Elon Musk deja la presidencia de Tesla debido al acuerdo con el organismo de vigilancia bursátil para que éste desista de las acciones judiciales contra Musk y Tesla por unas declaraciones que alteraban el precio de las acciones.
El controvertido fundador de la compañía, y de otras compañías de futuro de la movilidad (desde el hyperloop a los viajes turísticos espaciales), ha dimitido de sus responsabilidades como presidente de la misma y miembro del Consejo de Administración.
La decisión no es voluntaria, ni tiene nada que ver con los problemas de producción y estrategia de la marca, ni con los financieros y de entregas. De hecho, Musk conservará la dirección de las operaciones. Se trata de un acuerdo con el que Musk ha llegado con la SEC -el organismo americano que vela por la transparencia bursátil- para evitar ir a juicio y males mayores.
La SEC ha acusado a Musk de una de las mayores infracciones en materia bursátil: maniobrar para hacer bajar el precio de las acciones. Todo por un tweet en el que anunció su intención de privatizar la compañía de nuevo y sacarla de bolsa, provocando el pánico entre los inversionistas. En este sentido se ha hablado mucho del fondo de inversión saudí que proporcionaría los fondos para esta OPA llamémosla de exclusión. Aunque estas conversaciones han existido, no se había llegado a ningún acuerdo concreto.
El tema tenía grandes proporciones porque recientemente la capitalización bursátil de Tesla, pese a su tamaño reducido, había superado a la de General Motors y Ford. Y muchos inversionistas podían perder muchísimo dinero.
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El acuerdo prevé que Musk no podrá formar parte del Consejo los tres próximos años. Se nombrarán dos administradores independientes y, además, tanto Musk como Tesla pagarán 20 millones de dólares de multa para compensar (con estos 40 millones) a los pequeños accionistas.
De todas formas, si Musk evita la acción judicial de la SEC, ello no es óbice para que algunos accionistas particulares emprendan sus propias acciones judiciales. Algunas demandas ya están interpuestas y con los documentos que la SEC ha manejado para conseguir la ‘dimisión’ de Musk de la presidencia, pueden tener aún más fuerza.