Renovación necesaria
La apuesta de Ford por el segmento de los monovolúmenes es clara, como así lo demuestran las ocho opciones que nos propone la marca americana para cubrir todas y cada una de las necesidades del comprador que se decante por este tipo de vehículo.
Los B-Max, C-Max, Grand C-Max, S-Max, Galaxy y Tourneo, en sus múltiples variantes, son la mayor propuesta que podemos encontrar en el sector del monovolumen propuesto por una única marca.
A los nuevos C-Max y Grand C-Max los conocimos en el Salón de París 2014 y posteriormente en el de Ginebra 2015. No es una generación nueva sino que se trata de una actualización y puesta al día que les añade la nueva imagen de marca en el exterior, novedades en lo referente a la tecnología y a la vida a bordo y una gama de motores actualizada para todos los gustos.
El C-Max es el modelo de 5 plazas. Se lanzó al mercado en el 2004 y ya se han vendido más de 1,2 millones de unidades en Europa, convirtiéndose en el tercer modelo Ford con mayor volumen. Por su parte, el Grand C-Max ofrece un interior capaz de albergar hasta siete pasajeros. Su estrena tuvo lugar en 2006 y en 2007 consiguió el galardón al Mejor Coche del Año. Ha registrado más de 400.000 ventas hasta la fecha y según nos apunta Ford el 65% de los clientes han repetido.
En Mallorca hemos tenido la oportunidad de probar ambos, así como el nuevo S-Max del que os contaremos todas las novedades y nuestras impresiones en unos días. Dicho esto vayamos por partes.
Adaptados a la nueva estética Ford
Como ya comento unas líneas más arriba se trata de una actualización que a nivel de diseño que acerca la estética de los C-Max y Grand C-Max al resto de modelo de la marca. Los cambios se encuentran básicamente en el frontal donde ambos adoptan la nueva parrilla que estrenó en su día el Focus y que posteriormente se ha ido implantando en el resto de modelos de la marca.
Tanto en el C-Max como en el Grand C-Max la rejilla se encuentra en una posición ligeramente más alta que en los turismos para no romper con la armonía de líneas de la carrocería monovolumen. También pueden observarse nuevos detalles como los limpiaparabrisas escondidos, los faros delanteros más estilizados y los antiniebla más rectangulares.
En la zaga los cambios se limitan a unos nuevos pilotos con mayor visibilidad y con unas formas ligeramente más compactas, aunque también se incorpora el sistema de apertura del portón trasero con el pie por debajo del parachoques.
A simple vista son muy parecidos uno y otro pero el detalle que los delata son sus puertas traseras. El 5 plazas incorpora dos puertas estándar mientras que el Grand C-Max se decanta por las puertas deslizantes.
En el interior los cambios se heredan directamente del Focus. Las novedades van destinados a hacernos la vida a bordo aún más fácil, y uno de los puntos de mayor interés es la reducción del número de botones y controles para las diferentes funciones. La simplificación de estos resulta en una consola central más limpia y con un funcionamiento de los mismos más intuitivo, aunque me sigue chocando el gran tamaño que tienen las ruedecillas del control del flujo de aire.
La consola central presenta un nuevo diseño con mayores opciones de almacenaje ajustables y cuenta ahora con un reposabrazos deslizante integrado. La guantera es más grande y lo mismo ocurre con el hueco portaobjetos situado en lo alto del salpicadero.
La pequeña pantalla que se ofrecía hasta la fecha se ha sustituido por una nueva más vistosa de 8 pulgadas a color con funcionamiento táctil. Incorpora el sistema de infoentretenimiento SYNC2 que controla el audio, la navegación, el teléfono por Bluetooth o la climatización.
En opción se ofrece un sistema de audio premium de la firma Sony que tuve la oportunidad de toquetear en la misma presentación y que hay que reconocer que a los más melómanos no les defraudará en absoluto.
Detalles como un mayor grueso en las ventanillas laterales, cierres más estancos de las puertas y el portón y aislantes acústicos en varios puntos del vehículo ayudan a reducir la rumorosidad interior y crear un ambiente más agradable a bordo.
