentaje de giro) y unos intermitentes dinámicos LED de encendido gradual. Lateralmente parece un compacto tres puertas ya que las traseras -de pequeñas dimensiones y con los tiradores ocultos en el montante- apenas se aprecian a simple vista, lo que le proporciona un aire muy dinámico y estilizado.

Pero el diseño, en muchas ocasiones, se paga con inconvenientes o limitaciones funcionales. En el caso del DS4 esto se materializa en un acceso estrecho e incómodo a las plazas traseras -bastante justas por otro lado- y a la imposibilidad de bajar o abrir la ventanillas traseras. En mi opinión, este es un "coste" demasiado alto y hubiera preferido un diseño que contemplara la posibilidad de utilizar esas ventanillas.

Nada cambia en este aspecto en la versión que nos ocupa, es decir, el Crossback que aglutina las novedades anteriormente comentadas pero con la personalización propia de su condición de crossover. El nuevo modelo de DS dispone de 3 cm más de altura libre al suelo -para “aventuras” fuera del asfalto aunque no se trate en ningún caso de un modelo 4x4- barras de techo específicas, paragolpes y retrovisores en negro, pasos de rueda en negro mate y unas llantas específicas en color negro que, opcionalmente, pueden montar los neumáticos Michelin CrossClimate, un neumático de verano pero con certificación de invierno.

En el interior no encontraremos grandes cambios pero sí un toque más lujoso gracias a materiales exclusivos como los cuatro tipo de cuero con los que se puede personificar el interior del DS4 -incluyendo el semi-anilina como en el caso de nuestra unidad de pruebas- o con paquetes como el “cuero integral” con un tapizado artesanal cosido a mano -salpicadero y puertas incluidos-.

Se ha mejorado el funcionamiento de la nueva pantalla táctil de 7” con la que se ha logrado eliminar “botonería” del salpicadero pero, en mi opinión, es poco intuitiva y el navegador, en ocasiones, es poco preciso. Además, la búsqueda de los menús obliga a dar más pasos de los deseados. Por otra parte, el DS4 recibe por primera vez el sistema Apple CarPlay y dispone del DS Connect Box que incluye -entre otros- el Pack SOS & Assistance con el que se realizan llamadas de emergencia y asistencia de forma automática y localizadas. Los asientos delanteros son amplios, sujetan bien pero quizá son un poco duros, resultando algo incómodos tras muchos kilómetros.

Opcionalmente, los asientos pueden disponer de ajuste eléctrico y calefacción. La posición de conducción es correcta, el cuadro de información incorpora toda la necesaria en tres instrumentos circulares -en el central con el ordenador de abordo- pero el volante es demasiado grande y delgado. La consola central alberga una pequeño hueco porta objetos en la parte delantera, la palanca de cambios y en la zona central el botón de puesta en marcha.

Entre los dos asientos dispone de apoyabrazos corredero a modo de guantera. En lo que respecta a la parte trasera, ya lo hemos comentado anteriormente. Las plazas no son amplias, la banqueta es corta, la altura al techo no es muy elevada y el acceso a ellas es incómodo por la estrechez de la puerta que además tiene un diseño con "un pico" final un tanto exagerado que tampoco ayuda y que puede provocar algún golpe indeseado en las personas que accedenb atrás y que desconocen esta característica.

Por su parte, el maletero ofrece una capacidad de 385 litros en un espacio plano pero algo limitado por el amplificador del equipo de sonido. La boca de carga es un tanto alta y los asientos traseros abatidos -con lo que se consigue una capacidad de 1.021 litros- no quedan en línea con el plano del maletero.

Además de los elementos de seguridad habituales como los airbags, ABS y control de estabilidad, el Crossback con el acabado Style dispone de serie de ayuda a la frenada de emergencia, arrancada en pendiente, control de tracción inteligente, sensor de aparcamiento trasero, lámpara portátil en el maletero, sensor de luces y de lluvia, volante de cuero, conexión Bluetooth y llantas de 17”.

