En territorio alto de gama
Kia fabrica automóviles perfectamente asimilables en calidad, robustez, estética y equipamiento a cualquier marca generalista europea o japonesa. Esa es una realidad incuestionable, ratificada por todos los nuevos modelos de la marca coreana. Junto a Hyundai, Kia integra actualmente el quinto grupo mundial de fabricación de automóviles y es una de las marcas que más crece en el mercado español, de manera que vive un periodo de gran proyección a nivel de imagen y de nuevos productos. Su ofensiva, además, no acaba aquí ya que para el trienio de 2015 a 2018, la marca anuncia nueve nuevos modelos, cinco que supondrán renovar coches ya existentes y otros cuatro que permitirán a Kia entrar en segmentos en los que actualmente no está presente.
Kia, por lo tanto, es una marca generalista de primer orden que aspira a estar presente en todos los segmentos del mercado, incluido el de los grandes SUV de siete plazas. Eso sí, una cosa es estar presente en un determinado segmento y otra triunfar en él. Y no digo esto porque el Sorento carezca de virtudes, que las tiene, y muchas, sino porque su principal problema es el mismo al que se enfrentan coches como el Mitsubishi Outlander o el Hyundai Santa Fe; pelear con un logotipo generalista en el morro en un segmento donde las marcas premium no suelen dejar a los rivales ni las migajas.
El Sorento, no obstante, me parece una compra muy inteligente para un determinado tipo de público, de manera que voy a pasar a explicaros el porqué de esta afirmación.
En primer lugar, el coche se sitúa en una equidistancia perfectamente calculada entre los modelos del segmento D SUV y los del segmento E SUV. ¿Qué significa eso? Pues que mide 4,78 metros de largo, lo que le deja a medio camino entre, pongamos por caso, un BMW X3, que mide 4,65 y un BMW X5 que se va a 4,88 o entre un Audi Q5, que mide 4,63 y un Audi Q7 cuya nueva generación mide 5,05 metros de largo. Para comparar con sus rivales naturales de siete plazas, Hyundai desdobla su oferta entre el Santa Fe (4,69) y el Grand Santa Fe (4,90) mientras que el Outlander mide 4,65 metros.
Las dimensiones del Sorento son superiores a la generación anterior tanto en longitud (+9,5 cm) como en distancia entre ejes (+ 8 cm) mientras que la anchura se mantiene inalterable (1,89 metros) y la altura se ha rebajado en centrímetro y medio. Entre la reducción de altura y el aumento notable de longitud, el resultado es una estética general más elegante, más crossover y menos SUV, un poco al estilo del nuevo Audi Q7.
Estéticamente, la gran parrila delantera, muy americana, define un frontal en el que, siguiendo la actual tendencia, iniciada por BMW, los faros arrancan en los extremos de la parrilla, sin chapa de por medio. La estética ha evolucionado mucho en relación al modelo anterior del que, no obstante, conserva la forma del pilar C (el trasero) que, según Kia, es una de las señas de identidad del modelo.
Más grande y más premium
Si fuera el cambio es notable, dentro es todavía mayor. Los diseñadores han dibujado un salpicadero muy limpio, con una drástica reducción de botonería gracias al empleo de una pantalla táctil de 7 u 8 pulgadas (según versión) que, además, está situada idealmente, a la misma altura que la instrumentación que puede ser convencional o con el sistema Supervisión del grupo coreano que proporciona una mejor visibilidad en cualquier circunstancia de luz.
La verdad es que la calidad interior me pareció muy elevada. Detalles como la parte superior del salpicadero en cuero pespunteado, las inserciones decorativas metálicas de metal auténtico, la calidad de los plásticos y, sobre todo, del ajuste y del accionamiento de los mismos, y el reducido nivel sonoro sitúan a este Kia muy por encima del resto de modelos de la marca y ya de lleno en un nivel de gama alta al que hasta ahora el fabricante no había llegado. Sin ser un Audi, el Sorento puede presumir de estar mucho mejor acabado que cualquiera de sus rivales generalistas y ya no desmerece en la comparación con las marcas de mayor renombre, especialmente si tenemos en cuenta su precio.
El interior, con tapicería de telo o cuero, según versiones, puede configurarse en cuatro tonalidades; negro, negro y beige combinados, cuero marrón chocolate o cuero en blanco y negro.
Por lo que respecta a la habitabilidad, el Sorento, pese a ser algo más bajo, ha ganado en espacio interior. De entrada, todas las versiones que se comercialicen en España vendrán de serie con siete plazas en tres filas de asientos. La central es deslizante y con el respaldo reclinable. El recorrido es de nada menos que 26 cm, lo que permite acercar mucho la segunda fila a la primera. ¿Para que sirve eso? os preguntaréis. Pues, además de para ampliar el ya de por sí generoso maletero, para acercar a los niños que viajan en sillitas y no necesitan excesivo espacio entre filas, a los pasajeros delanteros.
