Hyundai i20 1.4 CRDi 90 CV Style

El Hyundai i20 ya pasó por Coches.net con motivo de esta videoprueba que Jaume Gustems preparó de la versión de gasolina, de manera que para esta segunda prueba hemos elegido la variante diésel más potente de la gama, movida por el motor 1.4 CRDi de 90 CV. Teniendo en cuenta que lo que menos nos gustó del i20 gasolina que probamos fue precisamente el motor, esta segunda prueba promete ya que combina las virtudes del coche que resaltamos entonces con un propulsor que, sobre el papel, debe ofrecer una respuesta más satisfactoria.

La verdad es que Hyundai ha conseguido con este bloque un muy buen equilibrio entre rendimiento y consumo, pues mueve el vehículo con soltura y logra unos registros de ahorro de combustible bastante buenos. Por otra parte, el nuevo i20 se distingue por contar con uno de los habitáculos más amplios dentro del segmento B, sobre todo en lo que respecta a las plazas traseras.

Hemos probado una unidad con acabado Style, el más equipado de todos los que se ofrecen en la gama del i20. Si bien su precio oficial de tarifa es de 20.550 euros, actualmente puede bajar hasta los 16.050 euros gracias a los 890 euros de descuento promocional de Hyundai, los 1.440 euros que se descuentan por financiar con Santander Consumer y los 2.210 de incentivo del Plan PIVE.

Sin duda, se trata de un importe más que atractivo teniendo en cuenta el equipamiento de esta variante. A ello hay que añadir, además, los cinco años de garantía sin límite de kilometraje que incluye el vehículo coreano. El polivalente asiático se enfrenta a una poblada legión de rivales dentro del segmento B, entre los que se encuentran Seat Ibiza, Peugeot 208 (aquí un comparativo de ambos con motores diésel de 90 CV), Ford Fiesta, Renault Clio, Volkswagen Polo, Toyota Yaris, Nissan Note y los nuevos Opel Corsa, Mazda 2 y Skoda Fabia entre otros.

Esta nueva generación del modelo coreano se ha diseñado en nuestro continente, en el Centro de Diseño de Hyundai Motor de Rüsselsheim, en Alemania. He aquí una de las pistas sobre la clientela a la que va dirigido el renovado utilitario, cuya longitud es ahora de 4,03 m y su anchura, de 1,73 m (es decir, es 4 cm más largo y 2,4 cm más ancho que la generación anterior). También ha aumentado su distancia entre ejes. Lo ha hecho en 4,5 cm, llegando hasta los 2,57 metros. Lo único que no ha aumentado es su altura, pues el modelo es ahora 1,6 cm más bajo.

El frontal del vehículo ha ganado personalidad con esta renovación, que viene acompañada por un voladizo más corto y una nueva parrilla de forma trapezoidal, así como por faros con iluminación diurna con tecnología LED. Al observar la zona lateral del coche se aprecian unas protecciones que, no solo son un elemento de diseño en negro que contrasta con el blanco de esta unidad, sino que también sirven para resguardar la carrocería de pequeños golpes y roces en el uso diario.

Mientras tanto, la zaga se distingue por los nuevos faros, con los que el modelo recibe una apariencia más sofisticada. El portón del maletero es algo más grande que antes y tiene un mayor ángulo de apertura para facilitar la ubicación del equipaje. En esta zona del vehículo llama la atención la franja negra en el pilar C, que une visualmente las ventanillas posteriores con la luneta del portón.

El espacio interior es una de las mejores bazas del modelo coreano, pues cuenta con un habitáculo muy bien aprovechado. El puesto de conducción es generoso en cuanto a amplitud y el asiento es cómodo. Éste cuenta con una buena sujeción del torso. Además, hay que destacar que el volante se puede regular tanto en altura como en profundidad. Alrededor de esta zona no faltan espacios para guardar pequeños objetos. En lo que respecta a la terminación interior, cabe señalar que el i20 muestra una buena calidad de acabados, mejorando considerablemente la generación anterior.

Pero donde más destaca es en las plazas traseras, pues en este capítulo el renovado Hyundai se sitúa como el mejor de su categoría. Lo consigue, sobre todo, gracias a su destacable distancia entre filas, que brinda un espacio para las piernas más que notable para el tamaño del vehículo. La plaza central no es tan amplia como las laterales pero, en cualquier caso, su altura al techo sigue siendo buena.

La capacidad de carga también es otro punto remarcable de la nueva generación del i20. Y es que proporciona 326 litros con todos los respaldos levantados, lo que supone un aumento de 31 litros si lo comparamos con el anterior i20. Si se abaten los traseros, esta cifra alcanza los 1.042 litros.