El Grand C-Max ofrece una gran modularidad interior, con la posibilidad de abatir individualmente los tres asientos de la segunda fila, correr la banqueta, guardar el central bajo la banqueta de uno de los del lateral y si plegamos los 5 asientos traseros se consigue un piso totalmente plano.
Cargado de ayudas a la conducción
La familia C-Max se beneficia ahora de un gran número de tecnologías de vanguardia para evitar diferentes peligros durante la conducción o simplemente hacer que nuestro viaje a bordo sea más confortable.
Entre estos sistemas destaca el Active Park Assist, capaz de localizar y aparcar de forma automática (el conductor sólo deberá prestar atención al acelerador y al freno) tanto en línea como en batería, la Alerta de Tráfico Cruzado que avisa cuando se acerca por detrás un vehículo al salir de un hueco en perpendicular y la Salida de Aparcamiento que desaparca el coche de forma autónoma.
Ford también ha mejorado el Sistema de Frenado en Ciudad, que precarga el freno ante una posible colisión frontal y puede llegar a detener el vehículo por completo si el conductor no reacciona. El C-Max dispone de la versión más reciente de esta tecnología que ahora se activa a velocidades de hasta 50 km/h.
El Frenado Activo funciona de manera similar el Frenado en Ciudad, lo único que en este caso el coche no se detiene por completo. El sistema trabaja en un rango de velocidades entre 8 y 180 km/h y emite avisos visuales y acústicos en caso de detectar un obstáculo delante. Como el anterior, si el conductor no actúa con el freno, éste reducirá la velocidad para minimizar los daños ante un posible contacto.
También se puede equipar el Control de Crucero Adaptativo que permite a los conductores mantener una distancia determinada con respecto al vehículo que nos precede incluso si ese vehículo circula más despacio que nuestra velocidad de crucero.
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Las nuevas tecnologías aplicadas a la iluminación también llegan a Ford con el Sistema de Iluminación Frontal Adaptativo que ajusta el ángulo de haz de luz según las condiciones del tráfico y la carretera. Ambos modelos están equipados con faros Bi-Xenón HID en los faros y de tecnología LED para la luz diurna.
Por último comentar la tecnología MyKey. Este ajuste permite al propietario del vehículo configurar ciertos ajustes del coche en la llave de forma que, por ejemplo, se puede restringir la velocidad máxima a la que se podrá circular o el volumen máximo de la radio. Un sistema creado pensando básicamente en las familias, para cuando el hijo debe coger el coche del padre o de la madre.
Gama mecánica muy completa
Antes de entrar a hablar de los motores, la gente de Ford también nos comentó que se han revisado dos puntos clave del chasis para que la experiencia de conducción sea aún más agradable y efectiva. La primera de ellas es una nueva puesta a punto de la suspensión, algo más firme, que mejora la dinámica de conducción sin comprometer la comodidad y la segunda es una nueva dirección asistida eléctrica más precisa en cuanto al guiado.
Ahora sí, vamos con los motores. La gama mecánica se ha mejorado con la incorporación de una nueva variante 1.5 Ecoboost de 150 CV que sustituye al anterior motor de 1,6 litros reduciendo así consumos y emisiones. Esta variante de gasolina es la más potente de la gama y complementa a los actuales Ecoboost de 1 litro de 100 y 125 CV que siguen disponibles.
La gama diésel también añade novedades pues el motor TDCi de 1.5 litros, disponible con potencias de 95, 105 (versión Econetic) y 120 CV, sustituye al anterior motor diésel de 1.6 litros. Con el cambio se logran mejoras en cuanto a las emisiones en torno a un 12% y 5 CV más de potencia en todas las variantes. Como punta de lanza se mantiene el 2.0 TDCi de 150 CV.
También está disponible una variante de Autogas (GLP) que monta un bloque de 1,6 litros y ofrece una potencia máxima de 117 CV.
Todas las mecánicas montan de serie una caja de cambios manual de seis velocidades a excepción de esta variante de gas licuado del petróleo que debe conformarse con una de cinco. El cliente puede optar también, en opción, por el cambio automático Powershift de 6 marchas para la variante 2.0 TDCi de 150 CV en cualquiera de los dos modelos.
