Hyundai ix35 2.0 CRDI Tecno 4x4

El SUV compacto de la marca coreana vio la luz hace algo menos de cuatro años y, en este tiempo, se ha convertido en un auténtico “best seller”. Recientemente Hyundai lo ha puesto al día con un leve “maquillaje” exterior y un interior algo más moderno dotado de un equipamiento mejorado. Al mismo tiempo, se han realizado ciertos ajustes en la suspensión con los que los ingenieros de la firma asiática han orientado aún más la dinámica hacia el asfalto. También se ha producido una reducción de consumo que, en la versión 2.0 CRDI de 136 CV con tracción integral, ha supuesto una rebaja de tres décimas en la media homologada.

Como sucedía en el modelo anterior, la relación calidad-precio-equipamiento es más que destacable, pues por los 31.500 euros que vale la unidad probada (1.500 correspondientes a elementos opcionales), ofrece una tecnología y un confort de marcha que rozan el nivel de SUV de precios más elevados también con tracción integral. Entre su abanico de competidores se encuentran modelos como el Volkswagen Tiguan, el Nissan Qashqai o el Toyota RAV4 sin olvidar el Kia Sportage, pariente muy cercano del ix35.

Si nos ponemos a buscar las diferencias en el capítulo estético del nuevo ix35 con respecto al anterior veremos que son bastante sutiles. Ello es una prueba de la confianza de los diseñadores en su aspecto para seguir seduciendo a los conductores que lo han convertido en un éxito tanto en nuestro país como en el resto de Europa desde que se lanzó al mercado. Entre los pocos cambios que se observan en la zona frontal vemos las ópticas, que ahora incorporan iluminación diurna de tipo LED.

Uno de los aportes de sofisticación llega con los nuevos faros bi-xenón, que mejoran considerablemente la visibilidad nocturna. No obstante, para contar con ellos debemos sumar 1.500 euros al precio del vehículo, pues se ofrecen dentro del paquete de equipamiento denominado Star que también incluye el nuevo navegador con pantalla LCD de 7 pulgadas. La tecnología LED también se emplea ahora en las luces traseras, lo que supone otra de las novedades del nuevo ix35.

Las llantas de aleación de 17 pulgadas que monta nuestra unidad también son de estreno. Se caracterizan por un diseño más elaborado que antes así como por un color gris especial que las hace más atractivas. Como últimas distinciones con respecto al modelo anterior hay que señalar las nuevas molduras inferiores laterales de color negro y la antena del techo, que ahora adopta forma de aleta.

Más equipado y tecnológico

Si bien los cambios son poco profundos en el interior del habitáculo, debe subrayarse que se han incorporado nuevos materiales. Por un lado, la tapicería empleada ahora en los asientos da una sensación de mayor calidad, lo que también se consigue mediante las molduras superiores de las puertas. El ajuste de los distintos paneles sigue siendo bueno. Eso sí, se agradecería una mayor presencia de plásticos blandos. El panel de instrumentos, con una mayor superficie cromada, se caracteriza por unos mandos de uso intuitivo y de fácil acceso. La nueva pantalla TFT de 4,2 pulgadas situada en el cuadro de la instrumentación aporta modernidad al conjunto y mejora la visualización de la información.

Con un generoso espacio, el puesto de conducción se muestra amplio y cómodo. La presencia de huecos para alojar pequeños objetos es bastante amplia y, entre las soluciones prácticas también hay que destacar que la guantera se encuentra climatizada. En la parte trasera pueden viajar tres ocupantes adultos, aunque la plaza central es menos confortable que las laterales. Por ello, es mejor acomodar a dos pasajeros. Mientras tanto, el maletero cuenta con una buena capacidad de carga de 465 litros con todos los asientos en posición convencional. Además, cuenta con una boca de carga considerable que permite introducir objetos de notable tamaño con facilidad.

La unidad que hemos probado pertenece al completo acabado Tecno, el segundo más equipado de la gama, que incluye con respecto al acabado inmediatamente inferior elementos como cristales tintados, barras de techo, intermitentes LED integrados en los retrovisores, luces de encendido automático, climatizador bizona automático, elevalunas eléctricos de un solo toque, retrovisores plegables eléctricamente y red de maletero.