El acabado de la unidad probada es el tope de gama, denominado Style, y cuenta con un amplio listado de equipamiento de serie, con algunos elementos que suelen ser más habituales en segmentos superiores, si bien no cuenta con sistema Start/Stop. En materia de seguridad, incluye airbags frontales, laterales delanteros y de cortina para plazas delanteras y traseras, controles de estabilidad y tracción y alerta de cambio de carril.

También equipa sensores de aparcamiento delantero y trasero, climatizador automático con filtro de aire, control de crucero, equipo de audio con Radio CD, lector de MP3, conexiones USB y Aux y seis altavoces, Bluetooth, techo solar panorámico practicable, indicador de cambio de marcha para conducción eficiente, sensor de lluvia, volante y pomo de cambio de cuero, guantera refrigerada y llantas de aleación de 16 pulgadas. Aparte de la pintura de la carrocería, que en este caso se trata de la Polar White (100 euros), no hay posibilidad de añadir opcionales.

La gama diésel del i20 está configurada por dos alternativas, un motor 1.1 CRDi de tres cilindros y 75 CV, por un lado, y este 1.4 CRDi de 90 CV, por el otro. Se trata de un bloque de cuatro cilindros muy voluntarioso, dotado de un par motor máximo de 240 Nm entre 1.500 y 2.500 rpm. Responde bien a bajas revoluciones, aunque es por encima de las 1.750 vueltas cuando registra su mejor comportamiento.

Asimismo, el propulsor se muestra bastante elástico, por lo que ofrece unos buenos resultados incluso a la hora de rodar por carreteras interurbanas de doble sentido donde los adelantamientos son habituales. Viene asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades de tacto muy suave, recorridos cortos y que cuenta con unos desarrollos muy equilibrados. La sexta marcha es algo más larga con el claro objetivo de ajustar consumos.

Sin ser espectacular, el nivel de prestaciones es muy razonable pues, con este motor, el utilitario coreano completa el 0-100 km/h en 12,1 segundos. Mientras tanto, puede alcanzar una velocidad punta de 175 km/h. Por otra parte, registra unas buenas cifras en el terreno de la eficiencia. Y es que cuenta con unas emisiones de 106 g/km de CO2 y con un consumo homologado de 4,1 litros cada 100 km. La cifra no fue tan optimista tras la prueba, pero los 5,4 litros que registró son bastante correctos. Hubiera mejorado el registro, eso sí, si contara con sistema Start/Stop en ciudad.

Por este motivo y comparando el rendimiento de esta unidad con el que nos ofreció la versión de gasolina de 84 CV, recomendamos la compra del diésel pese a que el precio es bastante más elevado. A igualdad de acabado, este diésel es 2.200 euros más caro que el gasolina de 82 CV y 1.300 más caro que el 1.4 de 100 CV que mejora bastante el rendimiento del motor de 82 CV que nos pareció bastante justito para un coche con unas mayores ambiciones como es este i20.

Desde el punto de vista dinámico, el modelo asiático está pensado para combinar confort y agilidad. Para lograr estos objetivos, los ingenieros de Hyundai han desarrollado un chasis eficaz, que brinda una buena calidad de rodadura para su segmento y que proporciona comodidad por cualquier tipo de vía. Ello se percibe incluso por carreteras en mal estado, pues su capacidad de absorción de las irregularidades de la calzada es destacable.

Por su parte, la dirección es bastante precisa y aporta una buena sensación de control aunque estaría bien que transmitiera algo más de información al conducir. Rodando por carreteras de curvas, el i20 se caracteriza por una notable estabilidad, con un mínimo grado de balanceos de la carrocería siempre y cuando no se circule a ritmos muy elevados. En este sentido, hay que recordar que se trata de un vehículo pensado para un uso cotidiano y tranquilo sin aspiraciones deportivas.

El vehículo cuenta con una buena insonorización, lo que mejora la comentada sensación de confort general, sobre todo al circular a velocidades de crucero por autopista. El utilitario de Hyundai rinde bien por estas grandes rectas, lo que refuerza sus posibilidades de utilización y las amplía más allá de zonas urbanas. Sin embargo, hay que admitir que la ciudad es el contexto donde mejor se desenvuelve el automóvil coreano. Por las estrechas calles de cualquier urbe se muestra ágil y saca a relucir su excelente maniobrabilidad.

La amplitud interior de su aprovechable habitáculo es una de las bazas del modelo coreano, al igual que su impecable relación precio-equipamiento, sobre todo teniendo en cuenta los descuentos promocionales que existen actualmente. Además, el i20 tiene otras virtudes como una dinámica ágil y confortable y un motor diésel 1.4 CRDi muy conseguido, que ofrece unos resultados equilibrados con un consumo bastante ambicioso. En conjunto, se trata de un utilitario muy completo, ideal para un uso cotidiano que extiende sus posibilidades más allá del territorio urbano para realizar escapadas con buenas garantías.