Esta segunda fila se abate en proporción 40/20/40 y, una vez abatido el respaldo, conforma un piso completamente plano que facilita la carga de objetos largos. El espacio de carga con dos plazas es de más de 2 metros de largo (2,03) por 1,37 de ancho. El abatido de los respaldos puede hacerse además mediante dos palancas en los laterales del maletero.
Asimismo, en la parte izquierda, la banqueta de la segunda fila cuenta con un sistema que facilita el acceso a la tercera fila. Ésta está integrada por dos butacas individuales que se abaten contra el piso del maletero y se elevan mediante dos tiradores desde el propio maletero. La verdad es que se trata de asientos cómodos y hábiles para adultos de hasta 1,70 metros. La posibilidad de adelantar la fila central, un hueco suficiente para los pies (aunque sólo entran las puntas) bajo esa misma banqueta y una distancia al techo suficiente, permiten pensar en un uso de esta tercera fila más allá de una emergencia puntual. En cualquier caso, es mucho mejor que la del Outlander, la del Santa Fe corto o la del Nissan X-Trail, por ejemplo, y está al nivel de la del Grand Santa Fe que es ligeramente más largo. Lo peor es el acceso, que aunque cuente con un mecanismo específico para adelantar al máximo el asiento central, el hueco es escaso y muy alto.
Maletero grande
El maletero tiene una capacidad de 660 litros con la banqueta central adelantada. Con ésta abatida, aumenta hasta los 1.732 litros. Del maletero me gustó la posibilidad de situar el estor cubremaletero en un hueco específico debajo del piso, en la parte más cercana al umbral (donde también encontramos las herramientas y el kit de reparación de pinchazos ya la rueda de recambio es incompatible con la tercera fila) y no me convenció el hecho de que la parte trasera de los respaldos de la tercera fila, enmoquetados, no tengan ningún tipo de protección más robusta teniendo en cuenta que serán casi siempre el piso del maletero.
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Este Kia es el primer modelo de la marca que cuenta con portón de apertura automática. Esta función sólo está disponible en el acabado más completo Emotion. Este portón es peculiar ya que tiene un sistema de apertura por proximidad. Se parece a esos sistemas en los que pasas el pie por debajo del parachoques y se abre (pensados para cuando llegas cargado y no sabes donde dejar las cosas) pero sin tener que pasar el pie. En realidad basta con acercarse (según la marca entre uno y dos metros) con la llave en el bolsillo y esperar tres segundos. Si no te mueves, el coche entiende que esperas a que se abra el portón y ejecuta la orden. En nuestra unidad, el sistema funcionaba pero abría incluso a tres metros y con la llave en movimiento. En cualquier caso, esta función puede desconectarse y entonces el portón sólo se abre automáticamente cuando se lo indicamos con el mando, el botón en el agarrador exterior del propio maletero o uno que existe en el salpicadero.
Esta novedad en el equipamiento no es la única que estrena el Sorento, primer Kia en disponer, además, de funciones como el control de crucero automático, el reconocimiento de señales de tráfico o las cámaras de visión perimétrica. Además, puede disponer de detección de presencia en el ángulo muerto, detector de movimiento en las maniobras marcha atrás, lector de líneas para el sistema de aviso de cambio involuntario de carril, asistente de aparcamiento activo y faros adaptativos con haz de luz variable, por ejemplo. Así pues, también a nivel de equipamiento, Kia se ha puesto al día.
Ya que hablamos de equipamiento, hagámoslo también de precios y versiones. Para nuestro mercado habrá cuatro versiones disponibles, todas de siete plazas y todas con el motor 2.2 diésel de 200 CV. La gama arranca con la versión Concept con tracción 4x2 (delantera), ya muy bien equipada de serie. Dispone de llantas de aleación de 17 pulgadas, ESP (aunque incomprensiblemente sin asistente al arranque en pendiente), faros antiniebla, luces diurnas de LED, retrovisores plegables, control de crucero, sensores de lluvia y luz, sensores de aprcamiento, dirección Fle Steering con tres niveles de asistencia, navegador con cámara de retrovisión, equipo de audio con Bluetooth y climatizador bizona. Para la gran mayoría de clientes, no hará falta más. Esta versión cuesta, con el descuento aplicado y sin PIVE, 28.990 euros.
La versión Drive está disponible con tracción delantera o integral 4x4 y, en ambos casos con transmisión manual de seis velocidad o automática, también de seis y con convertidor de par. Incorpora techo solar panorámico de cristal, faros de xenón, la instrumentación mejorada (en realidad es digital), ópticas traseras de LED, asiento del conductor eléctrico y pedales de aluminio. Cuesta 31.490 en tracción delantera y 33.990 en tracción 4x4 siempre con 2.000 euros adicionales si lo queremos automático.