Cuando probé el C-Max lo hice con el nuevo motor de gasolina 1.5 Ecoboost de 150 CV, una mecánica que me ha parecido una auténtica delicia tanto por prestaciones como por su refinamiento en orden de marcha.
A pesar de su baja cilindrada es capaz de empujar bien desde abajo y tiene un funcionamiento muy correcto en prácticamente todo el rango de revoluciones. Tiene el suficiente brío como para mover con soltura al monovolumen por todo tipo de vías con garantías.
El consumo registrado en este pequeño test fue algo elevado, hablamos de unos 7,5 litros y en ocasiones 8, pero todo tiene una explicación: la ruta que nos planteó la organización transcurría exclusivamente por carreteras secundarias, con acusados desniveles y repletas de ciclistas en pelotones que me obligaba a modificar la velocidad tanto a la hora de esperar detrás de ellos como para sobrepasarlos. Esta acción se repetía sin cesar aumentando de forma sustancial el registro que marcaba el ordenador de a bordo.
Con el Grand C-Max me decanté por el diésel más potente, el 2.0 TDCi de 150 CV, básicamente porque no pude elegir otra opción. Aunque a mi juicio personal, si el coche va a ir bien cargado frecuentemente, es la opción de debería escogerse.
Con el diésel se nota el mayor par motor y nos permite rodar por debajo de las 2.000 vueltas sin complicación. No es tan refinado como el anterior, lógicamente al tratarse de un diésel, pero el nivel de ruido y vibraciones que llegan al interior es realmente bajo. El consumo en condiciones normales debe rondar los 6 litros, una cifra que no está nada mal en un vehículo de estas características.
En ambos casos el nivel de rodadura es muy bueno el cual permite afrontar viajes por todo tipo de carreteras con mucha seguridad. La carrocería no balancea demasiado y si la familia lo permite hasta se pueden enlazar curvas a un ritmo alegre sin que el chasis se resienta demasiado.
Precios
A continuación os dejo la lista de precios que nos ha facilitado Ford. Éstos incluyen los pertinentes impuestos y el transporte, pero no se detallan los posibles descuentos que pueda ofrecer la marca o el Plan PIVE.
Ford C-Max gasolina Trend+ 1.0 Ecoboost 100 CV 20.050 € Trend+ 1.0 Ecoboost 125 CV 21.050 € Titanium 1.0 Ecoboost 125 CV 22.500 € Titanium 1.5 Ecoboost 150 CV 24.500 €
Ford C-Max diésel Trend+ 1.5 TDCi 95 CV 22.550 € Trend+ 1.5 TDCi Econetic 105 CV 23.050 € Trend+ 1.5 TDCi 120 CV 23.050 € Titanium 1.5 TDCi 120 CV 24.500 € Titanium 1.5 TDCi 150 CV 26.450 € Titanium 1.5 TDCi 150 CV Powershift 27.950 €
Ford C-Max GLP Trend+ 1.6 Autogas 117 CV 21.050 € Titanium 1.6 Autogas 117 CV 22.500 €
Ford Grand C-Max gasolina Trend+ 1.0 Ecoboost 100 CV 21.800 € Trend+ 1.0 Ecoboost 125 CV 22.800 € Titanium 1.0 Ecoboost 125 CV 24.250 € Titanium 1.5 Ecoboost 150 CV 26.250 €
Ford Grand C-Max diésel Trend+ 1.5 TDCi 95 CV 24.300 € Trend+ 1.5 TDCi 120 CV 24.800 € Titanium 1.5 TDCi 120 CV 26.250 € Titanium 2.0 TDCi 150 CV 28.200 € Titanium 2.0 TDCi 150 CV Powershift 29.700 €
Acabo de comprarme un c max motor 1.5 -120 diesel, acabado Titaniun. La verdad es que estoy muy contento con el. A excepto en el acabado de gomas en puertas muy desajustadas y el maleterero revestimientos muy blandos y no digamos la base que es papel de fumar. Por lo demas como la seda. Muy comodo de llevar pocos ruidos. Los faros bi xenón adaptativos una pasada. De momento y asta hacerle una buena tanda de kilometros. No tengo quejas .