Jeep ha incrementado el equipamiento de serie de la gama del Wrangler 4xe, la versión híbrida enchufable (prueba en vídeo en este enlace), pero este cambio ha comportado que dejen de comercializarse el resto de las versiones de gasolina y diésel, Además, se pierden también las versiones cortas de 3 puertas de modo que el único Wrangler a la venta a partir de ahora será el 4xe que cuesta 68.900 euros en acabado Sahara, 70.800 en acabado Rubicon y 72.300 euros en el acabado 80th Anniversary.
Entre las novedades de equipamiento destaca la llegada de algunas ayudas a la conducción que hasta ahora no estaban disponibles como el cambio automático de luces cortas a larga, el aviso de colisión, que ahora trabaja a cualquier velocidad y tiene frenada automática y el control de crucero adaptativo que llega a frenar el coche en los atascos. Estos sistemas son de serie en toda la gama.
La marca anuncia también el montaje en estos coches de un nuevo parabrisas con cristales Gorilla Glass que son tres veces más resistentes al tener un tratamiento similar a la pantalla delos móviles, la disponibilidad de una nueva capota Sunrider desarrollada por el accesorista del Grupo Stellantis, Mopar y nuevos colores para la carrocería llamados Silver Zenith (plata) y High Velocity (amarillo). También estarán disponibles por tiempo limitado los colores Tuscadero (hasta enero de 2022) y Gobi (de primavera a verano de 2022). El primero es un color púrpura realmente llamativo mientras que el Gobi es un color arena.
Recordemos rápidamente que este coche combina un motor de cuatro cilindros y 2 litros de gasolina y dos motores eléctricos para una potencia conjunta de 380 CV. Tiene una autonomía homologada de 50 km en ciudad y se recarga en tres horas a 7,4 kw (en unas ocho horas en enchufe doméstico). El coche mantiene las aptitudes todoterreno ya conocidas en el resto de las versiones del Wrangler ahora desaparecidas.
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70 mil por un Wrangler es una barbaridad