Para completar el equipamiento podemos recurrir al Paquete Style, compuesto por navegador, sensor de aparcamiento delantero, faros direccionales, cámara de visión trasera, vigilancia de ángulo muerto, acceso y arranque manos libres, faros antiniebla LED, llamada de urgencia y asistencia localizada -DS Connect Box- xenón y tres proyectores LED, con un coste de 1.700 €. Este es un paquete muy recomendable para completar el coche dado su numerosa dotación y su precio ajustado.

Por su parte el Paquete Bracelet ofrece ajuste eléctrico y memoria en el asiento del conductor, asientos delanteros con calefacción, tapizado en cuero semi-anilina con confección bracelet y vigilancia de ángulo muerto por un precio de 2.400 €.

Individualmente tendremos acceso a otros tapizados, con un coste de 1.200 y 1.300 €, a la pintura metalizada por 550 €, al techo bitono por 550 €, al acceso y arranque manos libres por 400 € y a las llanta de 18” también por 400 €. El precio del DS4 Crossback Style es de 25.260 € que, con los paquetes mencionados, alcanza los 29.360 €

Para esta prueba, tuve la oportunidad de hacer más kilómetros de los que hago habitualmente y lo cierto es que el DS4 me convenció por su comportamiento dinámico. Tanto en autopistas y vías rápidas como en zonas más viradas. El motor PureTech 130 tiene una buena respuesta desde abajo y a partir de 2.000/2.200 rpm el turbo entra de un modo contundente y mezcla su silbido con el “ronroneo” habitual de los motores de tres cilindros, para empujarlo con fuerza hacia las 5.000/5.200 rpm, donde encontrará su potencia máxima.

La respuesta global del motor en toda su gama me pareció más que aceptable, aunque a partir de 3.500/4.000 rpm parecía estancarse un poco. La entrega a bajo régimen es rápida pero después “planea” hasta alcanzar el régimen máximo. Es confortable para viajar pero la suspensión es suficientemente firme para ser eficaz también en virajes y curvas enlazadas, en las que la carrocería apenas tiene balanceo.

La dirección bastante desmultiplicada y las dimensiones del volante hacen que no transmita sensación de agilidad en la entrada a los virajes pero, en cambio, es uno de los puntos fuertes del Crossback, ya que mantiene muy bien las trayectorias y el morro se inscribe con precisión. Si aumentamos el ritmo llega el subviraje y un “chirriar” de los neumáticos más elevado de lo habitual, pero su eficacia en este terreno está fuera de toda duda.

El nuevo DS4 incorpora la tecnología Intelligent Traction Control que ayuda a optimizar la tracción del tren delantero en superficies de baja adherencia, pero también le beneficia a disponer de mejor tracción en la salida de los virajes lentos, siempre que lo controles se lo permitan. Buen tacto del cambio manual y unos frenos eficaces pero con un tacto algo blando.

En cuanto a consumos debo decir que, junto a las plazas traseras, es el punto menos favorable del DS4 Crossback -al menos con el motor de nuestra unidad de pruebas-. En vías rápidas, circulando entre 120/130 km/h, consumió una media de 7,4 litros que se transformaron en 8,3 litros en cuanto el recorrido subía y llegaban zonas más viradas. En mi opinión un consumo elevado para un motor que, sobre el papel, busca todo lo contrario.

La imagen del DS4 Crossback me gusta -aunque la cuestión de gustos siempre es muy personal- y creo que la marca consigue lo que pretende: dar una imagen de calidad y elegancia a este compacto que, en el caso del Crossback, añade ese punto mas aventurero con su mayor altura al suelo y la optimización de la tracción que, eso sí, sólo nos dará para hacer incursiones en pistas en buen estado. Me quedo con su imagen, con la buena respuesta del motor a bajo régimen y con un comportamiento dinámico mucho más eficaz de lo que imaginaba.