Lamborghini recuerda al más célebre de sus toros
Es curioso que dos marcas tan distintas entre sí como son Ford y Lamborghini hayan coincidido en el tiempo para celebrar el 50 aniversario de un hito histórico. Así, mientras la firma estadounidense homenajea estos días al GT40 que copase el podio de las 24h Le Mans de 1966, la italiana por su parte rinde tributo al Miura, que desde su aparición hace ahora medio siglo se convirtió en un auténtico símbolo de la marca del toro -aquí, a propósito, el repaso que mi compañero Gerard Farré dedicó a los primeros 50 años de historia de Lamborghini-.
Esta joya automovilística diseñada hace medio siglo por Marcello Gandini (Bertone) se convirtió en precursora de los superdeportivos Lamborghini con motor V12, como es el caso del actual Aventador. Precisamente esta herencia genética es la que ha llevado a Automobili Lamborghini a presentar en el Goodwood Festival of Speed su flamante Aventador Miura Homage special edition.
Esta serie especial recupera los colores rojo y oro con los que todos recordamos al Miura; aunque a decir verdad ésta no es la única combinación de tonos para el Aventador Miura Homage, ya que también ofrece otros seis colores empleados por el modelo original. Llaman la atención las poco discretas llantas Dione de 20” delante y 21” detrás, como tampoco pasan desapercibidos los logotipos ‘Miura 50’ situados junto al eje trasero a cada lado del vehículo.
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El habitáculo incluye de serie el paquete de piezas de fibra de carbono, y da a elegir entre dos opciones de color para las tapicerías de cuero, denominadas Nero Ade y Terra Emilia, en ambos casos con pespuntes en contraste. Se repite la presencia del logotipo conmemorativo, bordado con hilo plateado o dorado en la parte superior de cada respaldo.
Por lo demás, este Aventador tan especial conserva la mecánica 6.5 V12 equipada por el LP 700-4, cuyos 700 CV le permiten acelerar de 0 a 100 km en sólo 2,9 segundos hasta alcanzar una velocidad máxima de 350 km/h. Prestaciones suficientes, imagino, para el día a día de los 50 propietarios de este coche; propietarios que en la mayoría de casos tienen nombre y apellidos después de haber pagado su coche de antemano. Y a saber a qué precio.
Hace un año aproximadamente coincidí en un autolavado con una persona que conducia un aventador, me lo estuvo enseñando, me explicó las virtudes y las pegas que tenía un vehículo tan bajo sobretodo en las rampas de acceso a los garajes, pero la anécdota que quiero contar es que en un momento de la converosación me dijo que si yo no lo compraba es por qué no quería, me quede meditabundo hasta el día de hoy preguntándome una y otra vez que vio esta persona en mí