Mazda6: Un paso más allá

Hemos conducido por primera vez el nuevo Mazda6. La berlina de la marca japonesa ha recibido una nueva puesta al día, la más profunda hasta la fecha a partir del modelo presentado originalmente en 2012. Exhibe cambios estéticos en la carrocería y el habitáculo, incrementa su equipamiento tecnológico, revisa su gama de motores y mejora distintos aspectos del chasis para elevar su calidad de rodadura y silencio de marcha. El nuevo Mazda6 ya está a la venta en España en versiones Sedán y Wagon, con precios que parten de los 26.475 euros (descuento promocional incluido).

La expansión imparable de los SUV está llevando a ciertos segmentos del mercado hacia su irrelevancia. Los monovolumen ya son automóviles “de nicho”, los utilitarios están compartiendo espacio con los “crossover urbanos” y las berlinas de toda la vida han cedido muchísimo terreno frente a los modelos todocamino.

Esta realidad se hace especialmente palpable en el caso de las berlinas generalistas, cuyas ventas no paran de reducirse. Los modelos de corte premium parecen ser los únicos que aguantan el tipo: BMW Serie 3, Audi A4 y Mercedes-Benz Clase C siguen plenamente vigentes, y sólo el Volkswagen Passat y el Opel Insignia les aguantan el ritmo. Esto es así principalmente porque estos últimos ofrecen niveles comparables de equipamiento y acabado; lo que explica a su vez que las berlinas de reciente aparición traten de cumplir con el estándar exigido por su clientela. En este sentido, el nuevo Peugeot 508 -aquí nuestra videoprueba- ha dado un salto de calidad importante, mientras que el modelo al que dedicamos este artículo, el Mazda6, ha recibido una actualización diseñada específicamente para hacer lo propio sin tener que empezar desde cero.

Su restyling exterior es discreto pero sirve para acentuar la imagen de marca. La calandra es un poco más amplia y sus “alas” se extienden por debajo de las ópticas, ahora más alargadas y con nueva estructura interna que incluye los faros antiniebla. La nueva parrilla, que luce un entramado de puntos que recuerda al de algunos Mercedes, se encuentra en una vertical más profunda y concede protagonismo al logotipo central. El paragolpes delantero ha sido redibujado para aumentar la impresión de anchura (aunque en realidad las dimensiones interiores y exteriores siguen intactas).

La vista lateral sólo cambia por la menor inclinación de la nervadura inferior; y por supuesto, por los nuevos juegos de llantas en medidas de 17 y 19 pulgadas. La zaga actualiza su listón cromado, modifica la “firma luminosa” de sus ópticas, las salidas de escape están más separadas entre sí y el paragolpes está pintado por completo en el color de la carrocería. Hablando de colores: el característico Soul Red de la firma cede su puesto al nuevo y brillante Soul Red Crystal.

El facelift de 2018 se hace mucho más evidente en el habitáculo. Para empezar, el diseño del salpicadero se adapta a las tendencias actuales, con un diseño limpio y minimalista en el que predominan las líneas horizontales. Las salidas centrales de aireación quedan perfectamente integradas, situando por encima la nueva pantalla táctil, cuya diagonal crece hasta las 8 pulgadas. El sistema de infoentretenimiento MZD Connect se hace compatible con Android Auto y CarPlay, el cuadro de instrumentos puede contar con una pantalla digital circular de 7” y el head-up display proyecta sus imágenes sobre el parabrisas y no sobre una pantalla de policarbonato como antes. Lo único que se echa en falta en una bandeja de carga inalámbrica para teléfonos móviles.

Una de las mejoras más importantes tiene que ver con los asientos, que incrementan el ancho de la banqueta, presentan formas menos marcadas y cuentan con un relleno más grueso. Estos cambios, acompañados opcionalmente de un sistema de refrigeración, causan una impresión de confort superior de la que puedo dar fe después de varias horas de uso. Pero tal vez donde más ha progresado el Mazda6 es en la calidad de los materiales de recubrimiento: los plásticos son de buena factura y correcto ajuste, y la selección de pieles y maderas (que dependerá del acabado elegido) está a la altura de lo que ofrecen otras marcas que sí se hacen llamar “premium”. Sólo me sobran los detalles en negro piano, moda extendida por todo el mercado y cuya raison d'etre habría que investigar…

Por su parte, el conjunto de tecnologías de seguridad i-Activesense ha sido ampliado con el sistema de visión de 360º (práctico por definición pero con imágenes poco nítidas en este caso), control de crucero adaptativo con función de parada, mantenimiento de carril y reconocimiento de señales de tráfico. Además, los faros LED adaptativos han ampliado a veinte su número de proyectores.

Carrocería y chasis han sido sometidos a una profunda revisión para elevar la calidad de marcha del vehículo. Por un lado, la marca afirma haber modificado numerosas secciones (como los pasos de rueda, el fondo e incluso el techo) con el objetivo de reducir los niveles de ruido en el habitáculo, para lo que también ha aumentado el grosor de las los aislantes. Y por otro, se ha procurado mejorar la agilidad, el confort y la estabilidad con nuevas suspensiones y amortiguadores, además de realizar un recalibrado de la dirección para hacerla más precisa.

