Honda Civic Type R

2015. Ese será el gran año de Honda en Europa. Ese año llegarán a nuestro mercado un montón de novedades de la marca entre las que destacan la nueva generación del Jazz, el esperadísimo superdeportivo NSX, el SUV urbano que se presentará mañana en el Salón de Tokio y que está basado en este Urban SUV Concept y otro modelo emblemático de la marca japonesa, la versión deportiva Type R del Civic.

En nuestra visita a las instalaciones de desarrollo de Honda en Tochigi incluida en nuestro viaje al Salón de Tokio con la marca, Honda nos permitió, entre otras muchas cosas que os iremos contando en los próximos días, disfrutar de una primera toma de contacto con el nuevo Civc Type R.

Las dos unidades de que dispusimos el medio centenar de periodistas europeos invitados por la marca eran modelos prototipo de desarrollo –no puede hablarse de unidades de preserie ya que esta versión todavía no se fabrica- y las condiciones de la prueba no permitieron sacar excesivas conclusiones ya que dimos dos vueltas al óvalo de alta velocidad de Tochigi acompañados de un ingeniero de la marca y sin posibilidad de superar los 200 km/h., velocidad a la que estaban limitados electrónicamente los motores de los coches.

Podemos, por tanto, avanzaros, algunas características del nuevo Type R y las primeras efímeras impresiones a su volante.

La más importante de todas es que este GTI con el que la marca afirma poder rebajar en casi 10 segundos el actual record de vuelta al circuito de Nürburgring para un coche de tracción delantera, en poder del Renault Mégane RS Trophy, no dispondrá ya de uno de aquellos increíbles motores atmosféricos VTEC que giraban hasta casi 8.000 vueltas sino que, de acuerdo con los tiempos que corren, dispondrá de un propulsor turboalimentado que, eso sí, combina las ventajas del turbo con la gestión electrónica de válvulas VTEC. La cilindrada de este propulsor será dedos litros y la potencia máxima, aunque el ingeniero que llevaba al lado no soltó prenda al respecto, podemos aventurar que será superior a los 280 CV e incluso podría llegar a los 300.

El Tochigi pudimos probar la familia completa de nuevos motores Honda turboalimentados de gasolina (1.0 de tres cilindros y 1.5 y 2.0 de cuatro cilindros) de la que este 2.0 del Type R es la versión más potente. El coche de pruebas disponía de una caja de cambios manual de 6 velocidades y de tracción delantera igual que tendrá el modelo de serie.

Estéticamente, el prototipo llevaba unos pasos de rueda muy cuadrados para alojar las llantas de 19 pulgadas con neumáticos de perfil bajo que escondían unos frenos Brembo con pinzas en rojo, unas serie de elementos aerodinámicos tanto en la parte delantera como en los laterales –justo antes de las puertas delanteras había una serie de pequeños alerones- y en la trasera, un alerón regulable que no llevará el modelo de serie –en este será fijo- en el que los ingenieros trabajan para conseguir el mayor apoyo posible.

Del habitáculo sólo puedo deciros que disponía de unos asientos baquet impresionantes aunque no parecían ser los definitivos, de una instrumentación similar a la de cualquier otro Civic –es posible que la grafía definitiva del Type R no esté todavía diseñada- y de un botón en la parte izquierda con la letra R que sirve para pasar del modo normal al modo Sport.

El ingeniero que lleve conmigo en las dos vueltas al óvalo me explicó que la tecla Sport afecta al rendimiento del motor, al sonido, a la suspensión –por lo que hay que deducir que el prototipo llevaba una suspensión activa que permitirá modificar la dureza del chasis en modo Sport- al ESP, cuya intervención se retrasa, y a la dirección eléctrica, que en modo Sport se endurece para ganar precisión.

De todo ello, lo más notorio es el cambio en la manera de empujar del motor cuando se inserta el modo Sport. Lo del ESP, obviamente no lo noté porque no intervino en ningún momento y lo de la suspensión también es cierto pero lo noté más al volver al carril de box que en pista ya que mi acompañante no me permitió coger el peralte por la parte de arriba, algo que te permite, al salir del mismo, comprobar el recorrido de suspensión del coche (en los peraltes a alta velocidad, al eliminarse la fuerza centrífuga, el coche está sometido sólo a la gravedad y ésta le empuja hacia abajo comprimiendo al máximo la suspensión que vuelve a extenderse cuando se coge la recta siguiente en plano).

El motor me pareció una verdadera pasada en cuanto a empuje. Tiene un vigor excepcional, al menos hasta las 6.800 vueltas en que cortaba –supongo que por precaución ya que la zona roja empezaba precisamente ahí- y es muy progresivo. El turbo le proporciona una potencia a bajo y medio régimen desconocida en cualquier otro Type R anterior mientras que la distribución VTEC ha conseguido que este propulsor mantenga la increíble salud en alta de los motores clásicos de la marca y estire mucho más allá de lo que lo hace cualquier otro turbo de cilindrada similar que, cerca de las 6.000 vueltas dice que hasta aquí hemos llegado.

La gracia del propulsor de la marca es que ahora, además de ese rendimiento excepcional de 5.000 a 7.000 vueltas que ofrecía el anterior Type R con su puntiagudo VTEC, tiene una entrega de par a bajo y medio régimen propia de cualquier turbo de elevadas prestaciones con lo que uno puede jugar con toda la gama de revoluciones.

Y para que os hagáis una idea de las prestaciones de la fiera, llegué al corte de velocidad programado (esos 200 km/h.) en cuarta. Quedaban dos más. ¿280 km/H. sin corte electrónico? Posiblemente sin problemas.

Este Civic Type R, cuando llegue a nuestro mercado, no atacará por tanto al nuevo Golf GTI y al resto de compactos de entre 200 y 250 CV. Su objetivo estará más arriba, en el terreno del futuro Golf R, del Opel Astra OPC o de los compactos Premium superdeportivos como el Audi S3 o el Mercedes A 45 AMG frente a los que exhibirá una ligereza superior, lo que le proporcionará una agilidad superior y un comportamiento seguramente más deportivo. En cualquier caso habrá que esperar hasta 2015 para disfrutar del Type R definitivo. Lo dicho, la espera va a hacerse muy larga.