Como sabéis, el Mercedes-AMG GT Coupé de 4 puertas recibió el pasado mes de junio un restyling estético junto con la correspondiente actualización tecnológica. La marca alemana no aprovechó la ocasión para recortar su nombre, pero sí que recortó su gama de mecánicas, dejándonos con la única compañía de las versiones 43 (367 CV) y 53 (435 CV). Dicho esto, estad tranquilos, porque todo tiene explicación: si tuvimos que decir adiós a los modelos 63 y 63 S, es porque ya tenían preparado un sucesor. Se trata del flamante Mercedes-AMG GT 63 S E Performance, el más potente no ya de la gama sino de AMG al completo; aunque tendremos que hacernos a la idea de que este AMG es un automóvil híbrido enchufable.
Es híbrido enchufable, sí, pero sigue contando con el mismo propulsor 4.0 V8 biturbo de 639 CV y 900 Nm que montaba el Mercedes-AMG GT 63 S probado por Gerard Farré en este vídeo, lo que es motivo de alegría. El motor térmico viene acompañado de otro propulsor eléctrico de 150 kW (204 CV) y 320 Nm encargado de mover el eje trasero. Se ubica junto a aquel, cuenta con una transmisión automática de dos velocidades y se integra con el diferencial autoblocante.
La batería se sitúa por encima del eje trasero con idea de equilibrar el reparto de pesos del vehículo, y es particularmente pequeña: su capacidad es de solo 6,1 kWh, lo que permitirá recorrer apenas 12 km en modo eléctrico. Según explica la marca, este modelo de batería no pretende centrarse en la autonomía de uso sino en ofrecer ligereza y, sobre todo, un rápido intercambio de potencia (de manera que no dejemos de “contar con ella” si practicamos una conducción dinámica). Así, el máximo de 150 kW solo está disponible durante 10 segundos y el régimen continuo se limita a 70 kW. El procedimiento de recarga, ya sea en un enchufe doméstico o un cargador de pared, admite una potencia de 3,7 kW.
Los 843 CV de entrega total combinada convierten a este vehículo en el AMG más potente fabricado en serie; y poco más se puede decir una vez conocido su par máximo: unos asombrosos 1.400 Nm. Con todo ello es posible acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 316 km/h.
Este modelo cuenta además con el sistema de tracción total 4Matic+ encargado de trasladar parte del empuje hacia el eje delantero cuando el posterior se vea “sobrepasado”. El cambio de marchas es automático AMG Speedshift de 9 velocidades, el chasis incorpora suspensión neumática AMG Ride Control+ y control de estabilidad AMG Dynamics, y el selector de modos de conducción AMG Dynamic Select ofrece un programa Race especialmente indicado para pilotar en circuito.
La marca todavía no ha facilitado el precio para España de su impresionante Mercedes-AMG GT 63 S E Performance. Probablemente será altísimo, pero mirad el lado positivo: seguro que tiene menos cifras que letras tiene su nombre.
Me gusta más el CLS AMG. Menos pasta, caballería más que suficiente y un plus de elegancia. Ese por otra parte espectacular AMG GT parece Godzilla en busca de su enchufe :)