La gama de motores, todos ellos de cuatro cilindros, ha sido adecuada al cumplimiento de la normativa de emisiones Euro 6d temp. En el mercado español, los motores de gasolina Skyactiv-G son el 2.0 de 145 CV (igual que hasta la fecha) y el 2.5 de 194 CV, este último con 2 CV más que antes y con desconexión automática de cilindros. En diésel contamos con el 2.2 Skyactiv-D, en 150 CV (su potencia no cambia) y 184 CV (ahora con 9 CV más). Todos los motores dan elegir entre cambio manual o automático de 6 velocidades, excepto el gasolina 2.5 de 194 CV que sólo puede ser automático. También hay opciones 4x4, pero sólo para los diésel. Lo que no encontraremos, al menos por ahora, son variantes híbridas o eléctricas.

A lo largo de nuestras rutas de prueba por la isla de Mallorca, tuve ocasión de conducir el nuevo Mazda6 con carrocería Wagon y los motores más potentes de cada tipo. Empezando por el diésel, el 2.2 Skyactiv-D de 184 CV tiene a su favor los argumentos que cabría esperar: un consumo razonable (5,4 l/100 km según la homologación y una media de 6,5 litros en este primer contacto) y un enérgico par motor (4.400 Nm a 2.000 rpm). Este es desde luego un motor muy adecuado para una berlina rutera como la de Mazda, aunque sin duda la versión de 150 CV ya es más que suficiente. En mi opinión, los puntos negativos de este propulsor son dos: su escasez de respuesta a bajo régimen y su elevada sonoridad, que empaña el buen trabajo realizado sobre la insonorización del habitáculo.

El motor de gasolina 2.5 Skyactiv-G de 194 CV resuelve este último problema: es muy silencioso a bajo y medio régimen, y cuando más arriba se deja sentir con claridad, nos regala un sonido agradable. Su estirada tiene cierta garra, aunque su potencia máxima no parece ser tanta; se echa asimismo en falta una mayor “patada” a medio régimen (su par de 258 Nm llega a 4.000 rpm), pero teniendo en cuenta que se trata de un motor atmosférico, su elasticidad lo hace bastante aprovechable. En cuanto a consumos, la cifra homologada es de 6,8 litros por cada 100 kilómetros; en nuestro recorrido de prueba rondamos los 8,5 litros a ritmo normal, sin esforzarnos en circular despacio.

En ambos casos, el motor estaba asociado a una caja de cambios automática de 6 velocidades, de tipo convertidor de par. Su funcionamiento y rapidez de acción están dentro de lo normal, si bien las transiciones no son siempre suaves cuando usamos el modo manual, ya sea mediante la propia palanca o con las levas situadas tras el volante.

Aunque el chasis ha recibido numerosos cambios, la experiencia de conducción del Mazda6 sólo varía en algunos detalles. Esta berlina siempre se caracterizó por su agrado y aplomo, cualidades que conserva e incluso eleva ligeramente. Ya era un coche muy fácil de llevar y con el que no cuesta hacer largas etapas por carretera; y si acaso, ha mejorado un poco en la respuesta de la dirección, algo más precisa en el inicio de su recorrido; y sobre todo, en el tacto de las suspensiones, muy equilibradas y con un filtrado estupendo. No es un coche pensado para llevarlo de manera agresiva, pero acepta ritmos elevados respondiendo con agilidad y nobleza. Lo que no puede llevar el Mazda6 por ahora es un esquema de suspensiones adaptativas pero el equipo de serie viene bien ajustado, de manera que no es algo que vayamos a echar de menos en el día a día. Así pues, en conjunto, la berlina de la casa nipona sigue siendo una estupenda alternativa para quienes buscan un automóvil elegante, espacioso, confortable, equipado y de carácter rutero.

El nuevo Mazda6 ya está a la venta en España con tres niveles de acabado: Evolution, Zenith y Signature. El nivel Evolution ya viene bien equipado: trae llantas de 17”, navegador con pantalla táctil de 8”, Android Auto y CarPlay, head-up display proyectado en el parabrisas, y la mayoría de elementos de seguridad activa i-Activesense. El nivel Zenith suma faros full-LED adaptativos, llantas de 19”, cuadro de instrumentos con pantalla digital, acceso sin llave, parabrisas calefactable y equipo de audio Bose con 11 altavoces. El acabado Signature es de nueva factura y aporta mayor elegancia al habitáculo con su tapicería en piel nappa, molduras en madera de sen, techo en color negro, retrovisor sin marco e iluminación interior LED.

A continuación os dejamos la lista oficial de precios, que curiosamente son los mismos para la carrocería Sedán y la Wagon. Sobre dichos precios cabe descontar 3.900 euros de campaña de lanzamiento y otros 1.497 euros si optamos por la vía de compra Promofinance:

Mazda6 Skyactiv-G 2.0 145 CV 30.375 € Mazda6 Skyactiv-G 2.0 145 CV aut. 33.675 € Mazda6 Skyactiv-G 2.5 194 CV aut. 39.675 € Mazda6 Skyactiv-D 2.2 150 CV 32.625 € Mazda6 Skyactiv-D 2.2 150 CV aut. 34.625 € Mazda6 Skyactiv-D 2.2 184 CV 39.175 € Mazda6 Skyactiv-D 2.2 184 CV aut. 41.175 €