Finalmente, el acabado Emotion, sólo en 4x4 y con las dos cajas de cambios, cuesta 37.490 euros (39.490 en automático) con tapicería de piel, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros y traseros calefactados (con los delanteros además ventilados), volante calefactable, sistema de mantenimiento de carril, detector de presencia en el ángulo muerto, faros adaptativos y portón automático. Existe además un pack luxury sólo disponible para el modelo Emotion automático que completa el equipamiento con la cámara de visión ded 360º, un navegador premium con pantalla de 8 pulgadas, sistema de audio Infinity, freno de mano eléctrico (sorprende que no sea de serie en todos), asistente de aparcamiento automático, reconocimiento de voz para el Bluetooth y control de crucero inteligente. El precio de las unidades con este equipamiento tope es de 42.690 euros.
Un único motor
La mecánica de este Kia es la conocida de 2,2 litros diésel (la del Santa Fe) aunque mejorada. Ahora rinde 200 CV y tiene cambios en la gestión electrónica, los cilindros, el sistema de tratamiento de gases de escape (ahora es Euro 6), la inyección (pasa de 1.800 a 2.000 bar) y el rendimiento, con una ligera reducción del consumo medio cifrado ahora en 5,7 l/100 km para las versiones manuales y 6,5 y 6,8 para las automáticas 4x2 y 4x4 respectivamente.
La verdad es que éste es un motor que se adapta muy bien a este modelo. El Sorento es un coche de viaje, grande y confortable y agradece un motor de cilindrada relativamente alta y par generoso (450 Nm entre 1.750 y 2.750 rpm). El consumo no es bajo (la realidad habla de unos 7,5 lutros para el manual y 9 el automático en condiciones normales de uso) pero el rendimiento del propulsor es bueno, con buenos bajos que le confieren una capacidad de recuperación notable para tratarse de un coche que pesa 1.800 kilos en su versión más ligera.
En marcha es un modelo confortable y aplomado con una suspensión que me sorprendió por su buena capacidad para contener los movimientos de la carrocería. Los Kia, en general, son coches que tienden a ser más confortables que la media de sus segmentos y eso se nota también en un comportamiento menos preciso. Le pasa al Sportage, por ejemplo, que es un coche muy confortable pero con un dinamismo inferior a algunos de sus rivales. En el Sorento, sorprendentemente, esto no sucede.
El coche ha ganado en rigidez de manera muy clara pero, además, es el primer Kia en que la suspensión es firme, lo que contribuye a un comportamiento en carretera muy superior a la anterior generación. Y cuando digo muy superior quiero decir muy superior. No tiene nada que ver con el Sorento anterior en este apartado. Ahora tiene una pisada más firme, un eje delantero que mejora la entrada en la curva, una carrocería que vira más plana y una sensación de control del vehículo claramente por encima de la media.
La única pega es la dirección. Probé la Flex Steering en los manuales y siguió sin convencerme. De hecho, esta dirección con tres tipos de asistencia no me ha gustado nunca porque es muy poco informativa y tiene, para mi gusto, excesiva holgura. La de las versiones automáticas, que se modifica mediante un botón que cambia el modo de conducción (afecta a respuesta de motor, programación de cambio y dirección pero no suspensión al no ser electrónica), me gustó más pero sin convencerme del todo por su falta de información. Se percibe más precisa que la otra pero tiene un tacto muy artificial.
Habréis observado que no he mencionado en ningún momento sus aptitudes como todoterreno. El Sorento, que nació como tal (la primera generación tenía un chasis en escalera y reductora) mutó en SUV en la segunda generación y ahora, pese a su tracción integral, es un crossover. No cuenta en su equipamiento con ninguna ayuda TT (no hay modo off-road, ni control de descensos, ni arranque en pendiente) y sus cotas son poco proclives a un uso off-road (18,5 cm de altura libre y unos ángulos de ataque y salida de 16,9 y 21 grados, más propios de un turismo que de un SUV). En resumen, que cuando tengamos el de pruebas durante una semana, lo probaremos en pista pero la primera impresión -y más con esta suspensión- es que es un coche 100% asfáltico.
En definitiva, que este Sorento se sitúa de manera inteligente en el mercado, en busca de parte del pastel premium esperando que el nombre de la marca no suponga un freno excesivo. Tiene una calidad percibida muy elevada, es más práctico que la mayoría de sus rivales, tiene una buena tercera fila y presume de un equipamiento como ningún otro Kia ha tenido jamás. Y además, a precios razonables habida cuenta del descuento que ofrece la marca (todos los precios que hemos dado son con descuento pero sin PIVE, que permite ahorrar otros 1.000 euros que son 1.500 si se es familia numerosa).
perdonad que os vuelva a molestar ¿por que no se ve el vídeo ? el leído todo el articulo y esta genial pero en todos los coches que probáis en el canal también hay vídeos