Con un nuevo traje a medida

Actualización.- Finalmente, el rediseño del Mercedes-Benz SL no ha sido tan profundo como esperábamos. En vez de regresar al techo de lona como apuntaban algunas informaciones, el facelift presentado en el Salón de Los Ángeles sigue fiel al techo rígido retráctil, estrenado allá por 2001 con la quinta generación del SL. Eso sí: aun conservando la misma estructura, ahora el techo puede ser accionado siempre que no superemos la velocidad de 40 km/h.
En cualquier caso, con este facelift los diseñadores de Mercedes se han ocupado de adaptar su fantástico roadster al presente lenguaje estilístico de la marca. El ejemplo más evidente se encuentra en el frontal, que recuerda bastante al del Mercedes-AMG GT aunque con la parrilla invertida en esta ocasión.
Por lo demás, encontramos pocas sorpresas en el apartado estético. Tanto la vista lateral como la posterior nos ofrecen imágenes muy similares a las del modelo de 2012; aunque cuando menos, la zaga recibe paragolpes de nuevo diseño y las ópticas modifican su estructura interna. También llegan nuevos diseños para las llantas, en medidas de 19 ó 20 pulgadas.
Para bien o para mal, el “tablet” que corona el salpicadero de cada vez más automóviles Mercedes no llega de momento al SL, y la pantalla del sistema de infoentretenimiento sigue estando encastrada. De hecho, el habitáculo mantiene intacto su diseño general, aunque están disponibles nuevas opciones de color para su revestimiento. Camban detalles como el volante, la palanca de cambios, las levas tras el volante y las grafías del cuadro de instrumentos; pero poco más en realidad.
De todas formas la actualización del SL no se iba a quedar en lo cosmético. Para empezar, el modelo de 2016 actualiza su gama de motorizaciones, compuesta por los potentes SL 400 (3.0 V6 de 367 CV) y SL 500 (4.7 V8 de 455 CV), que desde el inicio se verán acompañados por los aún más prestacionales AMG SL 63 (5.5 V8 de 585 CV) y SL 65 (con el tremendo 6.0 V12 de 630 CV).
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Los dos modelos “estándar” se acoplan a la caja automática 9G-Tronic de 9 velocidades que ya estrenase el Mercedes-Benz SLK; y mientras que el SL 63 cuenta con el cambio AMG Speedshift MCT de 7 relaciones, el SL 65 recurre al AMG Speedshift Plus 7G-Tronic.
También está disponible el selector de (hasta cinco) modos de conducción Dynamic Select, que entre otros ajustes permite definir la respuesta del esquema de suspensiones activas Active Body Control. Y para quienes no sepan vivir sin estar “conectados”, el sistema de infotainment del nuevo SL es compatible con Apple CarPlay, además de ofrecer el conjunto de servicios de geolocalización y asistencia Mercedes me.
De momento no se han hecho públicos los precios para el mercado europeo, aunque mucho me temo que las cifras de aquella lista serán prácticamente irrelevantes tanto para quienes nunca podremos comprar un SL como para los que pueden hacerlo sin pestañear. Pero paciencia, queridos adinerados: las primeras unidades no estarán a la venta hasta abril de 2016.
La única estrella que deslumbra a pleno sol es Mercedes Benz. Un Grande de España e ilustre de Alemania lo entiende perfectamente, un plebeyo del motor jamás lo entenderá....me mina la moral.