Range Rover Sport SVR

El Departamento de Vehículos especiales de Jaguar-Land Rover, que hasta la fecha sólo se había dedicado a la primera de las marcas, acaba de presentar el primer Range Rover que pasa por sus manos, el Range Rover Sport SVR. Basado en la versión V8 con motor de 5 litros de gasolina, este nuevo modelo, del que todavía se desconoce el precio, estará disponible este otoño tras su presentación en el Salón de París.

Este nuevo Range presenta una serie de cambios estéticos y mecánicos que le han convertido en el Range Rover más potente y dinámico de la historia de la marca y que deben permitirle discutir la supremacía en el mundo de los TT de altas prestaciones a coches como el Porsche Cayenne Turbo S, el Mercedes ML 63 AMG sin renunciar a las prestaciones off-road que hacen únicos a los Range en este segmento y que quedan muy claras en esta videoprueba de la versión con motor diésel. Vamos con esos cambios.

Estéticamente, el coche exhibe un frontal con faros y rejilla oscuros, logo también en un color oscuro, parachoques nuevos con entradas de aire más grandes, entradas de aire optimizadas en el capó delantero y una nueva firma luminosa de LED. En el lateral destacan las salidas de aire diferentes y las nuevas llantas de 22 pulgadas opcionales. La marca ofrece de serie llantas de 21 pulgadas con neumáticos 275/45 R 21 pero, opcionalmente, el coche puede calzarse con unos neumáticos de altas prestaciones en asfalto de la marca Continental en medidas 295/40 R 22 y las llantas del coche de las imágenes.

Por detrás, destaca el alerón de techo con la terecra luz de freno integrada, la cuádruple salida de escape y un parachoques con extractor inferior. Todos los detalles decorativos exteriores son en negro, el coche lleva de serie el techo en ese mismo color y hay una paleta de siete colores de carrocería disponibles de los que el Azul Estoril del coche de las fotos es exclusivo para esta versión SVR.

En el interior el coche monta asientos deportivos eléctricos con regulación en 16 posiciones y unos asientos traseros en consonancia con los delanteros que se asemejan a unos baquet y marcan perfectamente las dos plazas exteriores de manera que este Range es casi un cuatro plazas. Existe una plaza central que la propia marca califica de ocasional. Se mantiene, eso sí, el abatido por mitades asimétricas del asiento trasero partido en proporción 60/40.

La tapicería es de cuero y puede elegirse bien en color negro o en tres combinaciones de colores con el negro siempre presente alternado con blanco, rojo o marrón.

Los cambios a nivel mecánico son muy numerosos. Los ingenieros de la división de Vehículos Especiales han puesto a punto el coche en Nürburgring, trazado al que los prototipos han dado cientos de vueltas para afinar el chasis y el rendimiento del conjunto motor-cambio. Al final, el tiempo de 8' 14" es uno de los mejores jamás logrados en el Bucle Norte por un coche de tipo SUV.

El motor es el V8 de cinco litros ya conocido en las versiones de gasolina de este mismo coche, del Range Rover (aquí la videoprueba de la versión V8 diésel) y de los diferentes modelos de Jaguar que también lo utilizan. En la variante elegida para este SVR rinde 550 CV y 680 Nm (es la misma unidad que anima al Jaguar F-Type Coupé R), lo que significa que tiene 50 CV y 56 Nm de par más que la versión base de este mismo motor.

Para conseguir la potencia extra, los ingenieros han jugado simplemente con la gestión de la centralita electrónica y con la presión del compresor, ligeramente aumentada. Los cambios no afectan al consumo y a las emisiones que siguen siendo elevados (12,8 l/100 km y 325 gr/km respectivamente) pero no más que las del Range Rover V8 normal.

Además del motor, se ha retocado la caja de cambios ZF de ocho velocidades que se utiliza en toda la gama Range Rover. El cambio es ahora un 50% más rápido, mantiene la marcha engranada en las curvas, reduce más rápidamente en las frenadas fuertes y, en el modo Dynamic, no pasa a la marcha siguiente al llegar al corte de inyección. por supuesto, mantiene el doble uso, automático o manual (con levas o mediante la palanca) del cambio de serie.

A nivel dinámico hay más cambios. La suspensión, de tipo neumático, se ha adaptado aumentando tanto la rigidez de la amortiguación como la de los muelles neumáticos. Asimismo, se ha recalibrado el bloqueo de diferencial trasero, que ahora bloquea antes para ganar agilidad y también se han retocado tanto el sistema de frenado selectivo de las ruedas que imita la acción de un diferencial de deslizamiento limitado como el sistema de control de balanceo de la carrocería, que Range Rover llama Sistema Antivuelco Activo y que lo que hace es compensar la inercia en curva desplazando hacia arriba la carrocería en el lado del apoyo para que el coche vire lo más plano posible.

Cabe recordar que, pese a que se ha orientado claramente a las prestaciones sobre asfalto, este Range mantiene la transmisión integral permanente con reparto variable propia de la marca con caja reductora y la posibilidad de elevar el coche (hay una distancia de 18,5 cm entre la posición más baja para autopista y la más elevada, la de franqueo de rocas). también se mantiene el Terrain response, el sistema de control electrónico de avance sobre diferentes superficies con la incorporación del modo Dynamic y las notables aptitudes TT del coche con recorridos de ruedas de 26 cm delante y 27,2 detrás y una capacidad de vadeo de 85 cm.

Al SVR le vimos hace poco en Nürburgring y debutó en el Festival de Goodwood pero siempre vestido de camuflaje. Para verlo al natural habrá que esperar al Salón de París donde, seguramente, la marca nos adelantará el precio para nuestro mercado.