La gama del nuevo ix35 conserva entre sus opciones el propulsor 2.0 CRDi de 136 CV, una de las alternativas que consideramos más recomendables dado su compromiso entre rendimiento y eficiencia. Con un par motor de 320 Nm entre 2.000 y 2.500 rpm, este turbodiésel de cuatro cilindros responde muy bien incluso a bajas revoluciones. Se estira mucho y cuenta con un comportamiento muy progresivo. Gracias a ello, el ix35 se desenvuelve de forma muy satisfactoria con esta mecánica.

Se distingue por una notable suavidad de funcionamiento con la que brinda un buen placer de conducción. Su rendimiento, por otra parte, se refleja en unas prestaciones razonables y que se mantienen inalteradas, pues acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y puede conseguir una velocidad máxima de 180 km/h. Hay que comentar que registra una sonoridad algo elevada por encima de los 100 km/h, aunque sin que llegue a ser molesta. Aunque no está a la vista, el actualizado SUV coreano cuenta con un nuevo sistema de recirculación de gases de escape con el que se obtiene una reducción de las emisiones de CO2.

Y es que, tal y como hemos comentado, este bloque ha evolucionado en materia eficiente, pues homologa una media de consumo de 5,5 litros cada 100 km (tres décimas por debajo que antes) y marca un valor de CO2 de 145 g/km (en lugar de 154). En nuestra prueba demostró unos buenos números, pues incluyendo asfalto y pista registró una media de 6,7 l/100 km. Para obtener el menor consumo posible, un indicador muestra la marcha más recomendada que debemos insertar del cambio manual de seis velocidades de nuestra unidad.

Si bien en este lavado de cara el todocamino de Hyundai mantiene sus características estructurales, ha recibido ciertos cambios que modifican ligeramente su conducta dinámica. Una vez que nos ponemos en movimiento descubrimos que uno de estos cambios se halla en la dirección, que pasa a ser algo más directa que antes.

Esto se traduce en un punto más de precisión durante la conducción. Gracias a una menor desmultiplicación se consigue una maniobrabilidad más afinada, aunque nos gustaría que transmitiera más información sobre el firme por el que conducimos. Para un mayor grado de control sobre la dirección tenemos la posibilidad de escoger el acabado tope de gama Style, que integra el sistema Flex Steer con el que se puede graduar su respuesta en tres durezas diferentes (Comfort, Normal y Sport).

Por otro lado, el modelo coreano conserva su alto grado de confort de marcha, si bien hemos apreciado algo más de firmeza que antes en la suspensión. Esta variación da como resultado una conducta general más estable, que se suma a una muy buena absorción de pequeños baches. Las oscilaciones de la carrocería se han minimizado y el vehículo proporciona un comportamiento más neutro en los apoyos. De esta manera, es evidente que uno de principales objetivos de los ingenieros de la firma asiática ha consistido en acercar la conducción de este todocamino a la de un turismo, aunque por cuestiones puramente físicas no llega a ese nivel.

Para poner a prueba el sistema de tracción integral del ix35 nos adentramos en una pista de tierra con zonas de grava abundante. Aquí, el sistema demostró su óptimo rendimiento con el que se obtiene un alto grado de motricidad. En circunstancias normales, toda la fuerza va a parar a las ruedas delanteras si bien, cuando es necesario, un embrague multidisco se encarga de que parte de ella se reparta a las traseras. Hay que tener claro, por supuesto, que estamos ante un SUV, por lo que sus límites offroad se encuentran en caminos sencillos o carreteras nevadas. No posee una altura libre, unos recorridos de suspensión o unos ángulos característicos que le concedan las garantías atribuibles a un todoterreno.

La puesta al día del ix35 reafirma que la mayor parte de sus conductores le dan un uso eminentemente asfáltico, pues su comportamiento ha avanzado ligeramente en este ámbito. Al mismo tiempo, su diseño interior se ha actualizado y recibe un equipamiento más completo, sobre todo desde el punto de vista tecnológico. Por su parte, la mecánica 2.0 CRDi de 136 CV es la misma que ya conocíamos del modelo anterior, aunque se ha trabajado en materia de eficiencia consiguiendo ajustar aún más consumo y emisiones. Todo ello se complementa con una serie de cambios exteriores tan sutiles que incluso podrían pasar desapercibidos si no fijamos bien nuestra atención.