Muchas veces habréis leído por nuestra parte la trillada expresión “restyling de media vida comercial”. En tantas ocasiones la hemos empleado que imagino tendremos que encontrar otras palabras para indicar lo que, al fin y al cabo, casi todas las marcas hacen con casi todos sus modelos…
… Y el caso que nos ocupa es otro ejemplo más. Tres años han pasado desde que Lexus presentase su NX en el Salón de Pekín, y apenas llegado el punto que suele marcar el ecuador de cada generación de un modelo, la filial premium de Toyota ha regresado a China (concretamente al Salón de Shanghái) para mostrar al mundo la actualización de este SUV compacto de alcance global.
Las modificaciones aplicadas son “de libro”. En el frontal nos encontramos con una calandra ampliada hacia su base, con un patrón de rejilla algo más elaborado. El paragolpes se muestra distinto, con unas tomas de aire más generosas y unos antinieblas de nueva factura. Los faros conservan su carcasa, si bien heredan del cupé deportivo LC su tecnología de iluminación de tres proyectores. En la zaga, vemos como las ópticas se prolongan hacia el centro del portón, que a propósito podremos abrir pasando el pie bajo el también rediseñado paragolpes. Y como es costumbre, llegan nuevos diseños para las llantas, con medidas que partes desde las 18 pulgadas.
El interior del vehículo ha cambiado poco, pero hay detalles interesantes. Por ejemplo, la pantalla de tipo “tablet” aumenta de tamaño y su diagonal crece desde las 7” hasta unas más aprovechables 10,3”; y también es más grande la superficie táctil con la que podemos controlarla. También se ha limitado el número de botones de la consola central, el cargador inalámbrico está preparado para alojar los enormes smartphones actuales y los puertos USB entregan un mayor amperaje para recortar los tiempos de carga de nuestros dispositivos móviles.
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Permanece intacto el sistema híbrido del NX 300h, la única versión a la venta en España como hasta ahora; pero sí hay cambios en el chasis. El SUV compacto de Lexus equipa nuevas barras estabilizadoras y modifica el tarado de muelles y amortiguadores con el objetivo de mejorar la agilidad del vehículo (según la prueba que le dedicó Joan Dalmau, su carácter dinámico es más bien “tranquilo”). Pero sin duda la mayor noticia está en otra tecnología heredada del LC 500: la suspensión variable adaptativa AVS. Por último, también se ha trabajado en mejorar el aislamiento acústico del habitáculo, uno de los aspectos en los que más destaca -y para bien- el modelo que todavía está presente en el mercado.
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